CAPÍTULO 27. Sé mía

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ELYSIA

Le voy a contar y estará muy contento, claro que sí.

¿Y si me rechaza?

Deja de pensar en eso. Él no es Adrian, es mucho mejor.

¿Por qué se siente como si estuviese guardando un secreto de estado?

Esto es abrumante.

Al entrar en la sala del hospital mis nervios se disparan a tal punto que no sé si sudo por lo nerviosa que estoy o por el calor. Llego al final del pasillo encontrándome a Bárbara con una sonrisa.

—Vamos, ven aquí —me acerco con más rapidez a ella —. Pensé que no estarías a tiempo, él quiere compartir este momento contigo.

No sé de qué me habla, no hasta que entramos en una habitación infantil y a Brayden le es entregado su hijo en brazos. En su cara se ve una gran felicidad que no puede ser descrita y al verlo tan emotivo me dan ganas de contarle que volverá a ser padre.

—Hace un momento salieron los resultados de la prueba y es positiva —al hablar, en sus ojos se asoman las lágrimas —. Es mi primer nieto, ahora sólo faltas tú.

—¿Y-yo?

—Pasaron todo un fin de semana solos, es evidente que algo ocurrió allí —su mirada pasa de ser dulce, a una más indagatoria.

¿Por qué esta mujer me pone tan nerviosa con sus comentarios tan directos?

—S-sí pasó, pero no voy a entrar en detalles.

—¿Estás embarazada?

—¡No! No... bueno sí —digo con rapidez —. ¡Pero no le digas a Brayden!

—No le diré nada porque eso es algo que a ti te corresponde. Pero en cuanto se entere te acompañaré a todas las consultas —se alabanza sobre mí para abrazarme con tanta fuerza que creo, hasta el bebé lo sintió —. Nada en esta vida me hace más feliz que ver a mi hijo con la mujer que quiere de verdad, tú eres muy especial para él y lo serás más al saber que le darás un hijo.

—Yo sé que será un padre excepcional. Supongo que con Kalena ha tenido la práctica suficiente.

Las dos reímos a la par. Brayden se acerca a nosotras aún cargando a su hijo y de cerca se ve el parecido que ambos llevan.

—¿Ya has escogido su nombre? —pregunto sin dejar de ver al pequeño en sus brazos.

—Hace un rato preguntaron y dije el primero que me vino a la mente. Elion Beck Harrison, debo guardar respeto, así que también lleva el apellido de Lina. Pero no suena mal.

Se queda mirando a su hijo por más rato hasta que comienza a verlo de manera extraña.

—¿Está respirando? Es que no se mueve.

—Claro que respira, Brayden —dice su madre y se lo quita de los brazos para sostenerlo ella —. Pasaré un tiempo con mi nieto para que su padre tenga un respiro.

—No necesito un respiro, mamá. Déjame estar con él...

—No me contradigas, ya tendrás tiempo suficiente con él. Ahora ve, Elysia tiene algo que decirte.

¡¿Por qué es tan...?!

Lo agarro del brazo para así alejarnos un poco. Otra vez estaba nerviosa, pero no lo pospondría más o llegaría el momento en que mi barriga comience a notarse y me veré como la mentirosa.

—¿Qué es eso tan urgente que dice mi madre que debes decirme?

Su mirada está tan inmersa en mi rostro que me cuesta sostener el contacto visual. Lo que me obliga a mirar mis zapatos.

—¿Q-Qué tan difícil crees que sería escoger un segundo nombre?

No quería ver su reacción. En parte me asustaba.

—¿Me estás queriendo decir que...? —me decido a verlo. Parpadea varias veces, sus ojos estaban húmedos —. ¿Es cierto?

—¡Si! Sí lo es —yo tampoco me podía evitar el sentirme emocionada. Por lo que mi reacción es abrazarlo, siendo correspondida con mayor ímpetu —. Hace unos días lo comprobé y sé que debí contarte antes, pero sentía miedo de cómo ibas a reaccionar.

—Sé que a veces puedo ser un hombre con edad mental de un adolescente, pero créeme que jamás te dejaría sola. Tener una familia con la mujer que quiero, lo es todo para mí.

Nos separamos y limpio las lágrimas que cayeron de mis ojos.

—No rebatiré lo que haz dicho porque sí te comportas como tal.

Lo veo arrodillarse frente a mí y me quedo sin palabras al verlo sacar de su bolsillo una pequeña caja que al abrirla muestra un anillo que evidentemente es de compromiso.

—Yo sé que no es el momento ni el lugar para esto, y tampoco quiero que pienses que te haré la propuesta por la noticia que me has dado —me encontraba llorando otra vez. Eran las estúpidas hormonas, también el revuelo de mis emociones —. Como tampoco me importa estar haciendo el ridículo, sólo quiero pedirte que seas mi esposa, Elysia. Que seas mía, mi mujer, la madre de mis hijos y mi compañera de vida.

—¡Sí, sí quiero! —suelto el grito con felicidad.

Con sus manos temblorosas coloca el anillo en mi dedo. Une sus labios a los míos, dando paso a un beso intenso e incontenible que de algún modo me hace sentir como si fuese el primero.

—¿Cuándo podremos saber qué es? —sus dedos dejan roces en mi vientre, ya un poco notorio si se hace fijación.

—En unas semanas saldremos de duda. ¿Tú qué quisieras?

—Una niña estaría bien, pero tener otro niño tampoco me desagrada.

Volvemos donde Bárbara, ella seguía disfrutando de estar con Elion, tanto así que no se da cuenta de nuestra llegada.

—Siempre he tenido curiosidad de saber de dónde viene tu apellido —sus palabras me llevan a recordar ese libro de cuentos que fue el único regalo que recibí de todos mis cumpleaños.

—Tenía un libro favorito y la protagonista llevaba ese mismo apellido. Me gustó tanto que decidí usarlo desde que cumplí los dieciocho y hasta ahora lo llevo, pero en mi acta de nacimiento estoy registrada por los apellidos de mis padres.

—Elysia Beck suena mejor. ¿No lo crees?

—No lo niego, sí me gusta.

—Pues se hace necesario que te vayas acostumbrando porque egoístamente ya eres mía y nadie lo va a cambiar.

—Te quiero —le digo de repente.

—¿Qué?

—Te quiero.

—Eso lo he escuchado, pero yo no te quiero —lo miro confundida —. Yo te amo.

💙🌊

Nada que decir, yo digo que son 2 bebés.

Estos días estaré actualizando seguido ya que son los capítulos finales. A lo mejor deje el capítulo en horas de la madrugada, pero lo dejaré sin importar la hora que me tome acabarlo.

También habrá un adelanto del segundo libro.

Nos leemos mañana.


Besukis 💙

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