Vení conmigo || Felipe Otaño

Capitulo 16 /prt2

Miel Vogrincic

Las siguientes semanas estuvieron algo tensas por mi lado, en el cumpleaños de Felipe le dimos la noticia a su familia, pero yo seguía sin hablar con Enzo. Los días se me hacían más largos y las noches muy cortas, no estaba bien, aún no aceptaba mi destino.

Con Felipe nunca nos sentamos a hablar del tema, solo lo aceptamos de alguna forma. Por mi lado, no sabía si quería tenerlo o no... O si Pipe estaba bien con lo sucedido.

—¿Que haces?—  miré a Juani

—Leo Twitter— ni siquiera levantó la mirada.

—¿Que pasa?, ¿Por qué tan concentrado?—

—Están funando a la hija de Gustavo Zerbino y salieron capturas, audios, etcétera... ¿Querés ver?— Me sonrió.

—Ay, no, pobrecita...—

—Es una forra—

—Es una nena— Malena interrumpió.

—Una nena lo suficientemente grande como para saber lo que hacía— Matías asintió con la cabeza.

—¿Pero que hizo?— los miré.

—Basta con el tema— Pipe negó con la cabeza y se sentó a mi lado —no va al caso, tenemos cosas más importantes que hacer—

—Ustedes, yo no— Juani siguió leyendo.

Negué con la cabeza y miré a Pipe, quien estaba metido en el celular, lo usaba todo el día, no se despegaba de éste.

—Gordo, ¿Podemos hablar?—

Tuve que tomar la iniciativa.

—Decime— levantó la mirada y volvió al celular.

—A solas y sin tu celular—

Suspiró pesado mientras asentía con la cabeza, guardó el celular en su bolsillo y juntos salimos a la playa. Encontramos un buen lugar y nos sentamos a charlar.

—¿Vos cómo te sentís con todo esto?—

Me sentía rara, ¿Por qué yo tenía que hacer estas preguntas?

—Bien... Vah, no sé, ¿Vos?— me quedó mirando.

Negué con la cabeza, tampoco sabía que decir.

Felipe se acercó a mi y me abrazó con todas sus fuerzas, yo le seguí el abrazo.

—¿Que querés hacer vos?... ¿Nos casamos?, no sé cómo funciona esto pero quiero que estés bien, que estén bien—

—Pipe— comencé a reír —No nos tenemos que casar... Me encantaría pero no obligados por todo esto— puse mis manos en sus mejillas —Te amo—

—Yo también...— me sonrió.

Lo noté raro.

—¿Que pasa?, te conozco—

—Me da miedo hacer las cosas mal y... No sé, ¿Es mío, verdad?—

Quité las manos bruscamente.

—¿Sos joda?— me di la vuelta sin saber reaccionar ante una pregunta tan pelotuda y comencé caminar rápido.

—Para, Miel... Solo es una pregunta— Siguió rápidamente detrás de mí.

—¿Que clase de pregunta es esa?, ¿Vos me amas?— Me voltee.

Felipe tenía su cara de gato con botas mientras me miraba atento a cualquier movimiento mío.

—¿Me amas?— Volví a preguntar.