Miel Vogrincic
Despertar fue difícil, Pero fue aún más difícil recordar todo lo que había hecho aquella noche, no sé cómo obtuve la fuerza para levantarme de la cama y salir casi corriendo.
Ojalá Pipe se olvide todo lo que pasó.
Claramente no lo hará...
Mi mente me jugaba una mala pasada.
Después de darme un gran baño, lo suficientemente largo para quitarme todo el alcohol de encima, salí a dar una vuelta con Malena.
Ambas conversábamos libremente de todo tema, hasta le había contado de mi chape con Pipe. De un momento a otro, la conversación pasó a ser de maternidad, algo tenía que ver Pipe, no mucho.
—¿Ahora te sentís mejor?—
Me encogí de hombros.
No es un tema que me guste tocar, prefiero simplemente evadir mis problemas y fingir que no existen.
—Mmhh, no sé que pensar de esa respuesta eh—
—Estoy bien— afirmé.
—Aja... ¿Y con Simón que onda?—
—Nada— volví a encoger mis hombros pero esta vez con una sonrisita.
—Uy, ¿Nada?, no te ves como "nada"— Nos paramos en un lugar a apreciar el paisaje.
Me quedé mirando un momento su perfil, cada parte de ella es arte. Luz.
—¿Cuando seas mamá me vas a seguir queriendo?—
—¿Que es esa pregunta, Belén?— negó con la cabeza y me abrazó fuertemente —Claro que si, ridícula— me dió un besito en la frente —¿Vas a seguir esquivando el tema de Simón?—
—Es que Posta no pasa nada— Me solté de ella para poder mirarla y nuevamente comenzamos a caminar.
—Ayer estaban a punto de besarse, yo misma los ví con mis ojitos—
—Estaba en pedo, ambos lo estábamos—
—"Si lo hizo ebrio, lo pensó sobrio"— respiró profundo —Que hermoso refrán, muy sabio—
—Es lindo— Admití —Pero por el momento no pasa nada, aunque hay onda o yo siento la onda— sonreí chiquito.
—¿Y?, ¿Que te impide comenzar de cero?—
—Pipe.—
—¡Pipe ya fue!—
—¡Pipe no fue, nada!— negué con la cabeza —Pienso mucho en él y aunque no quiera admitirlo, aun lo amo...—
Malena me quedó mirando.
—Además son amigos, no da— la miré y comenzamos a reír.
—Ya no son tan cercanos— Malena me sonrió.
—¿Por?—
—Ni idea, calculo que por vos—
Me quedé pensando en eso cuando de repente me entró una llamada.
—Atende tranquila— besó mi mejilla y entró a la casa, ya habíamos vuelto.
Contesté el celular y sonreí al escuchar su voz.
—Miel, te hablo rápido porque estoy por llegar a la caja en el súper, vine por facturas y galletitas. ¿Querés que hagamos maratón de Harry Potter?—
—Obvio— Acepté al instante.
—Esperame en mi pieza, bueno, la tuya que yo estoy de inquilino—
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Vení conmigo || Felipe Otaño
De TodoEnzo Vogrincic, por cuestiones de trabajo tiene que dejar a su hermana menor en casa de cuatro de sus mejores amigos; Matías Recalt, Malena Sánchez, Juani Caruso y Felipe Otaño. Con este último parece llevarse fatal... 👀 (Claramente es sarcasmo) ¿Q...