20 - Verdugo y protector

37 7 30
                                    

Tengo siluetas que vienen a verme...

Vienen a verme
iLe

Llegué a sentir lo que un hijo siente cuando su madre lo protege, en una porción muy pequeña

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llegué a sentir lo que un hijo siente cuando su madre lo protege, en una porción muy pequeña. Es un sentimiento que desconocía, y desde entonces lo guardo en mi corazón.

No sé si ella de verdad se preocupó en algún momento por mí, pero por esa ocasión, quise creer que lo hizo y por eso lo atesoré.

También que Isaac mostrará un poquito de empatía, me dio un poquitito de felicidad, breve, pero ahí estaba. Se sentía.

No quiso involucrarse, por ninguna de las partes, y no lo culpo. Algunas veces evitó que recibiera la furia de Mario, pero no fue siempre. Supongo que le tenía miedo, porque si bien eran parecidos, Mario le ganaba por mucho en masa muscular, y las veces que logró quitármelo de encima, fue con palabras.

Él conocía las palabras que lo calmaban.


Septiembre 2003


—Pulga, ven —llamó Isaac en cuanto me vio entrar a la casa. Lo dudé por un momento, pero terminé por acercarme—. Mario no está.

—¿Dónde está? —pregunté acercándome con más confianza.

—Se fue con unos amigos, va a llegar tarde ―dijo muy tranquilo, y me senté frente a él—. Mi mamá marcó hace rato para avisar que se quedarán allá todavía, y en la mañana salen para acá.

—¿Y qué quieres?

—¿Cómo sigues? —preguntó al tiempo que me dio de sus frituras acercando el plato más al centro.

—¿No es obvio? —Agarré una fritura, y me la comí sin ganas. Cuando algo me comenzaba a estresar, se me iban hasta las ganas de comer.

—Mira, yo sé que Mario y tú no se llevan bien. No justifico lo que te hizo, pero no le digas nada a mis papás.

—Da lo mismo, no les iba a decir nada porque nunca me creen —confesé decepcionada.

—Mario quiere mucho a mi papá, y está muy agradecido con él por todo. Créeme que se esfuerza por hacer las cosas bien. Quiere ser el orgullo de esta familia —Esbocé una sonrisa con burla haciéndolo callar.

—Por favor, Isaac. Mis papás primero me dan la espalda a mí que a ustedes. Como si no supiera eso... No sé a qué le tiene miedo. Tampoco entiendo su comportamiento. Si no le caigo bien, si tanto me odia, que me ignore y ya.

—Es así porque piensa que nadie lo puede entender.

—Y si no habla menos. No somos adivinos.

—Pues sí, pero es que sabes que él siempre ha sido así. No está acostumbrado a mostrar lo que siente.

Cuando la lluvia caiga | [+21] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora