Los sollozos se escuchaban por todo el departamento del castaño, sin tener índices de suavizarse en ningún momento. Él intentó durante toda la noche acallarlos a dosis de tés, abrazos y constantes "todo estará bien". La muchacha con la cual compartía sangre no dejaba de aferrarse así misma, soltando dolorosas lágrimas que expresaban el primer desamor que su corazón había tenido que experimentar.
Jeongin, totalmente desesperado, ya no tenía otro tipo de solución para que el corazón roto de su hermana pequeña sanara con mágica rapidez.
Nunca antes había tenido que lidiar con algo como aquello, ni mucho menos cuando la muchacha se presentó en su departamento tan repentinamente, bañada en lágrimas y con una pequeña maleta a su costado.
Lo primero que pensó, desgraciadamente, fue que quizá tuvo algún tipo de problema en los bares que frecuentaba por el supuesto trabajo que tenía ahí. Su sangre hirvió de una manera tan intensa que estuvo por salir del departamento para matar a cualquier que se opusiera ante el estúpido de Hwang Hyunjin, sin embargo, Minjeong le explicó que nunca trabajó ahí, pero que el dueño de aquello sí tenía algo que ver.
No quiso seguir hablando debido al agotamiento que tenía por durar toda la noche llorando sobre el pecho de su hermano, por lo que él mismo no quiso seguir presionándola para que le contara todo. Tan solo debía apresarla entre sus brazos para que no volviera a irse nunca más y, por ende, nadie lograra hacerle daño nuevamente.
—Ahora mismo se encuentra durmiendo — Jeongin soltó un pequeño suspiro mientras secaba sus manos con un trapo de cocina. Se giró para mirar a su mejor amigo y este dejó la taza de té que le había servido sobre el lavaplatos—. No sé qué más hacer, Jisung.
—¿Tú sabes exactamente qué le pasa? —el muchacho volvió a sentarse en uno de los taburetes frente a la isla de la cocina y apoyó uno de los codos en esta para después dejar descansar su mejilla sobre la palma de su mano.
Jeongin negó sentándose justamente frente a él, aunque se mantuvo recto debido a los nervios que su sistema aún sostenía.
—Tan solo me habló sobre que nunca estuvo trabajando ahí, pero que Hyunjin tenía algo que ver.
—¡Ya te ha respondido! —Jisung entrecerró los ojos negando con la cabeza, como si su mejor amigo no tuviera el suficiente coeficiente intelectual como para saberlo—. Ese hombre ha estado saliendo con tu hermana.
Jeongin alzó la mirada tan rápido que al pelirrosa no le faltó nada para caerse de espaldas sobre el suelo; la manera en que sus ojos escupían fuego lograban intimidar de sobremanera.
—Tonterías —refutó seriamente.
—A menudo dices eso cuando dudas —Jisung se cruzó de brazos sobre el mármol de la isla y lo miró aburrido—. Por ejemplo, cuando digo que eres un homosexual o bisexual que le cuesta salir del armario, me respondes lo mismo.
—Prefiero ignorar las idioteces que sueltas por la boca —el castaño rodó los ojos y miró la puerta cerrada que daba a la antigua habitación de Minjeong y, que presentía, pronto volvería a ser ocupada por ella indefinidamente—. Esto es algo serio. Si aquel imbécil dañó a mi hermana lo va a pagar.
—Tener el corazón roto una vez en la vida es normal —Jisung robó un dulce de chocolate que el menor había comprado para su hermana y se lo llevó a la boca despreocupado—. Minjeong olvidará esto pronto y a los pocos meses conocerá a alguien más.
Jeongin, cegado por la sobre-protección, lo ignoró.
—Iré a ver si necesita algo —el castaño se levantó con los hombros bajos y le dio una rápida mirada a su mejor amigo para después caminar hacia la habitación de su hermana.
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Una venganza casi perfecta
Fanfiction❝Era un plan infalible, la venganza perfecta, hasta que me enamoré.❞ Ella está rota por dentro. Él ansía una cruel venganza. Y el culpable es el objetivo a destruir. Después de ser cruelmente dejada, con el corazón roto y la dignidad por los suelos...