𝔠𝔥𝔞𝔭𝔱𝔢𝔯 𝟟𝟞: 𝔳𝔬𝔦𝔠𝔢-𝔬𝔳𝔢𝔯 | 𝟸𝟺

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La situación se había salido de control, y no cabía duda de que no terminaría bien. Pero jamás imaginé que la persona que saldría más herida sería yo.

―¿Este es el chico por quien quieres quedarte en este sitio? ―preguntó nuevamente mi hermano.

No respondí. Sabía que sólo era una pregunta retórica.

Jae Jun rió con crueldad, y supe que estaba a punto de lanzar un dardo envenenado.

―Debiste quedarte con el chico del circo ―comentó, mirando despectivamente a Anton.

―¿El chico del circo? ―inquirió Anton, perplejo.

―¿Acaso creíste que eras el primer chico del que Won Bin se había enamorado?

Mi piel comenzó a brillar, pero a nadie le importó. Anton y Jae Jun estaban demasiado pendientes el uno del otro.

Sólo Yuta se dio cuenta de que yo no me encontraba bien.

―Chicos, ya fue suficiente ―dijo el idol japonés, interponiéndose entre ambos.

―No, no ha sido suficiente ―replicó mi hermano, sin apartar su mirada del rostro de Anton―. Won Bin amaba a alguien más, Anton. Lloró por él durante años. Tardó mucho en olvidarlo.

Lo que Jae Jun dijo era cierto, pero estaba omitiendo los detalles más importantes de la historia. Estaba tan ocupado utilizando mi antigua relación como arma que olvidó el motivo por el que ésta terminó.

―En cuanto te conocí, me di cuenta de que tú eres sólo un premio de consuelo para mi hermano ―dijo Jae Jun, sintiéndose victorioso por haber lastimado a Anton.

Anton estaba a punto de contraatacar cuando escuchó mi llanto.

―Ustedes dos... son... son horribles ―dije, sollozando. Miré a mi hermano, quien se sintió mal de inmediato al notar que yo estaba llorando―. ¿Cómo pudiste sacar a relucir mi pasado de manera tan vil?

Al ver que estaba llorando, la furia desapareció del rostro de mi hermano.

―Won Bin, yo... ―murmuró, acercándose a mí―, yo... lo siento, ¿sí? No quería herirte.

Negué con la cabeza. No quería escuchar sus disculpas.

―Me hiciste creer que yo era especial ―dijo Anton de pronto, captando la atención de todos los presentes. Me miraba como si yo lo hubiera traicionado―. Dijiste que nunca te habías sentido tan cómodo con otra persona.

―¡Y lo dije en serio! ―exclamé, frustrado―. Es verdad.

―¿Y qué pasa con el chico del que habla tu hermano?

Me hirvió la sangre cuando mencionó a mi ex con tanta liviandad. ¿Por qué todos pensaban que podían hablar sobre él como si nada? ¿Por qué nadie se preguntaba si era doloroso para mí recordar aquella historia?

― ¡Te prohíbo hacerme preguntas sobre mi ex! ¡Mis anteriores relaciones no son asunto tuyo! ―le grité, perdiendo la poca paciencia que me quedaba―. ¿Quién crees que eres? ¡No tienes derecho a hablar sobre una persona a quien ni siquiera conociste!

―Me mentiste ―dijo Anton, también echándose a llorar―. Nunca he sido especial para ti, ¿verdad?

Pensé que Tae Min correría a abrazar a su primo, pero, en lugar de ello, vino hacia mí y me abrazó. Me quedé petrificado, puesto que no esperaba una reacción semejante por su parte, pero al final me desmoroné.

―Anton, vete ahora mismo ―le ordenó Tae Min a su primo con voz severa.

―No me trates como a un niño ―le espetó Anton.

―¿Y cómo esperas que te trate? Te estás comportando como un niño malcriado y detestable ―replicó Tae Min―. Ya has molestado suficiente por hoy a estos alienígenas. Ahora es momento de que reflexiones sobre tus acciones ―Hizo una corta pausa, y después añadió―: Yuta, por favor, acompaña a mi primo a la casa rodante.

El aludido hizo lo que Tae Min le pedía, aunque no pude verlo llevarse a Anton, ya que continuaba escondido entre los brazos de Tae Min.

―Tú también deberías reflexionar sobre lo que ha pasado ―dijo Tae Min, y comprendí de inmediato que estaba hablando con mi hermano.

―Lo siento mucho, Won Bin ―me dijo Jae Jun, colocando una mano sobre mi hombro―. Lo siento. Me enfadé y..., y yo sólo...

―Guarda las disculpas para después ―le pidió Tae Min―. Creo que tu hermano necesita estar lejos de Anton y de ti por un rato, ¿de acuerdo?

―Está bien ―respondió Jae Jun, obedeciendo sin replicar.

Me sorprendió que mi hermano siguiera la orden de inmediato. Tal vez, después de todo, Anton tenía razón sobre los sentimientos de mi hermano. Sin embargo, era demasiado tarde para hablar con él sobre aquel tema, o cualquier otro. Como dijo Tae Min, necesitaba estar solo. 

❮𝙸𝚌𝚊𝚛𝚞𝚜❯ | 𝚆𝚘𝚗𝚋𝚒𝚗 | 𝚁𝙸𝙸𝚉𝙴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora