19 - Precaución

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Déjenme llorar, quiero sacarlo de mi pecho...

Déjenme Llorar
Carla Morrison

Déjenme LlorarCarla Morrison

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Había banderas rojas.

Tantas banderas rojas, que no lograba ver hacia ningún lado sin toparme con alguna.

Siempre una cosa reemplazaba otra y venía de mal en peor.

Era como arena movediza. Un movimiento y te hundes. Alguien tiene que sacarte de ahí.

Creo que eso es peor que ahogarse en el mar. El fango es espeso, es peor.

Agradecí las advertencias, pero fui incapaz de ver lo que venía.


Septiembre 2003


Después de conversar un rato, nos despedimos y me encaminé hacia las vías, pero en el camino me encontré con Ricardo.

―Hola ―saludé con tranquilidad.

―Hola, Naty ―respondió dándome un beso en la mejilla—. ¿Cómo andas?

—Bien ¿Y tú?

—¿Sabes? Quería hablar contigo, de hecho —dijo con el ánimo decaído.

—¿Sobre qué? ¿Está todo bien? —pregunté tocando su hombro, y fue del modo que me miró con más atención.

—Bueno, eso ya me lo dirás tu. ¿Me acompañas? —Asentí. Eso me extrañó y me llenó de curiosidad, por lo que me mostré impaciente hasta que llegamos al museo—. ¿Has hablado con Edgar? —preguntó sin rodeos.

—En la mañana un poco, pero estaba muy pesado conmigo.

—¿Por Abel?

—Sí ¿Cómo lo sabes? ¿Te dijo algo?

—Algo así, ayer estuvimos un rato afuera de mi casa y escuchó el escándalo. La verdad ahora ya no sé qué pensar, no es el mismo.

—Sí, lo noté. Supongo que es el cambio de ambiente, estar allá adentro y de repente acá...

—Ay, Natalia —Negó con la cabeza, pero con una sonrisa.

—¿Qué?

—Nunca cambies. Eres demasiado buena para encontrarle defectos a las personas. En fin, Edgar me dijo algo que me dejó pensando con respecto a Bere. ¿Tú crees que ella vaya en serio conmigo?

—No nos habla mucho de ti —sinceré con pena.

—Pero parece que ella sí habla mucho de ti —Eso me sorprendió, a decir verdad.

—¿De mí?

—El otro día, cuando fue lo de Tornado, ella me cortó una llamada porque según ya estaba cansada. Ayer, justo Edgar me dijo que casi se amaneció platicando con ella. El caso es que Bere le dijo a Edgar que Abel se te declaró. Salió entre ellos el tema de que ustedes fajaron, y aseguró que solamente te quitas las ganas y los botas.

Cuando la lluvia caiga | [+21] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora