Me desperté al día siguiente confundida, sinceramente tenía mucho que pensar.
El beso entre Shawn y yo ayer... fue mágico. Pero entonces vuelvo a pensar en Hayes, ¿cómo vacas se supone que voy a solucionar esto si Hayes sigue dentro de mi cabeza y Shawn sigue insistiendo en tomar su lugar?
Lo cierto es que volvimos a California. Ayer, después de volver al autobús, pasamos por el duro y largo interrogatorio de los chicos -para ser más precisos, de Hayes y Cameron- sobre dónde estábamos, por qué no llamábamos y qué estábamos haciendo. Obviamente, mentimos. Pero tengo el presentimiento de que Hayes no lo tragó por completo.
Luego, cenamos. La tensión entre Shawn y Hayes era tan notoria que podías cortarla con un cuchillo. Incluso con el dedo de Sky, la hermana menor de Nash y Hayes. Aunque luego Nash -que alguien le de un beso, por favor- intervino para que todos volviéramos a la normalidad.
Esa misma noche volvimos a California, a nuestra casa en Los Ángeles.
Sentí como Hayes y Shawn me llamaban en la noche, pero fingí no escucharlos. No quería más problemas ni peleas indirectas entre ellos. Aunque, por más que lo intentara, escuché una pequeña discusión entre Hayes y Shawn, la cual ni siquiera quiero recordar.
El autobús se estacionó frente a la casa y al todos bajarse, Charles lo devolvió al depósito hasta que las nuevas fechas se acercaran.
Me fui a mi cuarto, el cual me aguardaba con una nota
"Danielle, ¡tanto silencio es ensordecedor!
- Shawn xx".
No entendí como llegó antes que yo, pero sí su significado. No hablé con nadie en toda la mañana, ni ayer en la noche. No quería mediar con ellos después de lo ocurrido, un secreto que se quedaría entre Shawn y yo. Ni tampoco quería recordar el altercado con Hayes, pues Shawn tenía razón: Hayes no se había molestado ni un poco, sabía que no había hecho bien al hacer lo que hizo.
Taylor entró a mi cuarto, con el tazón de helado más grande que haya visto.
- Tay, ¿qué haces aquí?- le pregunté.
- A mí no me engañas, cariño -me reprochó-. Se muy bien que Shawn y tú se besaron ayer.
Me quedé estupefacta ante lo que acababa de decir, y temerosa de que se lo hubiera dicho a alguien.
- Pero tranquila, hermosa -me guiñó el ojo-. Tu secretito está a salvo conmigo. No creo que los chicos estarían bien sabiéndolo después de lo que pasó con el pequeño Hayes, quien te gusta desde hace cuatro años.
- ¿Cómo...?- intenté preguntar.
- ¿... lo supe? -completó, asentí- Querida, se veía en sus ojos. Además, creo... estoy casi seguro de que ese fue tu primer beso.
Me sonrojé. Mis mejillas se transformaron en el trasero de Rafiki. ¿De dónde demonios saca Taylor Caniff tanta información acerca de mí?
- Acerté, ¿cierto?- asentí.
- Definitivamente, eres increíblemente averiguador- dije, tomando una cuchara.
- Bienvenida a vivir la vida loca, Danielle -me guiñó un ojo-. ¿Qué esperas? Hoy es el maratón de Glee en Fox HD -agregó tomando una gran cucharada de helado de chocolate.
- ¿Cómo sabes que me encanta Glee?- le pregunté.
- Ay, cariño -dijo, temeroso-. Hay algo que se llama redes sociales, ¿sabes? Hablas de Lea Michele y de Cory Monteith casi todo el tiempo, que en paz descanse.
Reí un momento y me acomodé con Taylor para ver a Rachel cantando "Let It Go".
- Gracias, Taylor- le dije.
Besé su mejilla y me acomodé de nuevo con él.
Taylor lo sabe, Nash lo sabe, Shawn lo sabe. ¿Qué acaso es tan notorio que me gusta Hayes Grier?
Bueno, no importa. No saben desde hace cuanto tiempo que no me siento con un amigo a comer helado y ver a Kurt y a Santana discutiendo por un vestido.
Esto es sin lugar a dudas, lo más cerca que estaré a mis tardes con Joe y Caspar.
Y Taylor es una gran compañía.
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The Magcon Girl
Fanfiction"No puede ser, ¡es una chica!" "No, Jack. Solo es un chico hipster con testículos degenerados que se dejó crecer el cabello". ❀ 23/11/2015: #579 en Fanfic. ❀ 29/11/2015: #263 en Fanfic. ❀ 05/12/2015: #252 en Fanfic. ❀ 16/01/2016: #250 en Fanfic. ❀...