Capitulo 3

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Las lagrimas de Galatea se deslizaban por sus mejillas como el agua por las cascadas. El dolor que sentia era inexplicable. Habia perdido aquello que mas amaba: su padre. Escuchaba la voz de Cedric como un sonido lejano. Solo era capaz de mirar el cuerpo inerte de su progenitor. La desesperacion de Cedric crecia por momentos pues no era capaz de hacer que la joven hada reaccionara.

-Escuchame Galatea no te lo repetire otra vez. Tenemos que irnos inmediatamente de aqui.
-E-sta m-m-uerto.
-Y pronto lo estaremos tu y yo si no nos vamos de aqui. Seguramente hay mas de un Dreadgurl en tu busca.
Galatea asintio con la cabeza sin dejar de mirar el cuerpo de su padre. Se giro a hacia y se encontro con unos ojos miel llenos de comprension. Esto le dio fuerzas para levantarse del suelo.
-Tenemos que irnos-Se repitio asi misma en voz alta.
- Sigueme.-Le dijo Cedric.
Galate siguio al Avispador hacia la calle. Este miro a su alredor para comprobar que no hubiera nadie. De repente se transformo en una enorme ave para el asombro de Galatea. Su cuerpo era esbelto y elegante, con alas que se extendian majestuosamente, como si estuvieran tejidas de luz misma. Tenia las plumas doradas y su belleza era deslumbrante.

"Subete" Escucho Galatea en su cabeza y se dio cuenta de que era Cedric quien le hablaba. El hada vacilo durante un instante pero decidio hacerle caso. Cedric le habia demostrado que podia confiar en el. Emprendieron el vuelo con una velocidad asombrosa tanto que Galatea tuvo que agarrarse a las plumas del ave con todas sus fuerzas. Galatea intentaba no mirar hacia bajo pues su miedo a las alturas era muy fuerte. Las nubes del cielo le impedian ver a algo dirigian y eso ayudaba a su vertigo. Sin embargo, no pudo evitar fijarse en que durante el vuelo Cedric iba dejando una gran cantidad de chispas magicas, las cuales iluminaban el cielo nocturno y parecían estrellas fugaces. Cuando llevaban volando lo que parecia una eternidad Galatea diviso lo que parecia un enorme castillo blanco. Cedric descendio suavamente y Galatea se bajo de los lomos del ave algo mareada.
Cedric volvio a transformarse en un humano y la miro con preocupacion.
-¿Estas bien?
- Si- respondio ella. -Pero no me gustan las alturas.
- Como hada tarde o temprano tendras que acostumbrarte a volar.
Galatea suspiro intentando asimilar su nueva realidad. Alzo la vista y se fijo en el imponente castillo blanco el cual se alzaba majestuoso contra el cielo. Sus torres puntiguadas se recortaban con elegancia contra el paisaje. Las paredes de marmol blancas relucian bajo la luz de la luna emanando un aura de pureza y poder.

-Vamos- Le dijo Cedric tendiendole la mano. Galatea le siguio hasta entrar a una gran sala.En medio habia  una llama de fuego naranja la qual iluminaba toda la estancia. A su alredor se encontraban lo que presumiblemente eran dos estudiantes. Reian y conversaban con alegria. Al advertir la presencia de Galatea y Cedric posaron sus miradas curiosas en ellos y no pudieron evitar susurrarse al oido. Galatea hizo una mueca que demostraba su incomodidad. No le gustaba ser objeto de miradas.

-No les hagas caso-Le dijo Cedric con una sonrisa para intentar animarla.-A las hadas les gusta hablar.
Galatea se quedo callada absorta en sus pensamientos. Siguio a Cedric por los largos pasillos hasta que este se detuvo delante de una gran puerta gris.

Cedric la abrio con su carecteristica majestuosidad y ante ellos aparecio un despacho impregnado de autoridad y sofisticacion. Una gran mesa de roble pulido, adornada con intricados detalles tallados, ocupaba el centro de la habitacion.
En las paredes, estantes de madera maciza albergaban una extensa coleccion de libros antiguos. Sobre la chimenea de marmol ardia un fuego crepitante que calentaba la habitacion y añadia un toque de calidez a la atmosfera austera.
Alli les esperaba sentada una mujer mayor. Su pelo canoso estaba recogido en un elegante moño y sus gafas redondas hacian que sus ojos azules se vieran aun mucho mas grandes.

-Bienvenidos- Les dijo con una amable sonrisa. - ¿En que puedo ayudaros?

Cedric dio un paso hacia adelante y le explico a la extraña todo lo sucedido. Ella se levanto de la silla completamente consternada mientras dirigia su mirada hacia Galatea.
-Siento mucho tu perdida Galatea- Dijo acercandose a ella- Aqui en Nimfea estaras protegida.
-¿Quien es usted?- Inquirio ella afectada por la calidez de la extraña.
-Soy Dandelia- Hizo una breve pausa- La directora de esta academia.
Galatea se quedo observando a Dandelia sin saber que decir.
-Aqui en Nimfea aprenderas todo lo necesario sobre que es ser un hada.
-Mi padre ha muerto porque soy un hada. -Dijo Galatea mientras una lagrima resbalaba por su mejilla izquierda.
-Tu padre estaria muy orgulloso de lo que eres-Respondio la directora con ternura- Enviare personalmente a un escuadron para darle sepultura.

De repente una campanita aparecio en sus manos y Dandelia la toco con la gracia de las gacelas. Alguien toco a la puerta y alli aparecio una mujer de mediana edad. Llevaba un uniforme azul.

- Esta es Fee. Te acompañara a la que sera tu habitacion durante los proximos cuatro años.
La sorpresa se dibujo en el rostro de Galatea pues no esperaba estar tanto tiempo alli.
-Este sera tu nuevo hogar Galatea-Dijo Dandelia posando su mano en su hombro. -Aqui encontraras hadas afines a ti. Mañana sera la prueba de los elementos y el resultado determinara las clases que debes de seguir.
-¿En que consiste la prueba de los elementos?- Pregunto Galatea secandose las lagrimas.
-Pronto lo descubriras- Le respondio Dandelia.

Fee se acerco a Galatea y le hizo un gesto para que la siguiera. Galatea miro a Cedric quien asintio con la cabeza transmitiendole que estaria segura. La puerta se cerro dejando al Avispador y a la directora solos en la habitacion.
-¿Quien es esta chica?- Le pregunto Dandelia a Cedric. -¿Como la encontraste?
-Lo hice de casualidad. Mientras sobrevolaba la zona. Si no hubiera llegado a tiempo...
-El Dreadgurl que mato a su padre estaria desesperadisimo por encontrarla. Nunca habia visto nada similar.
-Yo tampoco- Respondio Cedric.
-Quiero que cuides de ella. Problablemente estemos ante un hada muy poderosa.

Alas de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora