Harry era un completo idiota.
Louis era su invisible secretario que se escondía tras sus enormes gafas, suéteres a cuadros y pantalones ajustados.
Harry nunca voltearia a ver a su secretario, menos teniendo la cantidad de omegas, betas y alfas que c...
"¡oh, por la luna. Este joven es una bestia!" Jadeó Joanna al tener delante suyo a el rizado.
"¡Mamá!" Louis la reprendió avergonzado.
Joanna era una Omega con las mismas facciones del castaño, los mismos ojos azules y extenso cabello castaño que caía en su espalda. Se veía jovial y alegre, Harry por un momento se deshizo de los nervios que lo corroían por estar delante de la Omega.
"Hola señora, soy Harry Styles" extendió su mano, la cual quedó en el aire al ver el cejo fruncido de la madre del castaño.
"Dime Jay, cariño.¿Y cómo se supone que podré abrazarte con esa estatura?" El rizado sonrió junto con la Omega al entender por qué estaba rechazando el apretón de manos.
"Ma, me estás avergonzando" Louis cubrió con sus manos su rostro.
"Nada de eso cachorro y tú ven y saludame, no creo poder llegar tan alto"
Harry no dudó en abrazar a la Omega, sintiéndose cálido ante sus brazos. Se sentía como el lugar más seguro, después de los brazos de su madre y su omega, claro está.
"Así era mucho mejor" respondió después de soltar a el alfa. "Ahora entiendo porqué estabas tan distraído como para olvidarte de tu madre" regaño a el castaño mirándolo acusatoriamente.
"¡No me olvide de ti, tenía mucho trabajo!"
"Ya me imagino a qué trabajo te refieres" la Omega no disimuló barrer con su mirada a el alfa " Muy ocupado" susurró burlonamente encaminandose a la cocina.
"Disculpala Hazz, a veces mi madre no sabe medir sus palabras" Louis observaba apenado a el rizado que se mantenía con una sonrisa en los labios.
"¡No necesito medir nada, me faltarían muchos centímetros para medir a el grandote!" Grito la Omega desde la cocina, seguido de una carcajada de Niall.
"Está bien, me agrada tu madre, Omega" hizo un ademán con su mano para después tomarlo por la cintura, depositando castos besos en los labios del castaño.
"¡Por la luna,no coman delante de los pobres! Estamos aquí todavía" continuó molestandolos el alfa rubio asomado desde la cocina.
"Yo como demasiado bien en casa, debo decir" Louis se escondia en el pecho del castaño, demasiado avergonzado por la situacion.
"¡Mamá! Por dios, no escuches, alfa" el rizado no había podido dejar de mostrar sus hermosos hoyuelos desde que había entrado a la casa del Omega.
Joanna de seguro se llevaría muy bien con su madre.
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... El resto de la tarde-noche, se había pasado volando entre conversaciones triviales, risas, sonrojos por parte del castaño y chistes mal contados del rizado.
Joanne se sentía feliz al ver el brillo en los ojos azules de su hijo, que se iluminaban cada vez que miraba a su alfa o cuando éste lo rodeaba con sus fuertes brazos y su aroma se hacía más dulce. Estaba segura de que su cachorro había encontrado a la persona correcta y que no distaban de que Harry se sintiera de la misma manera con su cachorro.
