4. Mi bocota y yo.

537 22 1
                                    

Narra Barbara.

Rompí en silencio en la oscura y silenciosa sala de Slytherin y Theo se acercó un poco a mi, sin ninguna expresión en el rostro.

Me voy a morir.

— Barbara. — Dice mirándome como si estuviese esperando que yo dijese algo.

Si, me voy a morir.

¿Que se supone que iba a decir? "Oye por que actúas así conmigo si apenas te conozco tonto"
Hablaba para mi misma en mi mente, luego volví a mi realidad y pase saliva. Me estaba poniendo nerviosa no sabía que decir, y efectivamente la cague.

Lo normal en mi.

— Necesito tu ayuda.. — El me miraba algo confundido, — Yo... Necesito ayuda con mis clases de pociones, la profesora me dijo que viniera contigo.

Maldije mentalmente al oírme a mi misma decir eso, ¿Tengo que ser tan idiota? Casualmente si, siempre era tan idiota.

Tonta, tonta, tonta.

El alzó una ceja con algo de confusión y se acomodó el cabello, — Esta bien, te ayudare... — Vuelve a verme, — Esta noche, en la biblioteca. Casualmente.
Lo dijo con un tono algo dominante mientras sus ojos se posaban en los míos.

Estaba haciendo esa mirada que siempre hacía, algo coqueta y fija. Fría..

Al oír eso le di una mala mirada y asentí, — Esta bien.. Theodore. Te veo allí.

No lo dejé hablar cuando de inmediato salí de ahí analizando por qué por mis putos nervios le pedí eso, justamente llevaba todo el día huyendo de esa idea. Me dirigí hacia la sala Hufflepuff encontrándome a Leila sentada con un libro.

Okay Barbara, se sutil.

Debía decirle la semejante cagada que había cometido.

— Leila... La cague. — Dije acercándome a ella.

Ella se quita los lentes como una madre preocupada y cierra el libro posando su mirada en mí esperando que hable.

— Estaba buscando a Draco para preguntarle por lo que sucedió y me encontré a Theo en la sala de Slytherin solo... — Dije jugando con mis manos e hice una pausa, sabría que me venía un regaño, merecido. — Entonces no supe cómo enfrentarlo y los nervios me traicionaron y... — me quede callada.

Leila alzó más las cejas dándome una mirada juzgadora, debieron pasar miles de ideas por su cabeza.
No me mates por favor.

—¿Y luego?

Me mordí el labio un poco en frustración e hice una mueca, — Y Yo le pedí que me ayude con las clases de pociones por que la profesora me mandó con él y me dijo que nos veamos en le biblioteca en la noche. — Hablé lo más rápido que pude, sin pausas.

Leila me aventó un libro, —¡Estas loca! — Gruñí por el golpe del libro y algunos alumnos que estaban allí se quedaron mirándonos a ambas.

— No pude evitarlo.. — Hablé en voz baja, — Me sentía muy nerviosa, esa sala es oscura y rara.

Me estaba justificando, cualquiera en mi posición haría lo mismo.

O al menos eso creía yo.
— ¿Vas a ir? — Me pregunta acomodándose los lentes.

Yo jugué con mis manos de nuevo negando con la cabeza, — No se... ¿Crees que pase algo?

No sabría que podía pasar, nisiquiera sabía que intenciones tenía ese chico tan raro conmigo.

Debilidad (+18)  - Theodore Nott y la chica Riddle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora