CAPÍTULO 25. Entre la vida y la muerte

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ELYSIA

Él estaba devastado, dolido y se veía tan vulnerable que por un momento no parecía ser él mismo. Había recibo una llamada suya en medio de un llanto silencioso y dejé lo que hacía para estar junto a él, su situación ahora mismo no era para menos; tenía a su hijo que no sabía si llegaría a nacer y Lina que se encontraba entre la vida y la muerte.

La sala de espera se mantenía silenciosa, excepto por el constante ruido de los pasos de la madre de Lina. Del tiempo que había pasado aquí, ningún doctor se había acercado a dar al menos una explicación o decir el estado en que estaba Lina y eso tenía a todos más ansiosos. Por mi parte no me mantenía tan cercana a Brayden, ya que de algún modo u otro él aún seguía siendo su esposo y no me atrevía a causar un problema mayor para perturbar a su madre. Así que estaba unos asientos más alejada para no causar comentarios. Me distraigo unos segundos mirando a las personas pasar cuando veo que la familia de Lina se va rumbo a la cafetería y Beck deja su asiento para pasar a mi lado haciendo una seña para seguirlo.

Entramos en el baño y pasa el cierre a la puerta, dejándose caer al suelo sin poder contener algunas lágrimas. Al sentarme a su lado se abraza a mi cuerpo con firmeza e intento brindarle un poco de esa seguridad que busca.

—¿Crees que ellos lo logren? —dice bajo un susurro casi inaudito.

—No quiero darte falsas esperanzas, pero eso ahora no depende de nosotros —se vuelve a sentar recostado a la puerta y me da una mirada que parece estar herida —. Lina es fuerte y debes confiar en que ella podrá superarlo.

—¿Y si no es así? ¿Qué haré yo con un bebé al que tendré que cuidar solo? Todavía no sé con certeza si es mío —se sacude el cabello con molestia. Seguido tapa su rostro dejando que sus lágrimas surjan —. Esto es un desastre, mi vida es un completo desastre que no tengo idea de cómo arreglar.

—No quiero que pienses así porque no es verdad lo que dices. No todo va a salir mal porque así lo ves en tu cabeza —hago que quite sus manos de su cara — Y si te sirve de consuelo, Kalena ha dicho "papá".

De un segundo a otro su rostro borra la expresión triste para volverse una un poco más iluminada.

—Eso es un gran consuelo detrás de todo este momento de mierda. Igual ya venía siendo hora de que algo así sucediera.

—Ella está muy mal influenciada por ti, pero ya no hay mucho que hacer. También creo que debo darte las gracias por intentar ser una figura paterna para ella —agarro su rostro para besarlo, siendo correspondida —. Debemos volver afuera o comenzarán a crearse dudas.

—No ansío nada más que llegue ese día en que pueda llevarte conmigo a donde sea sin tener que ocultar la maravillosa mujer que tengo a mi lado.

Volvemos al corredor que lleva a la sala de espera.

—Sonará raro viniendo mí, pero también deseo estar contigo sin tener que ocultar que soy feliz estando a tu lado.

Deja un último beso en mis labios antes de volver. Regreso un rato después, encontrando a lo que parece ser una de las obstetras que atiende a Lina.

—Sólo díganos si mi hija está fuera de riesgo —ruega la mujer, a lo que la doctora niega.

—Estas noticias pueden ser difíciles de asimilar, señora —la madre de Lina la ve con terror en su mirar —. Pero tanto su hija como su nieto corren riesgo, por lo que necesitamos su aprobación.

Todos nos quedamos con la misma mueca de duda sin saber a lo que se refiere.

—¡¿Aprobación para qué?! ¡Yo sólo quiero a mi hija y a mi nieto, sanos —esta cae en los brazos de su esposo, quien la deja recostada y vuelve para hablar con la doctora.

—Es su única hija y no es fácil para ella —habla el señor Abel.

—Y no es para menos, señor —continúa la mujer vestida de blanco —. Su hija necesita dar a luz cuanto antes, cada segundo cuenta tanto para ella como ese bebé. No habrán muchas posibilidades si esperamos una hora más, por lo que necesitamos saber si nuestra prioridad sería la vida de su hija o la del bebé.

Todo parece quedarse en silencio tras escuchar eso. No era una decisión fácil ni siquiera para los propios médicos, que intentaban hasta lo último por salvar a ambos.

—Haga lo imposible por mi hija, será algo doloroso para ella. Pero su vida está primero —Abel sonó decidido con su respuesta.

Pero no era lo que al parecer Beck tenía en mente.

La mujer afirma y vuelve a la habitación donde Lina se encuentra.

No me atrevo si quiera a mencionar nada cuando soy toda una extraña en todo esto y uno de ellos está a punto de perder lo que sería su razón de vida, sumando a unos padres que posiblemete perderían lo que más aprecian. Nadie quiere pasar por un momento así en su vida y es cuando te quedas pensado en que todo ocurre en cuestión de segundos.

Las horas corren, los minutos parecen eternos y los segundos se hacen interminables. No se había recibido ninguna otra noticia y hasta yo comenzaba a ponerme nerviosa.

No es hasta que la misma doctora con la ropa ensangrentada regresa y por su cara se ve que algo no ha salido como se esperaba. Al instante Lara comienza a ponerse nerviosa, así como su esposo y Brayden, que con cautela entrelaza su mano a la mía.

—No me gusta dar estas noticias, pero lamento decirles que no pudimos hacer nada por su hija —con esas simples palabras se siente como si el mundo se detuviera, cuando ni siquiera me involucraba la situación —. Su presión arterial subió a números muy elevados, pero al llegar el líquido amniótico a su sangre, fue imposible hacer algo.

—¡Usted está mintiéndo, mi hija está viva! —grita Lara, quedándose sin voz —. ¡Quiero verla!

—¿Puede llevarnos con ella? —pregunta Abel en un tono tembloroso, a lo que la mujer asiente. Otro médico los guía a la habitación.

Brayden no soltaba mi mano, ni dejaba de presionar tal cual niño pequeño.

—Usted puede pasar con su hijo si gusta —la sonrisa que le da la mujer en medio de las palabras parece reconfortarlo —. Al haber nacido mucho antes del tiempo establecido sólo podrá verlo mediante la incubadora, así será durante unas semanas.

—¿Es un niño? —pregunta sin creerlo.

—Y con una condición muy buena para su nacimiento apresurado. Dentro de poco comenzará a recibir alimento y podrá respirar por sí solo.

BRAYDEN

Sigo los pasos de la mujer hasta una gran pared de cristal que deja ver varias incubadoras con bebés, entre esos, mi hijo.

Estaba feliz, demasiado emocionado para pensar en algo más que no fuera ese pequeño ser que logró sobrevivir. Sentía una inmensa pena por Lara y Abel, en sierto modo también compartí años de vida con su hija y como tal debía mostrar respeto. Pero ahora mismo me sentía tan eufórico que no tenía mente para pensar en otra cosa.

Se cuerpo se ve pequeño y frágil, tanto así que sentiría miedo de tocarlo y hacerle daño. Aunque no supiera con exactitud si de verdad era su padre, sentía que él era toda una responsabilidad para mí. Una que sin lugar a dudas estaría dispuesto a aceptar.

🌊💙

Lo siento, me dejé llevar y no actualicé más por aquí. Pero también se me ha hecho muy difícil juntar ideas para estos capítulos.

No se si les gustó, yo espero que sí. <3

La bitch de Lina no debía irse así..... así sin conocer a su beibi, pero es lo que toca por la libreta.

Besukis 💙

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