Hyunjin miró el plato de comida que tenía frente a él y después se dio el lujo de observar el rostro orgulloso de su chico, quien se secaba las manos para después sentarse a su lado y mirar la expresión que tenía.
—¿Qué me dices?
—Por lo que veo sueles cenar bastante —tragó saliva y volvió a mirar el contenido del plato.
—Tu nana sólo tenía esto en la nevera — chasqueó la lengua y se acomodó como debía en la silla para empezar a cenar—. Mi padre me enseñó a hacerlo cuando tenía quince años.
Hyunjin tuvo que levantar la mirada para darse cuenta lo brillantes que estaban los ojos de Jeongin al hablar del señor Yang, podía sentir el gran aprecio que le tenía.
—¿Vas a cenar? —se miraron por unos segundos y Hyunjin se estiró un poco hacia el menor para darle un pequeño beso. Se separó con una sonrisa, alargándola al ver el rostro confuso de su amante—. Imbécil.
—Eres la primera persona, aparte de mi nana, que me cocina —cortó un trozo de aquella carne y se la llevó a la boca, saboreando. No estaba para nada mal, Jeongin sabía defenderse bastante bien en la cocina.
—¿Y tus padres? —preguntó el menor casualmente. Tuvo que reír con un deje de amargura, no podía evitar reaccionar así.
—Mi nana se encargaba de nuestra casa —probó el arroz y asintió dándole el visto y sabor bueno—. Mi padre solía trabajar mucho, desde los quince años, así que en ese aspecto lo entendía; no tuvo tiempo para aprender a cocinar.
—Como tú.
—Sí, además, agradezco que mi nana siga conmigo —le sorprendió el hecho de poder hablar de aquel tema tan tranquilamente, junto a Jeongin, sin sentir el típico temor de expulsar todo lo que su corazón tenía guardado desde hacía mucho tiempo.
—Entonces eres hijo único.
—No —rio levemente—. Tengo un hermano mayor, pero vive en Busan.
—Pensé que ROYAL era un negocio familiar — el menor siguió cenando, dándole una mirada pequeña de vez en cuando. Seguía sorprendido ya que solía perder el apetito cuando empezaba a hablar sobre su pasado.
—No. Minho y yo somos los socios mayoritarios —reafirmó algo que era totalmente evidente.
—Yunjin, tu nana, te quiere mucho, ¿No? —ambos se miraron—. Me refiero a que tendrá un vínculo especial contigo para no haberse ido junto a tu hermano mayor.
—No te equivocas —frunció un poco el ceño y bajó la mirada hacia su plato—. Ha hecho más el papel de madre que la propia Seulgi.
Jeongin detuvo el tenedor recargado de carne frente a sus labios, lo miró y se puso recto en la silla, apartando un poco el plato.
—¿Quieres hablar de ello?
—No —respondió rápidamente—. Tan sólo te he reafirmado lo que has dicho...
—¿Puedo? —cuando se pudo dar cuenta, Jeongin se encontraba a un costado suyo, preguntándole con la mirada si podía sentarse en sus piernas. Simplemente, asintió viendo como sonreía—. ¿Te molestaría que dijera lo vulnerable que te ves en estos momentos?
—No sé cómo he podido responderte a todo eso —picó la comida con los cubiertos y Jeongin se los arrebató para dejarlos sobre el plato, hizo que le mirara y le sonrió bonito nuevamente.
—El gran Hwang Hyunjin a punto de llorar.
—Soy humano, Jeongin —apartó la mirada con rapidez y se regañó así mismo por mostrarse de esa manera frente al menor.
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Una venganza casi perfecta
Fanfiction❝Era un plan infalible, la venganza perfecta, hasta que me enamoré.❞ Ella está rota por dentro. Él ansía una cruel venganza. Y el culpable es el objetivo a destruir. Después de ser cruelmente dejada, con el corazón roto y la dignidad por los suelos...