𝓒𝓪𝓹𝓲́𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓔𝓲𝓰𝓱𝓽𝓽𝓮𝓮𝓷

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— Estoy bien t/n no te preocupes.— me dijo el señor Reed para me despreocupase, pero se fue al carajo cuando el sonido del su puño impactando en la cara de Adam 2 se hizo oír.

— ¡Te lo ganaste!— saltó el Señor Reed— no golpeamos a nadie en esta familia.

— ¡¿ Y eso que fue?! / ¿¡Es una broma!?— dijimos al mismo tiempo Adam 2 y yo.

— Te lo ganaste— volvió a repetir— ¿como te convertiste en este idiota? Creí que me querías— dijo mientras sobaba su mano y miraba a mi Adam. El cual alzó su vista hacia el.

— ¡Te quiero!— Reclamó.

— De todas formas no importa— dijo Adam 2 con seriedad. Yo me acerqué a mi Adam porque veía otra discusión acercándose. Él me tomo de la mano.

— Eres estúpido o que te pasa, claro que es importante. ¿No hay reglas de donde vienes?— expresó. Se veía que estaba entre frustrado y enojado. — Claro we importa, Maya y yo acordamos que habría un consejo de ética con supervisión.

— Lo que acabas de decir ya no importa— expresó sin sentimiento alguno. Cortando la expresión de enfado en su padre asiendo que cambiase a una de confusión.

— ¿Qué entonces alguien ya alteró la línea del tiempo? — preguntó desconcertado.

Adam 2 asintió en afirmación.

— ¿Quien?

—Sorian — le respondió neutro y manteniendo el contacto visual.

— ¡¿ Maya ?! — preguntó sorprendido.

Los tres me repetimos el nombre afirmando.

— Pero, no puede ser. Ella sabe las consecuencias. Lleva años financiando mi trabajo.— empezó a explicar intenso alegar por su compañera. Dios, si tan solo supiera.

— El proyecto Adam — dijo Adam 2.

— Si el proyecto. Con el tiempo lograríamos crear y en teoría con un pulso magnético lo suficientemente fuerte podríamos generar túneles de gusano y n en espacio. Y lo logramos hace cuatro semana pero estaba jugando con la teoría de que los túneles podrían usarse para viajar en el tiempo pero esa parte es teórica aún.

— Si, bueno. Puede sentirse o no orgulloso de que su teoría resultó. — dije mirándolo con complicidad. —

— ¡No puedo creerlo! Soy el padrino de los viajes en el tiempo— dijo con asombro.

Empezamos a avanzar y logre escuchar como el señor Reed se quejaba del dolor en su mano.

Nos subimos a su apunto y emprendimos un camino. ¿Donde? No tengo la menor idea.

Al parecer llegamos a un motel y el Señor Reed consiguió una habitación para que pudiesen hablar mejor y en privado.

Al entrar a la habitación, se sentó en la cama con Adam a su lado mientras yo me quedaba de pie alado de Adam 2.

Empezó a disculparse por su soberbia y avaricia y otras cosas más. La verdad me sentía algo mal por el. Sabia que el era un buen padre, por lo que Adam me contaba. Pero también pude ver el mismo sentimiento de pequeño rencor en su mirada. Justo como Adam 2 reflejaba cada vez que hablaba con el.

— Es un defecto no tan bueno pa— dijo Adam 2. Intentando que deje de disculparse.

— No lo sabias— le dijo mi Adam también.

𝓣𝓱𝓮 𝓐𝓭𝓪𝓶 𝓟𝓻𝓸𝓳𝓮𝓬𝓽|| Adam y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora