Miel Vogrincic.
—¿Tanto me extrañaste?— sonreí acariciando su espalda.—Los dejo solos— Mi hermano se levantó.
—No, quédate... Porfis, Enzo—
—Tienen mucho de que hablar— pronunció tras un suspiro y abandonó la habitación.
—Miel— Los ojos de Pipe se cristalizaron justo después de pronunciar mi nombre.
—¿Que?— Mi corazón se aceleró.
Negó con la cabeza cerrando los ojos.
—¿Que?— volví a preguntar mientras me sentaba en la cama con el peor de los presentimientos.
—Miel, yo...— volvió a negar con la cabeza, no sabía cómo hablar.
—¿Pasó algo con el bebé?—
Me miró un momento y asintió con la cabeza mientras una lágrima recorría su rostro pálido y cansado.
—Mentira...— negué con la cabeza poniendo las manos sobre mi abdomen, pero esta vez sentía un vacío dentro de mi.
Felipe se sentó junto a mi y me abrazó fuertemente comenzando a llorar.
Mi mundo se paró por un momento, la noticia de mi embarazo fue abrumadora y devastadora hasta cierto punto, pero por fin me sentía preparada, por fin me podía visualizar siendo la mamá que cuando pequeña siempre desee.
Ya había soñado con su risa, sus primeros pasos, su primera palabra y todas esas cursilerías de mamás.Sentía un dolor inexplicable en el pecho, uno que nunca antes había sentido, sentía que algo me quitaron, que algo dentro de mi se había desgarrado.
Era como si sintiera tristeza, rabia, culpa, desesperación, angustia... Todo eso junto en una sola emoción. ¿Cómo es posible?.
¿Pude haber evitado todo esto?, Hace unos días escuché el latido de su corazoncito y ahora todo esto es un recuerdo, ¿Hice algo mal?, no puedo lidiar con la realidad de seguir adelante sin él.
—Pipe— volví a negar con la cabeza mientras mis emociones se convertían en agua y el agua en lágrimas y las lágrimas en dolor profundo y desgarrante.
—Lo volveremos a intentar— Me afirmó conteniendome entre sus brazos.
—No— negué con la cabeza tosiendo un poco, mis lágrimas me ahogaban.
Me costó mucho imaginarme una vida junto a mi bebé, pero por fin lo logré, por fin visualicé toda mi vida junto a él pero ¿Que más da ahora?, Si me arrebataron mi vida de mi vida. No me cabe en la cabeza cómo algo tan bello y lleno de vida podía desaparecer tan repentinamente.
Al final todo eso se convirtió en un sueño roto, yo estaba rota y no tenía solución.
—Vamos a salir adelante— la voz de Felipe se escuchaba débil, también estaba mal, lo podía sentir. Solo nosotros sabíamos lo que era perder una parte de nosotros. Pipe estaba aferrado a mi con fuerza, ambos compartíamos el mismo dolor, con la diferencia de que yo lo tenía en mi vientre, yo sentía la burbujita.
La noche no demoró en llegar, con Pipe aún seguíamos llorando y con los brazos dormidos pero no podíamos soltarnos. Nadie vino a interrumpir, ni siquiera Enzo.
—Ya es tarde— con mucha dificultad me soltó y me sentí perdida.
—Vení conmigo— Me quedé mirándolo.
Pipe me miró.
—No quiero que te vayas, no me dejes solita...— me hice a un lado para que se acueste en mi cama de hospital.
—No me iré— Se acercó con sus ojitos hinchados e irritados y se acostó junto a mi. Logramos acomodarnos como pudimos, ya que, no había tanto espacio y nos abrazamos para darnos calorcito en esta noche tan fría.
La culpa también se acostó junto a mi esta noche, no podía dejar de pensar en que hice todo mal y en que no me cuidé.
—Miel...— Felipe acarició mi cabeza que estaba apoyada en su pecho.
—¿Mmmh?—
—Hiciste todo bien, no había nada que hacer... La vida puede ser muy injusta a veces—
Levanté un momento la cabeza y me encontré con la mirada de azulada de Felipe, era un mar que buscaba estar en calma, Pero la corriente de otro océano no lo permitía.
Por un momento volvimos a conectar, él sabía perfectamente lo que yo estaba pensando y las palabras que necesitaba.
Asentí con la cabeza y me volví a acurrucar a su lado.
Felipe González Otaño.
Eran casi las cuatro de la madrugada y no podía dormir, ya había logrado que Miel lo hiciera pero yo seguía muy angustiado como para lograr conciliar el sueño.El recuerdo de nuestra llegada al hospital me atormentaba. Esa tarde llegamos con la esperanza de que todo estuviera bien, pero el eco silencioso confirmó mi mayor miedo: nuestro bebé ya no tenía latidos.
Jamás podré olvidar ese día, el día en que mi mundo pareció desvanecerse.
Hasta el día de hoy sigo incapaz de entender cómo algo tan hermoso y prometedor podía desaparecer tan repentinamente.
El dolor que sentí en ese momento no se compara en nada como me siento ahora, era mucho más abrumador, cada respiración se volvía más difícil, cada pensamiento era una lucha. Me sentía como si hubiera fracasado en mi deber de proteger a mi familia. ¿Cómo podía seguir adelante sabiendo que falle como papá?. Sabiendo que otra vez más le fallé a Miel.
La sensación de pérdida me estaba consumiendo poco a poco, me costaba entender porqué esto nos estaba pasando a nosotros, pero las respuestas nunca llegaban.
Yo sabía que había hecho las cosas mal, que YO había hecho las cosas mal, ¿Por qué la vida se las agarraba con Miel?.
Hace dos días que estoy lleno de preguntas sin respuestas, preguntas que quizá jamás tengan una conclusión.
Suspiré fuertemente.
—¿No podés dormir?—
Negué con la cabeza pasando la muñeca de mi mano por mis ojos.
—¿Querés que veamos una película?—
—No, dormí— le acaricié la espalda.
—Si duermo sueño...—
Levantó la cabeza y sus ojos cristalizados chocaron con los míos, que calculo que estaban igual de llorosos, porque no tardamos en ponernos a llorar uno abrazo del otro.
[...]
Holaaa, les dije que no estaban preparados. Pero esto no es todo lo que se viene.
Segundo cap diario y se viene otro más.
El primer "Vení conmigo" de Miel, ¿Se vienen cositas? 😨💪🏼
El capítulo anterior fue muy extenso, así que decidí cortarlo ahí.
¿Les gustaría que yo hiciera un live en la noche para que charlemos un rato?
(Si es así comenten una hora que les gustaría y la banderita de su país)
[Yo creo que sería mañana 14 de abril]En el live hablaríamos de cosas inéditas de la historia y escenitas que iban Pero quité, también de la funa a CIERTAS personas y mas cositas para conocernos 💪🏼❤️
ESTÁS LEYENDO
Vení conmigo || Felipe Otaño
De TodoEnzo Vogrincic, por cuestiones de trabajo tiene que dejar a su hermana menor en casa de cuatro de sus mejores amigos; Matías Recalt, Malena Sánchez, Juani Caruso y Felipe Otaño. Con este último parece llevarse fatal... 👀 (Claramente es sarcasmo) ¿Q...