Todo lo que has hecho frente a mis ojos Es una mentira. Dilo como si fuera verdad.
Al final no podemos hacerlo.Una casa hecha de cartas.
Y nosotros como idiotas dentro de ella.•• <<────≪•◦⚜◦•≫────>> ••
Jeongin apretó la frente contra los azulejos de la bañera, mientras que Hyunjin empujaba dentro y fuera de su entrada.
Estaba siendo demasiado lento, demasiado tortuoso, y no podía soportarlo. Empujó hacia atrás, gimiendo al instante cuando su próstata fue golpeada.
Se sentía bien.
Tan jodidamente bien.
Jeongin trataba de no divagar en la amenaza que lo estaba atormentando desde hace un par de días atrás y agradecía que las grandes manos de Hyunjin se encontraran acariciando sus glúteos y abdomen bajo porque se sentía en el séptimo cielo, del cual no quería bajar.
Soltó un gemido cuando el mayor aligeró los movimientos, golpeando con más fuerza contra él. Quería venirse. Todo él estaba ardiendo con ello. No pasó más de dos minutos cuando Hyunjin le dio lo que quería, sintiendo como su semilla impregnaba su interior y resbalaba por sus muslos interiores mezclados con las gotas de agua provenientes de la regadera.
Se mantuvo quieto, con la respiración agitada, estremeciéndose por la sensación entremezclada que daba el cálido orgasmo junto al frío gel de ducha que Hyunjin se encontraba echando por toda su columna vertebral. Su cuerpo fue aprisionado y, cuando pudo darse cuenta, se encontraba besando los labios ajenos.
—Tenemos que... —jadeó cuando sintió como su labio inferior era mordisqueado—. ¡Hyunjin!
—Es tu culpa —murmuró Hyunjin apretujándolo más contra su pecho. Jeongin tan sólo pudo echar la cabeza hacia atrás, intentando que sus labios no volvieran a ser acaparados.
—¿Por qué?
—Eres demasiado adictivo —el mayor dio pequeños besos al húmedo y marcado cuello del castaño y éste calló por completo, no podía hacer nada en contra. Además, disfrutaba tanto la atención que Hyunjin le daba.
Repitiendo una vez más, ambos salieron del baño. Jeongin no paraba de reír mientras el mayor rodaba los ojos e intentaba sacárselo de encima, se sentía relajado gracias al largo baño que habían tomado juntos, pero le agotaba la paciencia, la exagerada energía que tenía Jeongin. No podía creerlo.
—¿Iremos a comer al buffet? —preguntó Jeongin acariciando las mejillas contrarias. Se encontraba bajo el cuerpo del azabache, contra la cama de la habitación. Una sonrisa en ambos rostros delataba cuan felices eran.
—Sí —el mayor miró los rosados labios contrarios y no dudó en mordisquearlos y estirarlos con sus dientes. Jeongin suspiró suavemente y cubrió ambos bocas con un beso.
—Vístete o, a este paso, no bajaremos nunca —el menor dio dos palmadas al pecho de Hyunjin y este se resistió un par de segundos, pero realmente tenía hambre, así que se reincorporó al momento.
Cuando ambos estuvieron completamente listos para bajar, salieron por la puerta de la habitación con una sonrisa reflejada en el rostro. Y aunque no fuera así, sus brillantes ojos delatarían cuan alegres y relajados se encontraban. Jeongin, en cambio, había tomado una decisión y esperaba que estas vacaciones junto a Hyunjin le ayudaran a la hora de decir la verdad.
Ayer en aquel cóctel que celebró uno de los futuros socios de Hyunjin pudo darse cuenta de que dependía de él más de lo que pensaba verdaderamente. Lo que más le alegraba era que el sentimiento era mutuo, aunque Hyunjin no lo expresara con palabras, él podía sentir que era correspondido de todas las maneras posibles.
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Una venganza casi perfecta
Fanfiction❝Era un plan infalible, la venganza perfecta, hasta que me enamoré.❞ Ella está rota por dentro. Él ansía una cruel venganza. Y el culpable es el objetivo a destruir. Después de ser cruelmente dejada, con el corazón roto y la dignidad por los suelos...