Inferno

21

Dante.

La veo irse con ese idiota.

Maldito y desgraciado Archie. Él es alguien del que me tengo que encargar.

O se aleja.

O muere.

Pero él no se quedará cerca de ella por mucho tiempo ya.

Me subo a mi auto y me encargo de seguirlos. Nadie más hará mi trabajo. Tendré que cuidarla por mi cuenta.

Si quiere rehacer su vida.

Lo hará.

Pero conmigo pisando sus pasos. Con quien yo lo elija. Como yo elija y cuando yo diga.

Ella sabe tan bien como yo quien es el que la puede cuidar. Quien la puede proteger de este mundo.

Y soy yo.

Cuando me asegure de que llegue a su casa. Me podré ir tranquilo y darle una visita al viejo desgraciado que se hace llamar padre de Angelina.

Angie.

(Angelina)

Archie cierra la puerta de mi casa mientras me acomodo en el sofá.

Ver a Dante fue un golpe bajo. Me afectó más de lo que debería.

—Tienes que estar tranquila.—Habla Archie a mis espaldas.—Me encargaré de él.

Pone sus manos en mis hombros. Masajeando la zona.

Me pongo tensa.

No es normal esta cercanía.

—Relájate. Solo es un masaje.—Susurra en mi oído.

Baja su cabeza a mi cuello e inhala mi aroma. Haciendo que los bellos del cuerpo se me ericen.

Mueve sus manos en mis hombros dándome algo de paz entre toda esta mierda.

—Tu piel es tan suave.—Dice y deja un beso húmedo en mi cuello.

Estoy por levantarme del sofá. Pero me detiene bajando más sus manos hacia mis pechos. Que me hace ponerme incómoda.

Siento como sus manos masajean mis pechos. Me remuevo incómoda. Intentando zafarme de su agarre.

Pero no puedo.

—Archie, esto no me gusta.—Digo incómoda.—No sigas...

—Tranquila. Dije que todo está bien.—Su voz se vuelve ronca.

Me siento tan indefensa. Cansada.

—No sigas.—Me levanto usando toda mi fuerza.

Agitada me doy vuelta y lo veo.

Su cara está transformada, jamás vi una expresión tan perversa como la suya.

El solo hecho de mirarlo sé lo que me viene.

Si antes mi hermanastro era el pervertido, ahora lo es Archie.

Sea donde sea.

Corro peligro.

Veo como se acerca. No es bueno.

Nada bueno...

Veo la mesa de centro. Y lo veo a él.

Derrumbo eso y me acerco a la puerta. Pero el espacio es tan acotado que me agarra.

—Archie. Por favor no lo hagas...—Ruego.—Por favor a la fuerza no...

—Entonces no opongas resistencia.—Sonríe.

Me toma del cabello y saca su celular.

—Vamos a mandarle una fotito a tu hermano.—Dice como loco y lame mi cara.

Aprovecha eso y saca la foto.

—Estuve tanto tiempo reprimiendo mis deseos... Pero no hay tiempo. Él te encontró, y si no te hago mía ahora. No podré hacerlo nunca más.—Lleva sus manos a mi camisa y la rasga. Dejándome desnuda para arriba.

—¡No!—Intento tapar mi desnudez.

—Solo disfrútalo nena.—Toma uno de mis senos y se los acerca a la boca.

Jamás me dio tanta repugnancia una parte de mi cuerpo como ahora.

—Solo... Para. No lo hagas… —Ruego.

—Archie... Yo confiaba en ti. ¿Por qué?

No sé cuantas lágrimas han salido ya. Pero siento que no se detendrán.

Nota: lamento la demoraaaa