13. "Pelea de almohadas"

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Narra Barbara.

Luego de que Mattheo se fue, me quede pensando un rato mientras miraba las estrellas. ¿Debía ir a buscarlo?, tal vez él merecía una disculpa.

Por el asco que he sido con el.

Saliendo de mis pensamientos por fin salí de la torre de astronomía, sabía que Theodore debía estar por el colegio, no era tan tarde. Camine por varios lugares hasta que pensé en el único que me faltaba.

La biblioteca.

Hacia algo de frío pero no estaba lloviendo, aunque si tenía pinta de querer llover. Al llegar a la biblioteca la puerta estaba entre abierta y supuse que él estaba allí.

Pase y observe, estaba vacía... Mis ojos buscaron hasta encontrarlo, sentado, tenia algunas heridas con sangre seca en su rostro. Al verme alzó su mirada, se veía deprimente. Algo se rompía dentro del mi al verlo así... ¿débil? No sabía como tomármelo..

Me acerqué él sin decir nada, algo nerviosa y quede en frente de él, él estaba sentado pero aún así estaba casi a mi estatura.

No había que decir nada.

Sentía que su mirada me hablaba, estábamos callados... pero no era un silencio incómodo. Era un silencio con tensión, se oían nuestras respiraciones, mire sus ojos grises deprimidos y cansados, su mirada estaba fija en mis ojos y de un momento a otro me tomó de la cintura acercándome a él, me sentí nerviosa cerca de él nuevamente... y a la vez tan segura.

Nuestros labios se unieron en un beso, intenso, apasionado. Nuestros labios jugaban como si encajaran a la perfección, su mano pasaba a mi espalda acercándome más a él, era un beso lleno de adrenalina, tentaciones. Nuestras respiraciones se agitaban y yo estaba sobre sus piernas, finalmente sentía que me faltaba el aire y me separé quedando a centímetros de su rostro. Podía oír el sonido de la lluvia empezando a caer fuera del colegio, dándole un toque a la situación.

— Theo..

El me interrumpió, — No digas nada.. — Me miro.

— ¿No curaste tus heridas? — Pregunté algo preocupada.

—¿Por que lo haría? — Su voz grave y baja me hablo.

Él no se veía nada bien, se veía muy agotado y deprimido.

— Se pueden infectar.. — Lo mire claramente preocupada. — Déjame ayudarte.

—¿Por que quieres ayudarme..? — El me mira algo frustrado, —¿Por que viste que Lorenzo es un idiota y no hará ni la mitad de las cosas que yo haría por tí?

Sus palabras me dolieron...

— Theo...

El desvío la mirada, — Te dije que no hablaras... — Hizo una pausa, — Por un lado quería que tú te dieras cuenta de como era el... Pero tuve que demostrártelo.

Pase saliva, — Sabes que no quería estar con él..

— Aún así lo estabas. Barbara tu eres mía. — Dice mirándome a los ojos, — Nadie te hará sentir como yo lo hago, ninguno de esos idiotas lo hará, solo yo.

Sus palabras hicieron mi cuerpo temblar levemente, un erizo invadió mi piel. No podía decirle que no o negar algo, odiaba que cada vez que él me hablaba así no podía decir ni una oración.

— T-Theo..

Él sonrió de lado y soltó una risa casi in notable, — Ayúdame con las heridas... al menos.

Suspire aliviada, — Gracias por defenderme hoy.. — Le sonreí un poco y me levante, — Vamos a la enfermería.

Él se levantó y caminó a mi lado hasta llegar a la enfermería, el camino fue silencioso, pero no era un silencio incómodo.

Debilidad (+18)  - Theodore Nott y la chica Riddle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora