Peter Parker, también conocido como Spider-man aprende a lo largo de su vida que un gran poder conlleva una gran responsabilidad y que el camino de los héroes nunca es tan fácil.
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"Gwen, ¿podemos hablar?"
Era uno de los varios mensajes que le había enviado Peter a Gwen después de su discusión de hace un par de días. Ella no le había dirigido la palabra desde entonces, cosa que le dolió a Peter, pues a pesar de que no se conocían al 100%, habían forjado un buen lazo en los días que Peter no fue Spider-man y en su cita. Aunque parecía que Gwen estaba pensando las cosas pues de vez en cuando cruzaban la mirada pero al final siempre la desviaban ambos. Y para echarle leña al fuego, Harry ya no estaba en el país por lo de su padre, Peter por fin pudo hablar con él e intentó mostrarle apoyo, pero su amistad ya no era igual de fuerte.
Sin darse cuenta, Peter estaba de nuevo solo por ser Spider-man, pero todas las mañanas se repetía a sí mismo que Un gran poder, conlleva una gran responsabilidad.
Peter estaba desayunando con su tía May, ambos comían algo de cereal en silencio hasta que Peter se acordó de algo importante.
-May, te tengo una sorpresa.- Peter se pasaba su bocado y buscaba algo dentro de su mochila.
-Peter, espero no sea una mala sorpresa, como esa rata que trajiste a la casa.- May se reía un poco recordando el acontecimiento.
-¿Hablas de la Rafa la rata?- Peter recuerda apenado como al dejar su mochila atrás de un callejón en una ocasión una rata entró en ella mientras hacía su patrullaje rutinario.- Pues no es tan increíble como Rafa pero.... ¡Aquí está!
Peter le da un sobre con bastante dinero dentro de él. -He estado tomando fotos para el Bugle por algunas semanas, pensé que sería de mucha ayuda.
-Ay Peter, no sé qué decir, tú tío estaría muy orgulloso de ti.-Ella con algunas lágrimas en los ojos lo abraza.- No quería preocuparte pero con este dinero podremos evitar que nos echen de el departamento.
-No te preocupes tía May, es lo menos que puedo hacer.- Peter decia contento, pero con algo de tristeza dentro de él pues sabe que no ha sido honesto con ella.
Las elecciones para alcalde de Nueva York estaban cada vez más cerca, los candidatos eran varios, pero el más sonado era Wilson Fisk, este empresario logró una gran popularidad y tras el enfrentamiento con el Duende Verde, Peter empezó a desconfiar de éste.
Hablando del Duende Verde, no había ni rastro de el sujeto, a diario Spider-man patrullaba en su búsqueda, pero parecía que había desaparecido.
Al llegar a la escuela después de su desayuno, el ambiente lucia muy desolador, todos estaban muy tristes y hasta preocupados, Peter no entendía porque, no había oído nada y todo parecía extraño hasta que vio un cartel colgado el la sección de anuncios y lo entendió todo.
