Vidrios rotos, desmayos y chocolate

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DESAFÍO DE HOY: Ya que para mis adentros creo tener el sentido del humor de una foca con retrasos, me gustaría que comentaran las partes de la historia que las hagan reír. Y en cada parte deberán poner #Team________ y su chico Magcon favorito. La ganadora se lleva una dedicación y una aparición estelar en la novela, ¡SUERTE!

A las tres de la mañana, desperté por un grito escaleras abajo.

- ¡AHHH! -gritó uno de los chicos- ¡DANIELLE, SHAWN, NASH, HAYES, CHICOS!

Salí corriendo lo más rápido que pude, pues era Cameron quien gritaba. Cuando llegué, vi a Cameron tirado en el suelo llorando.

- Cam, ¿qué pasa?- le pregunté, desesperada.

Entonces señaló a su pie: había un trozo de vidrio del tamaño de mi mano enterrado en él, sangre por todo el suelo y Cameron gritaba como yo viendo Teen Wolf... aunque claramente no por las mismas razones.

- ¡HAYES, SHAWN, NASH, MATTHEW, TAYLOR, AARON, JACKS... ALGUIEN AYÚDEME, DIOS SANTO!- grité lo más fuerte que pude.

Hayes fue el primero en llegar.

- Danielle, ¿qué pasa?

Señalé de nuevo al pie de Cameron.

- Oh, por Dios -exclamó-. Hay que llamar a una ambulancia, seguramente necesitará suturas.

- Hayes, la ambulancia tardará en llegar -le dije-. Cameron, muerde esto -dije, ofreciéndole una toalla-. Hayes, tráeme el antibacterial, sutura líquida, unas pinzas y una venda elástica del bolso de baile en mi habitación- él asintió y fue a buscarlo.

- Dan, ¿estás segura de lo que estás haciendo?- me preguntó Cameron, dudoso.

- Cameron, no es la primera vez que veo como a alguien se le entierra un vidrio roto en el pie frente a mí- dije, recordando varias competencias y salidas a la playa.

- Danielle, tu vida empieza a asustarme, ¿sabes?- dijo, y reímos ante esto.

- Aquí está- dijo Hayes, entregándome lo que le había pedido.

- ¿Qué es lo que pasa?- preguntó Nash, llegando a nosotros.

Cuando vió el pie de Cameron y el rastro de sangre tras él, se desmayó.

- Wow, mi héroe- dije, irónica.

- No lo culpes, digamos que no es la primera vez que me pasa y la ultima no fue muy bonita- dijo, mirando a Nash.

- Hayes, toma un pañuelo y rocíale algo que pueda oler para reaccionar.

- Danielle, Nash puede esperar -me dijo Hayes-. Cameron ya está pálido.

- Okay, okay -dije, tomando mi posición-. Cam, muerde la toalla.

- ¿Por qué tengo que morder una toalla?- preguntó.

- ¡SÓLO HAZLO!- gritamos Hayes y yo al unísono.

Cameron mordió la toalla, quejándose por dentro de maneras que no quiero recordar. Limpié mis manos con el antibacterial y le dije a Hayes que hiciera lo mismo. Luego tomé las pinzas y analicé el vidrio: no era grueso, pero era largo. Sería fácil de suturar, pero no sé que tan profundo penetró el pie de Cameron. Entonces vi que había dos esquinas laterales como a cinco centímetros de la planta del pie, y supe que la herida no era tan profunda. Así que procedí a advertir a Cameron sobre lo que estaba a punto de pasar.

- Okay, Cam, escúchame -dije-. Hayes y yo sacaremos el vidrio de ahí, lo haremos rápidamente para que no sientas tanto dolor, ¿de acuerdo?

- Mhmm -dijo Cam con la toalla entre sus dientes-. Prro tdavia n ntemdo pr que tngo que molder efto- fue lo que le entendí, aunque supe que quería decir.

The Magcon GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora