16 - Lo sabía

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Recuerdo todavía La vez que la besé, fue mi primer amor, y ahora escribo su canción...

No hay nadie más
Sebastian Yatra

No hay nadie másSebastian Yatra

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Lo sabía

Ella mentía y yo lo sabía.

La conocía tan bien, que estaba seguro de que ella mentía.

Lo hacía al decir que no podía corresponderme, solamente era miedo

¿Qué otra cosa podía ser?

Podía ver a través de sus ojos que sentía lo mismo que yo, pero tenía miedo, y yo no iba a darme por vencido tan pronto, no si estaba seguro de eso..., de otra manera no hubiera insistido.

Mentía al decir que se había peleado, porque no fue así.

No sabía lo que era con exactitud, pero intuía que había algo más grave, y muchas veces traté de comprobar mis sospechas, pero él era demasiado cuidadoso y con eso ponía en duda mi juicio, pensando que quizá no era él, sino su papá.

En esa ocasión, sus papás no estaban, y él ya tenía una versión que tanto ella como sus amigas apoyaron. Así que no pude hacer una acusación sin pruebas, y si ella reforzaba las coartadas de ese cabrón, estaba muy atado de manos.

No podía dejarla sola con esa jauría de leones, y me costó, muchas veces me costó mantener la calma para no delatarme.

¿Cómo lo supe? Mi Chaparra sí se peleaba con otras viejas, pero los golpes con los que ella aparecía no eran de ningún tipo de pleito callejero... Ya sabes, las mujeres cuando se pelean se rasguñan, se estiran el cabello, y si quieres la ropa hasta se la llegan a romper., pero las peleas callejeras entre mujeres no dejan golpes de boxeador.

Por supuesto que me iba a dar cuenta.


Septiembre 2003


―¿Y la Chaparra? ―pregunté a Isaac en cuanto abrió la puerta.

―Ni idea. Desde que ese cabrón regresó, se la pasa en la calle más de lo normal.

―A ti te hace más caso que a cualquiera —dijo Mario desde la sala, y caminé hasta él analizando cada movimiento o palabra que salía de su boca—. Convéncela de que no se junte con el baboso ese.

—Eso va a estar dificil. ¿Crees que no lo estoy intentando? Ella no va a entender así como así, es su amigo y ya saben cómo es ella.

—Debe haber una forma de que entienda —aseguró Isaac, pero nos vimos interrumpidos por ella, anunciando su llegada con el ruido de la puerta.

―¿Tiene mucho que llegaste? ―preguntó ignorando la presencia de sus hermanos.

―Recién ¿Se arregló todo? ―Ella asintió haciéndome una señal con la cabeza para que la siguiera a su habitación. Al entrar, ella se sentó sobre la cama dejando escapar un suspiro.

Cuando la lluvia caiga | [+21] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora