Jack

30 3 31
                                    

Dedicado: rosarubi_

🎨

No sé qué me pasa.

Llego a mi piso después de lo sucedido hace una hora con esa pelirroja. Me desprendo de la chaqueta tirándola sobre el sofá y voy a la pequeña cocina americana que venía con el piso. A simple vista no es muy grande: una habitación, cocina, baño y salón. Era más bien un estudio que me alquile el día que me vine a París. ¿Podría haberme cogido algo más grande gracias al dinero que tengo? Probablemente. Sin embargo, cuando hui de Canadá, lo primero que pensé no fue en comprarme una mansión, no. Además, para mí solo era perfecto.

Abro la nevera y saco una Coca cola.

En cuanto vuelvo a estar en el pequeño salón, me quito las zapatillas con los pies dejándolas a un lado, del revés. Enciendo la televisión después de abrir la lata y darle un trago a la bebida. En ese momento, como si se tratase de una señal, en el canal que aparece al encenderla, hablan de mis padres.

La foto de mi padre en una esquina junto a la de mi madre: hablan de la posible bancarrota de uno de sus miles de empresas. No me extrañaría que fuese un rumor, pues desde muy pequeño, siempre ha habido rumores de la familia Caden. Mis padres eran los empresarios más importantes de Canadá y a la más mínima, podrías salir en los periódicos y en internet dependiendo que sea verdad o no... Como el motivo de mi huida. En realidad, solo me fui porque sentía que avergonzaba a mis padres después de lo sucedido aquel 13 de agosto de 2021. Siempre he sido un descerebrado (a veces sigo siéndolo), pero en aquella época más todavía: iba de fiesta casi todas las noches, me liaba con una incluso con dos a la vez, me emborrachaba, etc.

Una de mis noches locas como a mí me gusta llamar, fui fotografiado por uno de esos paparazis pesados. ¡Ni siquiera sabía que me seguían! Recuerdo que salí después de una discusión con mi padre.

En la foto se me veía a mi follando con una mujer detrás de un árbol y sacándole el dedo a la cámara. En mis ojos se podía ver lo fumado y borracho que iba. Pero lo que más me jodió fue al día siguiente, las caras de mis padres de decepción y aunque siguen diciéndome que no pasa nada, mi decisión fue tomar distancia durante un largo periodo de tiempo... Y aquí estábamos: en París, Francia.

Cojo el móvil y dejando de pensar en aquello, llamo a mi madre.

Me lo coje enseguida:

—Jack, ¿todo bien? —su voz, aguda y suave.

—Eso quiero saber yo, mamá. ¿Va todo bien?

Un suspiro de cansancio al otro lado y de nuevo su voz:

—Te has enterado ¿verdad? —le respondo que sí, que están en las noticias —Si... bueno...

—¿Estas nerviosa, mamá? Ya verás que es otro rumor como siempre.

Silencio.

—¿Mamá?

Más silencio.

Por fin, habla:

—Jack... esta vez no es un rumor. La última empresa que hemos creado no nos ha dado los beneficios adecuados y aunque hemos tenido que despedir a varios empleados, no ha salido muy bien.

—¿Y eso? Conociendo a papá siempre está al tanto de todo lo de la empresa y evita errores.

—Tú padre y yo no hemos estado mucho en esta empresa. Somos humanos Jack y cometemos errores aun siendo los empresarios más importantes, solo que a nosotros nos miran con lupa. Pero hasta el más inteligente siempre se equivoca, Jack.

Algo en sus palabras me dice que van por mí y así se lo dejo caer:

—Mamá, si es por mi huida yo...

—Jack, llevas dos años fuera ¿Cuándo entenderás que no estamos enfadados?

—Sé que no lo estáis, pero os avergoncé delante de los medios.

—Nunca nos avergonzarías, eres nuestro hijo.

—Además, creo que me ha venido bien huir, mamá —cambio de tema. Sonrío a la nada —El primer año que llegue a Francia, salí a dibujar a un jardín que hay por aquí y a una persona le gustó tanto mis dibujos que me ha contratado como retratista. No es lo que yo soñaba, pero por algo se empieza; al menos me gano la vida. Aparte, me matriculé en una escuela de arte.

—Jack, eres un gran artista como tu abuelo.

Recuerdo al abuelo materno Peter. También le encantaba dibujar e incluso consiguió que sus cuadros se expusieran en museos. Ojala yo algún día llegar hasta su posición. Después de un tiempo hablando, cuando cuelgo cojo el cuaderno de dibujo y un lápiz. Abro por la primera hoja en blanco y me tiro al suelo para dibujar.

En un principio no sé el que, la verdad es que llevo semanas en bloqueo creativo, hasta que mi mente evoca una pelirroja de ojos azules y mi mano comienza a dibujar por si sola. Muerdo el lápiz apreciando el boceto y vuelvo a dibujar. En los últimos retoques una sonrisa me asoma de medio lado y por fin termino.

Aquella chica...

La chica que nunca había comido un pretzel.

Peach tenía ese algo que me atraía a pesar de que nos acabábamos de conocer. Tal vez fuese ese azul cielo de sus ojos o el pelirrojo anaranjado de su cabello. Quizá las diminutas pecas que solo se aprecian desde muy cerca... No sé, pero algo me había atrapado.

Pero lo que sí sé es que su belleza era de otro mundo. ¡Joder, era preciosa! Tan guapa que un retrato captaba a la perfección cada poro de ella. ¿Vosotros crees en el amor a primera vista? Porque yo siempre lo he considerado una estupidez, pero esa chica ha hecho que no deje de pensar en ella en poco tiempo. Me rio al imaginarla corriendo detrás de mí por un pretzel. Nadie sabe cómo puedes conocer a la persona de la que acabarás atraído. El destino a veces puede ser muy cabrón.

Yo acababa de conocer a esa persona por medio de un dulce y presentía que iba a poner mi mundo patas arriba.

Yo acababa de conocer a esa persona por medio de un dulce y presentía que iba a poner mi mundo patas arriba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aquí tenéis el segundo capítulo narrado por Jack <3

Todo París |PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora