CAPÍTULO 15. Tener suerte no es lo mío

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BRAYDEN

—¿Qué le viste a ella?

—Todo lo que tú no, de eso estoy seguro, Brayden.

Me paso las manos por el rostro sin delicadeza y soltando un bufido a modo de protesta y molestia.

—Deja de hacer de macho celoso —se ríe burlesco —. ¿Desde que la conoces le has preguntado qué le gusta, cómo se siente? ¿Al menos le preguntaste alguna vez qué le preocupa?

—¡Deja de hablar sin saber!

—Baja la voz si no quieres que tu mujer se entere que vas detrás de la atención de otra.

Respiro para calmarme y volver a hablar.

—Yo he cuidado a su hija cuando se ha sentido agotada. He dejado a mi mujer plantada por ir con ella aunque no me haga caso y me jode la vida ver que el desgraciado que tenía como novio le haya hecho tanto daño.

—¡Y eso no es todo! —da un paso al frente —. Esa mujer sufre y no lo ves. ¿Crees que ella no le hace frente a tus supuestos encantos porque no le atraes? —con la palma me da un golpe en la cabeza, lo miro con soberbia —. Abre las entendederas. Ella no necesita a alguien que la quiera a medias, esa mujer necesita a alguien que la comprenda, quiere a alguien que le de el cariño que ese no le dio.

—¿Ya acabaste? —su presencia comienza a incomodarme.

—¿Irás a verla?

—Eso no te importa.

Me decido a ir por un trago que calme mis ganas de reventarle la cara a mi primo y a medio camino me encuentro a Lina muy sonriente.

—¿A qué se debe tanta sonrisa?

—¿Acaso no tengo derecho a estar feliz en un día como este? —su contesta no sale con gran amabilidad pero igual eso no quita la sonrisa de maniática que trae —. Hoy es mi primera cita con la obstetra y veré que tal está el bebé.

¡Mierda, lo había olvidado!

¿Aún querrá que la acompañe?

—No te molestes en excusarse, he llamado a Elysia para que venga conmigo y así después pase a cenar —planta un beso seco en mis labios y sigue su camino.

Miro el vaso a medio servir y lo bebo de un solo trago. Pienso servir otro y dejando la botella a mitad de camino le coloco la tapa para devolverla al estante.

Ella vendrá, no me puede ver borracho. La última vez hice algo que no le gustó del todo.

Voy a la sala de estar otra vez con Kaden y escojo la oportunidad para cambiar el tema de conversación. Su interés en ella es más que claro y no voy a dejar que un pelele como él venga a quitarme lo que tanto trabajo me está costando conseguir.

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Una conversación tranquila con Kaden es imposible de mantener ya que nos la pasamos chocando con cada palabra y mis ganas de devolverlo a Estados Unidos aumentan. Así estuvimos las pasadas dos horas hasta que encontró su antigua consola de videojuegos rebuscando en mis cosas y yo me fui a mi oficina para así adelantar algo de trabajo y finalizar algunos diseños que tenía pendiente.

Ellas habían regresado de la consulta y Lina estaba mucho más alegre que al salir y emocionalmente más inestable que nunca. Le habían hecho su primer ultrasonido y había pasado antes a enmarcar la pequeña foto, siendo sincero no sentí tanta felicidad como ella pero admito que algo dentro de mi hizo cortocircuito al ver ese diminuto punto negro. La rubia y ella al parecer habían adquirido más confianza y esta primera ya se paseaba por mi casa sin mostrar vergüenza ya que según ellas estaban preparando el jardín posterior para cenar allí. Así que como el gran disimulado que soy me senté cerca de donde pasa Elysia y así mirarla al pasar junto a mí.

Como era de esperar, no me puso ni el mínimo gramo de atención. Ni siquiera una mirada de esas tontas que le da a Kaden cada que le habla, todas eran frías.

La ratona no estaba, así que me tocó irme con Kaden a la sala para intentar ganarle como en la etapa en que éramos adolescentes. Sin tener a la suerte de mi lado acabo perdiendo todas las partidas terminando con una gran humillación por parte del memo de mi primo. Al estar la comida somos avisados por mi esposa, estando frente a la mesa veo más platos juntos que en casa de mi madre en los días festivos.

Al parecer hay alguien que se toma en serio la celebración del embarazo.

Pero que sepa que mi bolsillo no se toma muy bien los gastos.

Por "respeto" a Lina le dejo el asiento cercano de Elysia a Kaden y yo me voy al lado de la pelinegra que no deja de parlotear sobre todo lo que ha comprado y las ideas que tiene para el cuarto de la criatura que espera. Para no parecer tan lanzando le sigo la corriente y por el rabillo del ojo veo como esos dos hablan entre sí dándose miradas que a simple vista demuestran algo más.

—Kaden, ¿cuando regresaste? —los interrumpe Lina y es la única acción inteligente que ha hecho en su vida —. Tu tía me estuvo hablando sobre que ya tienes tu propio restaurante.

—Regresé hace un mes pero estuve muy ocupado en la apertura y ya que está todo en marcha me estoy dando un respiro —de un segundo a otro su cara pasa de ser neutra a maliciosa —. ¿Tu esposo no te contó que ya fue a visitarlo?

¡Hijo de puta tiene que ser! Aunque igual viene de familia.

—¿Amor, por qué no me dijiste? Bueno, ahora podemos escoger un día y así pasarnos todos juntos —mira en dirección a ellos que se mantienen muy cercanos —. Querida, también puedes venir, puedes traerte a Kalena y que Kaden cocine para nosotros.

Tomo el vaso de agua frente a mí y me lo empino para no soltar un mal comentario que arruine todo.

—¿Vendrás? —le pregunta él aprovechándose de su cercanía y ella le corresponde con una sonrisa leve pero provocativa —. Puedo preparar ese plato que tanto te gustó la vez pasada.

Un buche de agua se me va haciendo que me atore y tosa como si me hubiese tragado algo. Mi primo no se escapa de las dagas que le tiro con la mirada, eso le saca una sonrisa triunfadora. Lina me quita el vaso de las manos y da golpes en mi espalda hasta que pasa el mal momento.

—Amor, bebe despacio. ¿Qué dices, Elysia?

—Por supuesto.

—El viernes en la noche será —la pelinegra aplaude con emoción —. Así podemos aprovechar el sábado para pasar a casa de tu madre, ¿qué crees, amor? También le hablé sobre Elysia y quiere conocerla.

—Lo que tú quieras, linda —beso el dorso de su mano mostrando el cariño que no le tengo —. Después de todo ella ya es como de la familia.

La mencionada me mira al momento echando fuego por los ojos y eso me da satisfacción. Ella se quiere mantener lejos pero yo haré de ese deseo, todo lo contrario.


💙🌊

Visita por adelantado a la suegra, eso no se da todos los días jejeje.

Creo que capítulo algo corto pero mis neuronas están quemadas y esto fue una guerra entre ellas y el teclado.

Todavía no queda claro quién es bueno ni quién es malo pero... pero nada. Ustedes decidan.

Besukis 💙

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