5. "Intento que seas mía"

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Narra Barbara.

Llegue a la puerta de la biblioteca, estaba intentando calmar mis nervios para no decir alguna estupidez mientras seguía parada allí, la puerta estaba entre abierta.

Se oye una voz desde adentro masculina y ronca, —¿Te vas a quedar ahí toda la noche?

Theo.

Maldije mentalmente al oír su voz y decidí pasar, estaba sentando en una se las mesas con algunos libros en esta y tenía uno abierto. Sonreí de lado ligeramente y me acerqué sentándome en el asiento de en frente.

El me estaba mirando desde que entré hasta que me senté, analizándome con la mirada.

Esa mirada que tanto empecé a detestar.

—¿Por que tan lejos? — Pregunta alzando una ceja algo confundido.

Negue con la cabeza, — Por que si.

Él se encogió de hombros y asintió, — Bien... ¿Que necesitas que te explique? — Dice mientras me mira aún, con un semblante serio y calmado.

Saque una de mis libretas y se la pase junto al libro de las clases que estábamos viendo en pociones. — Es eso.

Al tomarlas sus manos rozaron con las mías y me le quede mirando, luego separó sus manos y empezó a revisar estos concentrándose en ellos. Se oía el sonido de las gotas caer y la lluvia fuera del colegio.

– Podrías tener mejor letra.. — Dice sin mirarme y le doy una mirada asesina, y parece que él se da cuenta de mi mirada, — Solo decía, amargada.

Me quede callada esperando que terminara de revisar mis libros y agarre uno de los que él estaba leyendo.
Eran de pociones mucho más avanzadas.

— ¿Husmeando? — Dice aún sin verme, su mirada seguía en mis libretas. — Parece que te comió la lengua el ratón hoy.

Era verdad, estaba muy callada, si es que cada vez que abría la boca la cagaba.

Aclare mi garganta y finalmente hablé, — Solo estoy dejando que te concentres en lo que lees.

El alzo la mirada para verme, — Puedo hacer dos cosas a la vez, tal vez tres.. ¿quien sabe? —Su mirada era algo coqueta al decir eso y luego volvió a ver el libro.

Yo tenía los ojos muy abiertos, mis mejillas estaban un poco encendidas y era notorio. Quede un poco perpleja.

Aclare de nuevo mi garganta, — Bueno, esta bien... ¿Te tardas mucho, no?

Cerró la libreta y me miro, —Esto esta muy fácil, ¿Como no lo entiendes? — Tenía algo de confusión en su rostro.

Me encogí de hombros, — No todos somos buenos en pociones.

El asintió acomodándose en la silla de madera y se quedó pensando antes de mirarme.
— Puedo explicarte, pero no hacer la práctica. Tengo suficientes problemas como para que me terminen de expulsar por hacer pociones en la biblioteca a media noche. — Me miraba mientras hablaba, a lo que yo asentí con la cabeza, — Bien, siéntate aquí.

Él señala el asiento que tiene al lado, me levante algo despacio y camine hasta este para sentarme, sentí el olor de su perfume inmediatamente, intenté evadirme la mirada ya que parecía que cada vez que estaba cerca de mi me daba por decir algo tonto.

El tomo uno de sus libros y lo abrió buscando alguna pagina, al encontrarla dejó el libro al lado de mi y lo mire, explicaba cómo hacer una poción, se quedó mirándome.

—¿que? — Dije algo confundida.

— Se nota que no has tocado tu libro. Nisiquiera has leído como hacer la poción, lee. — Señala el libro con su mano y luego cruza los brazos viéndome.

Debilidad (+18)  - Theodore Nott y la chica Riddle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora