Los Pilares fueron citados en la Mansión Ubuyashiki, donde discutieron los resultados que estaban arrojando los entrenamientos.
También se planificó y retocó el plan de acción en caso de que se diera la batalla final antes de lo previsto. A Sanemi le llamó la atención la presencia de Shinjuro Rengoku, y no le terminó de agradar del todo. El hombre había abandonado la actividad como Cazador hace varios años ya, y eso le resultaba molesto, pero si Kagaya le había permitido estar presente, sería por un motivo, ¿y quién era Sanemi para cuestionar la voluntad de Ubuyashiki?
También estaba Tengen, que aunque ya no era un Pilar activo, si seguía muy involucrado en la actividad del Cuerpo, tanto como para dar el entrenamiento. Sanemi supuso que no era fácil separarse del lugar y las personas que prácticamente fueron tu familia durante tanto tiempo.
Cuando la reunión concluyó los Pilares partieron uno a uno a sus respectivas actividades.
Pero entonces, antes de irse, Gyomei apareció por una de las puertas.
- Shinazugawa...- lo llamó.- ¿Puedo hablar contigo por favor?-
Sanemi frunció el ceño.
**********
Entró despacio a la casa.
- Minamoto...- soltó la palabra al aire y esperó.
No hubo respuesta. Solo el silencio de la morada, y afuera, en el jardín, los pájaros que retornaban a su nido a descansar a medida que caía el sol.
Supo que ella estaba allí solamente porque la esperó en su casa y nunca llegó. Saori solía ir al hogar de Sanemi cuando concluía un entrenamiento, hablaban al respecto y pasaban un rato juntos. Sin embargo, luego de la charla que él tuvo con Gyomei, era claro que ella no iría a buscarlo.
Asi que decidió ir él.
No estaba en la sala, ni en la cocina. En el pasillo que comunicaba ambos ambientes con el baño y la habitación, flotaba un suave aroma a cedro blanco conjuntamente con la clara humedad que quedaba después de un baño.
Se dirigió a su habitación.
- Sé que estás ahí...- Golpeó suavemente.- ¿puedo pasar?
- ¿Cómo entraste?-
- Abriendo la puerta.- Sonrió él.
- Esta es mi casa, no deberías entrar sin mi permiso. Respeta mi intimidad.- Saori pareció ladrar las palabras, Sanemi supo que estaba de pésimo humor.
- Bueno ya me regañaste. ¿Puedo entrar?- insistió.No hubo respuesta. Quietud total dentro de la habitación, y la paciencia de Sanemi comenzó a disminuir, como en un reloj de arena.
- No.- contestó ella luego de un momento.
- Creo que tenemos que hablar.- dijo él.
- No quiero hablar, quiero estar sola. Si hubiera querido hablar hubiera ido a tu casa ¿no crees? Vete.- dijo ella desde su reclusión.Silencio nuevamente. Al afinar el oído, Sanemi supo que ella lloraba. Se sentó al otro lado del fusuma cerrado, mirando hacia una habitación que no podía ver, y con toda la calma que pudo encontrar en su ser muy poco calmado, le dijo.
- Supe lo que pasó... Himejima-.-
- Bien.- lo interrumpió ella.- apreciaría que me dejes en paz entonces.-
Sanemi apretó los dientes. Realmente quería hablar con ella pero cada vez que recibía esta respuesta, le daban ganas de derribar la puerta a las patadas y zamarrear a Saori.Él último grano de arena de su reloj de paciencia había caído, pero se contuvo, respiró profundo y lo giró mentalmente para hacerlo correr otra vez.
- Mira...ser un cazador no es solamente volverte invencible, también es conocer tus límites, y el tuyo está muy alto. Eres muy buena y lo sabes, aspiras a la excelencia y eso me gusta de ti. Pero no serías una cazadora de tu rango hoy si no hubieras fallado antes.-
- Esto es distinto.-
- No lo es. Es un entrenamiento.-
- ¿Me vas a decir que no esperan que despertemos las marcas?.-
-Pues...si...-
- Si no paso todos los entrenamientos no tendré mí marca. Si no tengo una marca no estaré a la altura de los mejores. No estaré a tu altura y eso me destruye porque...-Hubo un silencio. Sanemi escuchó claramente el llanto detrás del fusuma.-...porque significa que no podré vengar la vida de mi hijo. Además...te decepcioné. Seguramente estarás avergonzado de mi, de que sea tan débil e inútil y te haya hecho quedar mal como Maestro. No pasar el último entrenamiento me hace sentir que todo fue en vano.-
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El Maldito Amor
FanfictionSi todo lo que amas muere...¿Tu amor está maldito? ¿Se le puede ordenar a un corazón a no sentir?