Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 58: Nᴏ ᴛᴇɴɢᴏ ᴛɪᴇᴍᴘᴏ ᴘᴀʀᴀ ᴜɴ ᴛɪ́ᴛᴜʟᴏ-

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ℂᴏ͙ɴ͙s͙ᴇ͙ᴊ͙ᴏ͙s͙ 𝐀͙ᴍ͙❦ʀ͙ᴏ͙s͙ᴏ͙s͙ 𝐴͙ʟ͙ 𝐄͙s͙ᴛ͙ɪ͙ʟ͙ᴏ͙ A͙ᴢ͙ʀ͙ᴀ͙ᴇ͙ʟ͙

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 58: Nᴏ ᴛᴇɴɢᴏ ᴛɪᴇᴍᴘᴏ ᴘᴀʀᴀ ᴜɴ ᴛɪ́ᴛᴜʟᴏ-



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Ligero aire salió de sus labios.

Después de haber tocado la puerta y ser atendido con un "pase", era su momento de entrar a la oficina.

Su hora había llegado, él estaba totalmente perdido.

Luego de años intentando que el tiempo enterrara sus problemas, finalmente se dignaría a dar la cara y tratarlos como se debe.

. . .

Aquello lo asustaba.

Él se había quedado congelado al instante en que obtuvo el permiso de entrar a la oficina. Los nervios se apoderaron de su delgado cuerpo e hicieron que empezara a temblar con un notable frenesí.

Una vez pusiera un pie en aquel lugar, ya no habría vuelta atrás, su vida y su forma de ver las cosas, él iba a cambiar junto a estas. Ya nada sería como antes.

Aunque podría estar exagerando, reconoce que a veces lo hace, pero eso no quita que él piense de esa manera, es algo que simplemente no puede evitar.

Al final, sobre-pensar las cosas es algo que lo ha llevado a muchos problemas, consigo mismo más que nada.

. . .

Prefiere no pensar en eso, al menos no en este momento; quizás luego, pero en estos instantes necesitaba controlar sus nervios.

Él pasó una mano por su frente, limpiando el frío sudor que era generado por esta poco después de que más aire fuera expulsado en un suspiro más relajado.

Luego de eso, el rubio llevó la misma mano a su pecho, sintiendo su agitada de respiración y el frenético ritmo de los latidos.

Realmente se encontraba nervioso.

Mucho diría yo.

Tanto que la opción de huir sonaba tentadora, pero ya no podía hacer eso. Aparte de que esto es algo que él realmente necesita.

¿De qué hubiera servido no dormir una noche entera para reflexionar y prepararse si al final iba terminar huyendo?

¡¿Dónde quedaba su desarrollo de personaje?!

Digo... yo Lucifer tenía miedo, claro que lo tenía, pero yo no había otra opción. Esconderse ya no le servía y sinceramente, tampoco era lo que él quería.

El rey solo desea una vida normal, no quiere tener más problemas ni seguir con los mismos. Ir a terapia es lo que necesita, por eso toma la perilla de metal con su temblorosa mano, sintiendo como su piel de porcelana hace contacto con el frío material del objeto plateado para abrir la puerta de madera.

Una vez adentro, Lucifer visualiza a Bianca sentada en una silla frente su escritorio, acomodando un par de papeles y guardándolos en uno de los cajones del mueble. Ella porta un semblante indiferente, pero inmediatamente curvea sus labios en una pequeña sonrisa tan pronto voltea ver el soberano.

𝙱𝚞𝚎𝚗𝚊𝚜 𝚝𝚊𝚛𝚍𝚎𝚜. 𝚃𝚘𝚖𝚎 𝚊𝚜𝚒𝚎𝚗𝚝𝚘 𝚎𝚗 𝚍𝚘𝚗𝚍𝚎 𝚚𝚞𝚒𝚎𝚛𝚊 𝚢 𝚊𝚌𝚘𝚖𝚘́𝚍𝚎𝚜𝚎, 𝚌𝚞𝚊𝚕𝚚𝚞𝚒𝚎𝚛 𝚌𝚘𝚜𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚕𝚎 𝚖𝚘𝚕𝚎𝚜𝚝𝚎 𝚙𝚞𝚎𝚍𝚎 𝚍𝚎𝚌𝚒𝚛𝚖𝚎. Le recibió cordialmente.

ℂᴏ͙ɴ͙s͙ᴇ͙ᴊ͙ᴏ͙s͙ 𝐀͙ᴍ͙❦ʀ͙ᴏ͙s͙ᴏ͙s͙ 𝐴͙ʟ͙ 𝐄͙s͙ᴛ͙ɪ͙ʟ͙ᴏ͙ A͙ᴢ͙ʀ͙ᴀ͙ᴇ͙ʟ͙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora