ELYSIA
—¿Qué tal me veo?
No dejo de dar vueltas frente al espejo buscando algún detalle fuera de lugar.
—¿No que sólo es una salida tonta y nada más? —habla Ivy y junto a su hermana comienzan a reír.
—Eso es lo que es, pero tampoco dejaré de verme bien así como si nada.
Deslizo las manos por sobre la tela a lo largo de mis caderas y giro hacia ambas mujeres que me observan con una gran sonrisa.
—Vas hermosa, hija —la hermana de Abi se levanta para caminar hacia mí y tomándome la cara entre sus manos deposita un beso en mi frente —. Te aseguro que esta noche atraerás a más de uno con tu presencia y dejarás a ese empresario babeando.
—No lo niego, estoy nerviosa —suelto el aire que llevo reteniendo desde la tarde —. Nunca antes hice esto, jamás tuve una cita o algo parecido.
—Para todo está la primera vez, querida. Tómate el tiempo de disfrutar y darte tu propio espacio fuera de la rutina como madre.
En ese instante el sonido del timbre hace eco y seguido voces masculinas en el piso de abajo. Mis nervios van en aumento con el paso de los segundos.
—Mi hermana lleva razón, Ely —añade Abi colocándose en la puerta para bajar —. La pequeña estará en perfectas condiciones y ya está volviendo a dormir con normalidad. Desaloja todo tipo de pensamientos negativos y aprovecha la noche.
Con todo el cuidado de no caer rodando escaleras abajo doy cortos y temerosos pasos hasta llegar al último escalón. Levanto la vista encontrando sus ojos marrones mirándome como si fuese lo más increíble jamás visto. Lleva un traje completamente negro a su medida, el cabello libre de fijador y la barba finamente rasurada haciéndolo ver atractivo.
Por favor, que las apariencias no traicionen mis pensamientos.
—Oye bien, niñato —puntualiza Manule con tono rígido y coloca la palma sobre su hombro con notoria fuerza —. La quiero de vuelta a las doce. ¿Estamos?
La cara de Brayden se vuelve una mezcla entre sorpresa, burla y dolor debido a la presión que comienza a ejercer el hombre donde su mano está colocada.
—Manuel, por favor —interviene su mujer en medio de risas —. Ambos son adultos, deja de ser quisquilloso.
En medio de una casi sonrisa nerviosa me desplazo hasta quedar hombro con hombro a él. Con pena miro a mis pies dentro de esos incómodos tacones de miles de tiras, aprieto la mano libre aferrándola al vestido y por el rabillo del ojo noto como su sus dedos acarician el dorso de mi mano, como si estuviese notando mis reacciones nerviosas y quisiera calmarme.
—Debemos irnos —interrumpe la pequeña pelea sin sentido de Manuel y Abi —. Si no les molesta, pido a su hija prestada por esta noche.
Se lleva una mirada amenazadora por parte de Manuel y Frnak, quien aparece bajando del segundo nivel de la casa.
—¿A dónde te la llevas, muchacho? —se suma quien no se sabe si es mi padre aún. Nos mira con ojo crítico, eso aumenta miles de niveles a mi sistema nervioso que a la vez es calmado por las caricias leves del castaño.
—Eso es una sorpresa para ella, señor. No me haga estropearla así.
—Ya basta de interrogatorio y preguntas absurdas —intervengo tomando la mano de Brayden para salir fuera —. Sólo les pediré que cuiden bien de mi hija, regreso en unas horas.
Por fin estábamos fuera de la casa y me permito regular el ritmo de mi respiración. Debo parecer una adolescente la cual tendrá su primera salida con un chico y eso en parte es cierto al ser mi primera vez en una dichosa cita. Él no menciona nada sobre lo sucedido hace segundos, solamente se dedica a abrir la puerta del auto para mí y al estar en marcha a quién sabe donde, se decide por hablar.
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Summer Fluke ✓
Romance[En edición] [Libro #1] Bilogía Summer Loves Elysia sabe lo que es estar bajo los constantes golpes de la vida siendo madre soltera, y Brayden cree que lo tiene todo viviendo en una relación sin amor, cuando en realidad no tiene consigo lo único que...