ℂᴏ͙ɴ͙s͙ᴇ͙ᴊ͙ᴏ͙s͙ 𝐀͙ᴍ͙❦ʀ͙ᴏ͙s͙ᴏ͙s͙ 𝐴͙ʟ͙ 𝐄͙s͙ᴛ͙ɪ͙ʟ͙ᴏ͙ A͙ᴢ͙ʀ͙ᴀ͙ᴇ͙ʟ͙

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 12: ¿Cᴏ́ᴍᴏ sᴇ ᴇɴᴀᴍᴏʀᴀ ᴀ ᴜɴ ᴠᴇɴᴀ'ᴏ?

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Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 12: ¿Cᴏ́ᴍᴏ sᴇ ᴇɴᴀᴍᴏʀᴀ ᴀ ᴜɴ ᴠᴇɴᴀ'ᴏ?

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El cielo infernal dejaba de lucir su ya tan característico rojizo acaramelado para comenzar a tornarse de un color que era bastante parecido a lo que obtendrías de una mezcla con una muy placentera copa del frutal vino Merlot junto a el tan robusto y seco vino que era el Cabernet Sauvignon, indicándole a la población del infierno que la hora actual ya era avanzada, que yacían una nueva noche en el aborrecido castigo que les esperaría el resto de su existencia por los pecados que cometieron en sus vidas pasadas.

En el hotel Hazbin, mientras el cielo se oscurecía lentamente, Vaggie había dado la orden a todos de ir a sus aposentos, debido a que era tarde y ya habían terminado sus cenas, por lo que era tiempo de ir a sus habitaciones; ya sea para dormir o para desvelarse más cómodamente, pero sin salir de las recámaras que eran de sus pertenecías. Dado que el tiempo en el infierno mantenía varias diferencias con la tierra y el cielo; siendo una de estas sus atardeceres, los cuales ocurren en horas avanzadas. Mientras que en la tierra y en el cielo ya es de noche, en el infierno apenas oscurece.⁽¹⁾

Aunque, tiempo después de que se hubieran dado las indicaciones diarias de la antigua exterminadora, Azrael tuvo una grandiosa idea; lo que causó que actualmente se hallara corriendo por los silenciosos pasillos del hotel, siendo el sonido de las suelas de sus zapatos contra las marrones losetas del piso el único sonido que resonaba por toda la construcción.

El azabache corría por el entero lugar en busca de la ama de llaves del hotel, quien se ubicaba limpiando la sala principal una vez que el ángel la encontró; donde, al verla, extendió sus oscuras alas para bajar del balcón en el que estaba y volar hacia ella, dejando que algunas plumas negras cayeran en el aire con lentitud y suavidad.

¡𝙽𝚒𝚏𝚏𝚝𝚢, 𝙽𝚒𝚏𝚏𝚝𝚢! Exclamó con desesperación mientras se le acercaba.

La mucama hizo una pausa con su trabajo, volteando a ver al ángel de la muerte con una pequeña sonrisa.

¡𝙽𝚎𝚌𝚎𝚜𝚒𝚝𝚘 𝚝𝚞 𝚊𝚢𝚞𝚍𝚊 𝚖𝚞𝚢 𝚞𝚛𝚐𝚎𝚗𝚝𝚎𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎! Le dijo, tomando los hombros de la pelirroja y sacudiéndola con suavidad pero rapidez.

¿𝚀𝚞𝚎́ 𝚙𝚊𝚜𝚘́? Le preguntó entre risas, divertida ante la acción.

El de ropas oscuras no hizo nada más que susurrarle algo al oído, haciendo que la chica dejara caer el plumero que sostenía para acercarse las manos a la cara con una sonrisa de oreja a oreja.

Ambos intercambiaron miradas jubilosas, riéndose de manera macabra y frotando sus manos de una manera en que aparentaban tener una que otra intención maligna.

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Azrael tomó la perilla del frío y dorado metal para girarla y abrir la puerta de su cuarto, dejando a Niffty entrar antes que él, recibiendo una risita traviesa de la cíclope.

Una vez adentro, le indicó a la de vestido sentarse en su cama mientras él traía su cuaderno. Donde, después de encontrarlo, empezó a anotar algo mientras caminaba de izquierda a derecha en línea recta frente a su contraria.

𝙼𝚞𝚢 𝚋𝚒𝚎𝚗, 𝚎𝚜𝚝𝚊 𝚎𝚜 𝚗𝚞𝚎𝚜𝚝𝚛𝚊 𝚜𝚒𝚝𝚞𝚊𝚌𝚒𝚘́𝚗 𝚊𝚌𝚝𝚞𝚊𝚕; Comenzó diciendo. 𝚖𝚒 𝚑𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗𝚘 𝚑𝚊 𝚎𝚜𝚝𝚊𝚍𝚘 𝚖𝚞𝚢 𝚜𝚘𝚕𝚘 𝚢 𝚜𝚘𝚕𝚝𝚎𝚛𝚘 𝚙𝚘𝚛 𝚖𝚊́𝚜 𝚍𝚎 𝟽 𝚊𝚗̃𝚘𝚜, 𝚊𝚜𝚒́ 𝚚𝚞𝚎 𝚕𝚎 𝚌𝚘𝚗𝚜𝚎𝚐𝚞𝚒𝚛𝚎𝚖𝚘𝚜 𝚞𝚗𝚊 𝚙𝚊𝚛𝚎𝚓𝚊.