POV LAUREN
-Camila...no me dejes...por favor- rogué y negó con la cabeza- Yo no quiero estar con nadie que no tenga tu nombre, tu color de ojos, tu peinado, tu sonrisa...tus laVbios. No quiero estar con nadie que no haga las cosas como lo haces tú, que no me mire como tú, que no me trate como tú, que no me sonría como tú. ¡NO QUIERO ESTAR CON NADIE QUE NO SEAS TU!
Había tratado lo más fuerte de no llorar pero me era imposible, estaba bastante perdida por la morena de ojos chocolate y nunca dejaría que se fuera, jamás la dejaría alejarse de mi lado. Ella no dijo nada, parecía tener una lucha mental que la estaba consumiendo, tampoco me miraba, estaba mirando a la nada sin ninguna expresión en el rostro.
De pronto sentí miedo de que definitivamente ella ya haya tomado una decisión, pero se me ocurrió una idea- Toma mi mano y ayúdame a luchar por nuestra felicidad- le susurré y Camila seguía con aquella lucha mental. Saque un porro de Cannabis y lo encendí desesperada, perdiéndome en el humo de aquella droga.
De repente sentí una tibia mano agarrar la mía con fuerza, levante mi vista aquellos hermosos ojos chocolate que tenían una sonrisa en el rostro, baje la vista a nuestras manos juntas y no pude evitar tener una sonrisa en el rostro- Vamos a mi casa, Lauren- asentí y nos subimos a la camioneta.
-Ruffus, a casa de Camz- mi musculoso protector/amigo asintió y subió el cristal para darnos privacidad.
-¿Me das un poco?- Camila murmuró señalando mi porro y sonreí.
-¿Segura?
-Claro...-tomó el pequeño porro y dio una larga calada dejando el humo en su garganta por bastante tiempo para que el efecto Cannabis llegara. Compartimos las últimas fumadas y tire la bachicha por la ventana. Mire a Camila y le coloque un mechón travieso detrás de la oreja.
-Y... ¿Qué tal?- pregunte con cuidado y Camila se acercó más a mí.
-¿Qué tal, que?- me reí por su estado y sacudí la cabeza.
-¿Cómo te sientes?- sus hermosos ojos chocolate brillaron y se inclinó hacia mí.
-¿Esta mal que me encienda con tan solo verte bailar en la pista?- su voz apareció otra vez e instantáneamente sonreí cuando dijo eso. Ambas sabíamos que era inevitable. Iba a pasar; esta noche. Era claro desde el momento en que acepte quedarme en su hogar. Camila estaba dando el primer paso y sentí mi pulso acelerado de solo pensar en lo que iba a pasar.
-¿Cuan encendida?- le pregunte más específicamente y sentí que se movía. Sus labios mostraban una impecable sonrisa y se sentó a horcajadas sobre mí. Quería que me acostara pero la detuve poniendo una mano en sus clavículas. Sus ojos mostraban confusión ahora-Te hice una pregunta- le dije de la forma más sensual posible y vi como tragaba. Los ojos marrones fueron de confusión a emoción. Estaba muchos más cómoda con esto ahora y ella no era la única con experiencia.
-Hmmh... Como si fuese a explotar en cualquier segundo- me dijo suavemente y sus mejillas estaban ardiendo. Pero le gustaba, lo puede asegurar.
-¿Qué quieres que haga sobre esto?- le pregunte otra vez sin titubear y el pecho de Camila estaba subiendo rápidamente.
-Tócame...- me susurro y se mordió el labio tímidamente. Mis ojos estaban conectados con los de ella sabiendo el efecto que tenían sobre Camila; especialmente en momentos como estos.
-¿Dónde?- continúe y ahora se mordió el labio más fuerte.
-En este momento...donde quieras en realidad- la más joven me respondió casi con una vergonzosa sonrisa porque se estaba poniendo tan emocionada. Deje mis manos sobre sus rodillas, subí por sus muslos hasta que llegue a su camisa. Me senté mejor así podía subir la pieza de ropa bastante lento. Mis labios encontraron una de mis favoritas partes de su cuerpo y baje hacia la piel caliente de su cuello. Rozando la piel con mis dientes muy despacio, deje que mi lengua calmara el placentero dolor suavemente. Obtener su primer gemido era una victoria y lo celebre mordiendo un poco más abajo aún más fuerte.
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Sed de Venganza (Camren)
FanfictionNueva York, Manhattan. La vida es una mierda, pero esa es la parte de su encanto. Al tener una vida difícil después de tantas tragedias ¿Se puede despertar aquel sentimiento de Venganza que llevas dentro con el simple hecho de no poder recuperar lo...