ℂᴏ͙ɴ͙s͙ᴇ͙ᴊ͙ᴏ͙s͙ 𝐀͙ᴍ͙❦ʀ͙ᴏ͙s͙ᴏ͙s͙ 𝐴͙ʟ͙ 𝐄͙s͙ᴛ͙ɪ͙ʟ͙ᴏ͙ A͙ᴢ͙ʀ͙ᴀ͙ᴇ͙ʟ͙

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 53: ¿Rᴇᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴀᴄɪᴏ́ɴ? Nᴇᴄᴇsɪᴛᴀᴍᴏs ᴀʏᴜᴅᴀ

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Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 53: ¿Rᴇᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴀᴄɪᴏ́ɴ? Nᴇᴄᴇsɪᴛᴀᴍᴏs ᴀʏᴜᴅᴀ

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¿En qué momento llegamos a este punto?

No, más bien..

¿Cómo llegamos a este punto?

Bueno... puede que la respuesta sea bastante extensa.

Quizás demasiado.

Así que lo mejor sería comenzar a explicar las cosas de una buena vez, yendo directamente con lo que en definitiva es más fácil de decir, el simple resumen de todo.

O, en otras palabras: Alastor está involucrándose en muchas cosas de las cuales nunca hubiera imaginado formar parte.

Empezando por el hecho de que se ha enamorado del rey del infierno, Lucifer.

Algo que fue tan inesperado como repentino, puesto que el demonio de la radio antes solía odiarlo con toda su alma.

Y si se preguntan como pasó esto, la respuesta es que nadie lo sabe.

O al menos él no lo hace.

Alastor siempre despreció el amor, tanto en su tiempo en el infierno como desde que estaba con vida.

El hecho de ver a las parejas se le hacía repugnante, nunca fue capaz de comprenderlas y nunca se vio interesado en intentar hacerlo.

Solamente era desagradable para él, ya que no puede entender como es que alguien podría sentirse atraído ante otro individuo de una manera como la que el romance cuenta. Y, aparte de extraño, no era algo que le llamara la atención o encendiera la fuerte llama de su curiosidad.

Jamás fue algo de su interés, solo se trató de un dulce el cual no le llamó la atención debido a su gran disgusto ante el sabor del azúcar.

Además, Alastor no solo odiaba el romance, sino que para él el hecho de tener relaciones no era nada más que algo completamente inútil.

Durante toda la estadía que tuvo en el mundo humano, su soledad era lo único que el locutor necesitó.

Su soledad y su madre, la única mujer (y persona) a la cual llegó a amar durante toda su vida.

Aquello era lo único que el moreno necesitaba, nada más. Y el intentar mantenerse de esa manera fue lo único que le importó en ese tiempo.

.  .  .

Pero al final, únicamente la soledad permaneció a su lado, lo que creó un desprecio aún más grande hacia las relaciones de cualquier tipo.

Pero en especial a las románticas.

Todos a su alrededor alardeaban y alardeaban del amor, haciéndolo al punto de tomar aquella palabra para referirse únicamente a las parejas y a los enamoramientos, como si ese fuera el único tipo de amor cuando las cosas no son así.

Simplemente escucharlo en todos lados hizo que él se hostigara y sintiera un gran desprecio hacia este tipo de estado.

Algo que perduró por muchos pero que muchos años.

...hasta la actualidad, en donde se ha vuelto un enamorado perdido.

Cosa que (hasta donde sabe) nadie se esperaba.⁽¹⁾