013

27 1 26
                                    




Dedicado a: RosaRubi_

🥺


—Big Time Rush es la mejor banda que escucharás.

—Eso de la mejor hay que verlo, melocotón. —Se burla Jack mientras me sigue fotografiando, desayunando aun yo poniendo mi mano en la cara. Seis días desde que me mudé a vivir con él, les avisé a los del hotel que me marchaba de allí. ¿Queréis saber cómo hago para que Jack no me vea con las medicinas? Me levantó mucho más temprano que él y luego vuelvo a tumbarme a su lado para disimular —Venga, dime una canción de ellos.

Pongo mi mente a funcionar pensando una de las miles canciones que amaba de ellos hasta que al fin doy con una.

—Count on You.

Sin más tardar, este comienza a buscarla en su teléfono y en segundos, la melodía preciosa de esa canción empieza a sonar en altavoz. Jack deja el móvil en la encimera de la cocina y cuando se levanta del taburete me coge la mano para que le imite, dándome una vuelta por debajo de su brazo.

Me río.

Nos reímos y todo comienza a fluir entre los dos. Bailamos al ritmo de la canción moviéndonos por el pequeño piso como dos locos. En un momento de esos, este me persigue por detrás hasta que me alcanza e inicia una carrera de besos por mi rostro. Me acaricia con los nudillos, quitando el pelo de la cara y nuestras miradas se encuentran en cuestión de segundos. Me gustaba perderme en el azul de sus iris y me encantaba que compartiéramos ese color.

—Me gusta verte por aquí.

—A mí también.

—No quiero sonar loco, pero...

—¿Pero?

—Quiero hacerte el amor con esta canción de fondo. —Mis mejillas se encienden recordando ayer por la noche, los dos, en la Torre Eiffel cumpliendo otro propósito de mi lista; que en realidad no llegamos a hacer nada, pero si hubo... bueno, rozamientos. Continua hablando dulcemente a mi oído —: El amor, no follarte que son dos cosas muy distintas. Contigo solo quiero hacerlo romántico.

—¿Sabes? Habría querido ver al viejo Jack Caden.

—Tengo la impresión de que me habrías dado una patada en las pelotas.

Nos reímos y es que esa podría ser yo perfectamente si hubiera conocido al Jack descerebrado. Oído a los tíos de ese estilo, que solo les importan las tías para meterlas en la cama y ya. La canción hace rato que se había parado, pero ninguno de los dos se dio cuenta.

—¿Te confieso algo? —digo a modo de pregunta esperando que me diga algo —Cuando llegué a Paris no lo hice con la intención de enamorarme... Solo quería ser libre.

—Yo tampoco tenía pensado que al robarle a una desconocida, esta se abalanzada sobre mí —prosigue haciéndome reír.

—Eso es porque no me conocías.

—Si, pero que fuera tu primer pretzel era pecado.

Acabamos sentados en el suelo de su salón apoyados al sofá mientras continuamos hablando. De vez en cuando le miro de reojo como si tuviera tantas ganas de preguntar algo, pero no se atreviera. Sin embargo, finalmente decido sonsacarle lo que le tiene tan disperso.

Todo París |PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora