Jack

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En multimedia canción que describe a Jack en este capítulo 💗 y Peach tumbada leyendo

Dedicado a: rosarubi_

🎨


Su risa.

Hace unos años si me dijeran que iba a estar enamorado de la risa de una chica, me hubiera reído en la cara de la persona que soltara esa tontería. ¿Jack Caden enamorado? Ja, ni de coña... Pero Peach llegó para hacerme replantearme todas esas cosas que no me gustaban o que veía patéticas. 

La chica de los ojos azules como los míos, tumbada bocabajo mientras se ríe de lo que esté leyendo, no se entera de que la observo. Algunos mechones naranjas de su cabello tocan el césped saliéndose del mantel y sin poder evitarlo, arranco algunas flores, especialmente margaritas, y comienzo a ponerlas sobre su pelo. Sin orden, solo las pongo. Esta se da cuenta y al girarse, algunas se caen hacia el lado contrario, mirándome contrariada.

—¿Qué haces, Jack?

—Calla y lee, melocotón.

Sigo con mi obra de arte entretanto ella me obedece y sigue leyendo. Había querido organizar esa pequeña cita para pedirle formalmente ser mi novia, pero todavía no me había atrevido. ¡Joder, que difícil! Ni siquiera sabía cómo empezar, pues nunca había tenido que hacer algo así. Cuando mi obra está lista y el pelo de Peach lleno de preciosas margaritas, saco el móvil y la fotografío sin que se dé cuenta desde arriba.

"Hasta distraída eres guapa", pienso analizando la foto.

A la siguiente foto, se me olvida quitar el flash y está se voltea cerrando su libro y cayéndosele las flores al suelo. Una sonrisa tímida le asoma del rostro. ¿Cómo puedes hipnotizarme cono solo una sonrisa, melocotón? Odio que me hayas hecho ver que tengo sentimientos.

Esta se estira para quitarme el móvil, pero soy más rápido y cuando veo lo que intenta, me muevo un poco hacia atrás con el brazo en alto. Jugueteamos hasta que ambos acabamos tiraros sobre el césped. Tener a Peach encima de mí, con sus ojos puestos en los míos, no era bueno. Con ella no quería correr y lo supe desde el primer momento que la vi corriendo tras de mí por su pretzel sin importarla nada. Peach era la música y todos los colores.

—¡Bingo!

Su voz me hace volver a la realidad maldiciendo que me haya distraído dejando que me robe el móvil. Mira las fotos que le he hecho y aunque en un principio me pongo rojo por si se va a enfadar, (teniendo en cuenta las he hecho sin consentimiento), cuando alza la mirada veo algo diferente. Sus pupilas brillan y una mueca parecida a una sonrisa le asoma de una comisura.

Por fin, habla:

—¿Me has hecho fotos?

—Si quieres puedo borrarlas...

Niega rápidamente, lo que me sorprende.

—Solo que... No salgo bien en las fotos.

—Sales perfecta.

—Tonterías.

—¿Cuántas veces tendré que repetirte que no te infravalores?

Sus mejillas se vuelven rojas como horas antes en su piso. No obstante, yo sigo sin creerme que no sepa verse como realmente es y que se infravalore de tal manera cuando en realidad cualquiera vería lo mismo que yo. Vería a la mujer más guapa del mundo. Así se lo dejo caer:

—Peach, eres guapa, eres como esa Cossandra que te he traído —le recoloco la flor en su oreja al ver que está torcida y sigo hablando —: Eres como el primer arcoíris después de un día de lluvia y el estribillo de la canción más hermosa que puedas escuchar. ¡Joder, caray! Yo nunca me he sentido así con nadie hasta que caíste encima de mí por un pretzel, maldita sea.

—Jack...

—Ni siquiera la cámara de mejor calidad ni tecnología podría captar una belleza como la tuya aunque quisiera.

—Jack...

—No, Peach, no te voy a dejar decir nada a menos que sea algo bonito sobre ti... ¡Quiérete carajos! Quiérete solo a ti y luego ya vendrán los demás.

—¿Jack me dejas hablar? —se ríe y es entonces cuando asiento y me doy cuenta de que me he pasado —Gracias. Eres la primera persona, quitando mi familia, que no pretende hacerme creer algo que no soy. Que me ve como soy yo en realidad y que aun así no saldría huyendo con cualquier cosa.

Tengo el presentimiento de que aquello ultimo va con segundas, como si quisiera decírselas a alguien o fueran para una persona en concreto, pero lo dejo pasar y atrapo su muñeca para tirar de ella hasta que la tengo a menos de cinco centímetros de mí, rozando nuestro aliento y sin dejar el aire pasar entre ambos. Quiero que entienda que para mí es ella misma en todos los sentidos y que quiero conocerla al completo; tanto lo bueno como lo malo y que ojala algún día esté preparada para abrirse conmigo.

La beso antes de decir:

—¿Te he dicho alguna vez que eres como esa canción que nadie escucha, pero de la que todos hablan? Eres mi canción favorita y los colores del atardecer en el cielo de París, es más, diría que eres todo París.

Antes de que diga nada más, cambio de tema porque he prometido que este día sería memorable y bonito sin lágrimas ni tristeza. Seguimos con el picnic, cambiamos los turnos y ahora es ella quien me saca fotos a la par que se las hago yo con el mío. Toda la tristeza que hemos podido formar antes, se convierte en risas y bromas entre los dos.

Entonces siento que es el momento.

Me preparo para pedirle oficialmente ser mi novia, sin embargo, cuando estoy a punto de hacerlo, la sonrisa de Peach desaparece. No la puedo ver bien porque mira su teléfono, pero estoy seguro de que el brillo se le ha apagado y lo confirmo cuando levanta la mirada para verme.

—¿Todo bien?

—Es Dustin —suelta, mencionando el nombre del novio de su hermana con un deje de rabia y decepción a la par —Ha sido infiel a Charlotte.

Ya sabemos el motivo del porqué Charlotte estaba rara ¿creéis que Jack la llevará a Texas? Y Jack pensando en pedirla ser su novio oficialmente

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Ya sabemos el motivo del porqué Charlotte estaba rara ¿creéis que Jack la llevará a Texas? Y Jack pensando en pedirla ser su novio oficialmente

Todo París |PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora