Inferno

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Angelina

Actualidad.

Ser la hija de un ser despiadado es lo peor que puede vivir una mujer. Sobre todo si no eres deseada. Porque eso implica que tu padre sea despiadado contigo de igual manera.

Muchos deben pensar que por ser la única hija legítima de él. Debo tener trato especial...

Que equivocados están.

Mi vida se basa en aparentar. Sufrir. Llorar. Fingir sonreír.

Es una prisión.

No te dejan ser libre.

Vives infeliz.

No puedes tener privacidad ni mucho menos pareja. Sé que ya me pase de edad. Siempre casan a las mujeres en edad temprana. Pero mi padre se ha empeñado a ignorar mi existencia y hacer que mi hermanastra busque pareja.

Igual agradezco eso.

Cambiar una prisión por otra no me parece.

Mejor diablo conocido que por conocer...

Tengo un hermanastro llamado Silver. Siempre me ha mirado con lujuria. Me hace sentir muy incómoda y aunque he hecho saber eso mi padre lo ignora.

Y una hermanastra llamada Emily. Quien me odia. Es como la Cenicienta.

Soy la odiada.

La supuesta Bastarda o Escoria de la familia.

La única persona que puedo considerar familia es Ariana. La ama de llaves.

Esa mujer es quien me mantiene cuerda si no fuera por ella y sus consejos estaría loca.

Gracias a ella hoy día podré tener algo de libertad.

Se supone que Ariana me llevará por una semana a su casa. La acompañaré a sus vacaciones.

Me dejaron ir con ella porque confían en ella con su vida.

Hoy me escaparé a las Vegas.

Nuestras vacaciones.

Iremos juntas.

Además de ser como una madre para mí, es mi mejor amiga.

La única.

La que me escucha quejarme de mis problemas. Y sobre todo me escucha quejarme del estúpido hombre que me molesta.

No solo me molesta.

Si no que también es enemigo de la familia. Si mi padre supiera que él me molesta lo mandaría a matar. Y no lo haría por mí. La verdad es que yo no le importo. Lo haría solo para tener una excusa para matarlo.

No puedo negar que ese idiota me ha sacado de mis momentos tristes. Pero lo odio.

Demasiado.

Es arrogante. Insensible. Fastidioso.

Podría pasar toda la tarde insultando a su persona, pero no vale la pena.

Él se mudó cuando era pequeña de al lado de mi casa. Y mi padre compro el terreno y amplío la casa.

Jamás supe la razón Pero tampoco me importa mucho. Eso me ayudó a tener más paz a la hora de hablar con mis flores. Ya que, él me molestaba o lanzaba cosas a propósito para venir a fastidiar y dañar mis flores.