Capitulo 17

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Sí a Samantha Rivera le hubieran dicho que después de la muerte de su hijo y su desastroso matrimonio, se encontraría acostaba en el césped besando a la hija de su jefe, se habría reído como nunca.

Si a Rocio Torres le hubieran dicho que después de que su novio de toda la vida la dejara plantada en el altar el día de su boda, se encontraría acostada en el césped besando a la mejor abogada de la firma de su padre, se habría reído como nunca.

Sin embargo, a veces la vida es quien se ríe de nosotros.

– Wow – fue lo único que se le ocurrió decir a Rocio cuando el beso terminó. Samantha mordió su labio mirando los de Rocio antes de volver su vista a sus ojos – wow – repitió al verla sonreírle así.

– Y tú querías que me despidieran – dijo Samantha en una risa al verle la expresión que tenía en su rostro. Las mejillas de Rocio ardieron un poco más al escucharla – agradezco que no haya pasado – llevó su mano delicadamente a la mejilla de la chica para acariciarla levemente.

– Yo también – rió Rocio – no puedo creer que haya sido tan idiota contigo – susurró avergonzada – ¿Podrías perdonarme? – Samantha rió esta vez – ¿No?

– Yo te perdoné incluso antes, Rocio – respondió sinceramente – nunca he estado en realidad molesta contigo – los ojos de Rocio no podían apartarse de los suyos, era una sensación muy cómoda – ahora, hablando de eso, no sé si lo sepas pero soy una persona muy... – rió ya que le avergonzaba un poco decirlo – celosa – rodó sus ojos. Rocio se dejó llevar por su risa y aquello solo provocó que Samantha se sonrojara.

– Te he visto enojada y créeme que no quiero que eso suceda conmigo – respondió sinceramente – además, no tengo intenciones de estar con otra persona, lo que quiere decir que todas están contigo, y puedo adelantar que son las mejores – asintió muy convencida. Samantha sonrió, Rocio era una mujer muy sincera, hermosa y agradable, le parecía maravillosa, y la quería solo para ella.

– De cualquier forma te quiero solo para mí – le dijo lo que pensaba – es lo justo – Rocio asintió dándole totalmente la razón.

– Seré solo tuya, lo prometo – respondió, todas sus intenciones estaban con ella. Samantha rió sintiéndose feliz, su lengua entre sus dientes, no recordaba reír así desde que Noah estaba con vida – y tú serás mía, y ya sabes – volvió a reír.

– Oh Rocio, yo ya soy tuya – dijo sin poder dejar de sonreír, y vaya que extrañaba hacerlo. La sonrisa de Rocio era de genuina felicidad, la había hecho feliz – no quiero arruinar el momento, en realidad no quiero hacerlo – suspiró luego de unos segundos en los que simplemente se miraron – pero tenemos que trabajar en el caso de Rogelio.

– Claro, no hay problema – respondió sin dejar de sonreír – cuando el caso se resuelva podrás estar más tranquila y eso me hará sentir así a mí – Samantha sonrió mientras la miraba levantarse y extenderle su mano, la tomó con suavidad sintiendo que no quería volver a soltarla.

Samantha había vivido un momento maravilloso con Rocio, se habían dado su primer beso y aun trataba de asimilarlo. Desde la muerte de su hijo se había cerrado a tantas emociones que la hacían sentir viva, incluyendo el amor; y Rocio con su llegada le había demostrado que los sentimientos que tanto creía reprimir, solo estaban esperando por quien mereciera provocarlos.

Rocio se sentía tan feliz en ese instante, a pesar de conocer a Samantha hace poco tiempo, sentía que la conocía desde hace mucho más. Se habían dado su primer beso y lo que sentía gracias a eso era simplemente incomparable. Sí había logrado que Samantha la quisiese, entonces sí merecía una segunda oportunidad en el amor.

Paper Hearts || Factor RDonde viven las historias. Descúbrelo ahora