Vení conmigo || Felipe Otaño

Vení conmigo Prt2.

Miel Vogrincic.

Hoy es mi cumpleaños, cumplo veinte, siento como si hubiese sido ayer cuando abandoné Buenos Aires.

Desde que volví a Montevideo las cosas han ido bárbaras, Enzo abrió su escuelita de teatro y yo comencé a estudiar la carrera de mis sueños, además Sofi nuevamente es mi cuñada, espero que esta vez las cosas resulten como se debe.
Por otro lado, estos últimos tres años he tenido que hacer mucho esfuerzo por llevar una relación a distancia y no perder la comunicación con los chicos, se me ha complicado bastante.

Aunque yo jamás volví a Buenos Aires, los chicos si que vinieron un par de veces, pero cada vez que venían se quedaban varias semanas. Era lo mejor.

—¿Cuando vas a volver?— Hice un puchero mientras miraba la cámara de mi celular —Hace casi once meses que no te veo y trae a los chicos porque a ellos no los veo hace un año...—

—¿Y vos?, ¿Cuando venís?, tres años te llevamos esperando—

—Pipe, vos sabes que no es tan fácil—

—Dale boluda, tu hermano está haciendo su vida allá y vos tenés la tuya acá. No podés seguir así, a parte está con Sofía, no se quedará solo—

—Que los cumpla feliz...— la puerta de mi habitación se abrió por completo.

—Te tengo que dejar, te quiero— Corté la llamada y me quedé esperando pacientemente a que terminaran de cantar.

—Gracias...— Una persona llamó mi atención —¡Enzo!— Señalé de mala gana a Agus Lain —¿Que hace acá?—

—Dale pendeja, que vine por la torta—

—No te voy a dar de mi torta— Negué con la cabeza ofendida.

—Sopla las velitas, querés?—

Soplé las velitas haciéndole un fuck You y luego lo abracé —Gracias igual— Le sonreí de ladito y luego abracé a Enzo y Sofi —Gracias, los amo—

—Con tu hermano creemos saber que pediste— Sofía me miró entusiasmada.

—Sexo, drogas y alcohol— Agus levantó la mano.

—No digas pavadas, es un bebé— Enzo lo miró sin una pizca de gracia.

—Vos sabes, Agus— Le choqué los cinco.

—Bueno chicos, este es el regalo más especial— Sofi me acercó un sobre y me miraba atenta junto con Enzo.

Dios, yo sabía que Enzo me apoyaría a viajar a Buenos Aires, no sé porqué me daba tanto miedo preguntarle, por fin vería a los chicos de nuevo.

La emoción me invadió por completo.

—Abrí el sobre, me enfermas— Agus negó con la cabeza sin paciencia.

Cuando abrí el sobre y saqué lo que contenía mi emoción se esfumó.

—¿Y?— Enzo me sonrió —¿Estás emocionada?—

—¡Entradas para Tini Tini Tini!— Sofi comenzó a aplaudir contenta.

—Si... Gracias— Asentí con la cabeza.

—¿No te gustó?— Enzo me quedó mirando y yo lo abracé rápidamente.

—Me encanta, muchas gracias— le sonreí y luego abracé a Sofi —Por fin la veré en vivo, gracias—

Amo a Tini con toda mi alma, respiro por esa mujer y soy todo lo que soy gracias a ella... Pero realmente esperaba boletos.

—Bueno... Yo me llevo esto— Agus agarró la torta —Sofi, no me cortas un pedacito? Tengo una lija tremenda—