Harry miraba su obra de arte con detenimiento, volviendo a acomodar algunas prendas, así como el tul que cubría parte de la pared y el techo, junto con varias luces que colgaban como si fuera lluvia en una de las esquinas de la sala de estar del departamento del rizado.
"Está perfecto, deja de dar vueltas y ayúdame con los cubiertos" Zayn lo regaño mientras acomodaba la mesa. Ya había puesto las velas y los platos en su lugar, un gran ramo de rosas rojas descansaba en la mesa de entrada, aguardando el momenro en el que su omega regresara de su paseo.
No había sido fácil convencerlo, pero Liam supo persuadirlo para que lo acompañará a hacer unas compras y de paso poder conversar sin alfas a su alrededor.
"La cenas ya está lista, ¿Qué haces aquí? Vete a cambiar, nosotros terminaremos de acomodar todo" Niall salía de la cocina con un reparador en sus manos.
"Gracias chicos por la ayuda, no hubiera sabido acerlo sin ustedes"
"No es nada, a demás, cuando plenee hacerlo yo ya sabré a quien pedir ayuda"
"Claro que sí. Voy a cambiarme" Harry se encerró en su habitación, dandose un baño y luego colocándose un traje negro con camisa blanca y sus zapatos negros para completar su vestimenta.
Media hora más tarde, Zayn ya estaba tocando su puerta, avisándole que ellos se irían y que Liam dejaría a Louis fuera de la puerta de su departamento.
Cuando el lugar estuvo en silencio, el rizado caminó hasta la entrada, tomando las rosas entre sus manos. Los nervios lo carcomian, pero no tanto al sentir el picaporte siendo removido.
...Louis no podía esperar el momento de volver a casa de su alfa, su Omega se removía ansioso dentro suyo, rogándole volver a sus brazos nuevamente. Aun así se mantuvo firme siendo la compañía de Liam, perdiéndose cada tanto en las conversaciones que tenían, visitando locales de ropa y lencería.
Una vez llegados a el edificio del rizado, Liam sujeto sus manos regalandole una sonrisa radiante.
"Sabes que todos te queremos y eres especial para nosotros. Has cambiado la vida de quien veo como hermano y llenaste ese vacío en su interior que nada ni nadie pudo llenar, siempre te estaremos agradecidos por amarlo así como él aprendio a hacerlo contigo. Disfruta esta noche, Lou"Louis se despidió de el ojimarron agradeciéndole sus palabras, después de haber compartido un tibio y reconfortante abrazo.
Al llegar a la puerta del departamento, su lobo aulló emocionado, algo que intentó ignorar, ya que siempre pasaba lo mismo cuando estaban juntos, pero al atravesar la puerta, sus pies se detuvieron y su mirada viajo a todo el lugar, admirando su alrededor.
Harry se mantenía estático frente a el, con un ramo de rosas en sus manos, las cual le extendió al acercarse a él.
"Hola precioso, no veía la hora de que regresaras"
"¿Qué es todo esto?" Sus ojos contenían lágrimas de emoción que batallaban por no ser derramadas.
"Todo esto es por ti, aunque te mereces mucho más. Estás rosas representan el amor y la pasión con la que te venero cada día. Hoy finalizaremos nuestro cortejo, espero que estés listo para nuestro gran momento"
Louis lloró mientras reía oliendo el perfume de las rosas mezclados con las del lobo. La mesa estaba servida y estaba seguro que el nido en la esquina de la sala se transformaría en el lugar de el cual no querría salir ni aunque se lo rogaran. Admiró el esfuerzo y la dedicación del alfa por crear un espacio acogedor para los dos.
¡Harry había hecho un jodido nido!
"Esto... Todo esto es precioso, Hazz. No imaginas lo listo que estoy, lo estuve desde la primera vez que te vi".
Harry tomó a Louis por la cintura y lo besó peresozamente, disfrutando de su sabor. Luego lo condujo hasta la mesa y apartó su silla para que se sentara.
Disfrutaron de la comida y del vino, conversando sobre un futuro prometedor para ambos. Sus risas retumbaron entre las paredes y sus aromas comenzaron a envolverse, fusionándose como cada vez que estaban juntos. Sus miradas brillosas compartían secretos silenciosos, recuerdos de una vida pasada llena de felicidad y armonía, como cada vez que se volvían a encontrar. Siempre serían el verde fusionándose con el azul, el bosque y el mar, el jade más preciado y el cielo más estrellado.
Ya habían terminado de comer hace bastante tiempo, pero no podían dejar de admirar a la persona delante suyo. Harry se levantó de su asiento y camino hasta arrodillarse delante de el castaño.
En sus manos, una pequeña caja de terciopelo hizo su aparición, develando un collar de oro con un pequeño dije, un pájaro con dos perlas por ojos, uno verde y el otro azul. Louis jadeó al ver su regalo.
"Este collar no es uno común, este collar representa nuestra unión, el final de un camino recorrido, en dónde estaremos juntos hasta el final. Este pájaro significa que siempre, esté donde esté, siempre volveré hacia ti."
"Oh, Hazz. Es hermoso" sus lágrimas bañaban sus mejillas.
"Lou, mi cielo, ¿Me aceptas como tu alfa?"
"¡Si, por la luna, claro que sí!" Louis soyozo lanzándose a los brazos del rizado, besando sus labios con pasión.
Harry colocó la joya sobre el cuello del Omega, sintiendo orgullo del hermoso ser que lo portaba, sintiéndose seguro de los brazos que lo rodearían largas noches, de los deliciosos labios que saborearia cada vez que quisiera, por qué Louis era tan malditamente suyo como él le pertenecía a el castaño.
La noche aún no terminaba, este solo era el inicio del largo camino que les aguardaba. Harry alzó entre sus brazos a el Omega, haciéndolo reir, caminando entre besos hasta estar frente a el nido.
"Quise un lugar solo para nosotros, te puedo tener en mi cama cuando quiera, pero este lugar es donde no solo nos daremos amor, sino donde también te sientas seguro a mi lado y reconfortado."
"¿Me hiciste un nido?"
"Claro que sí, amor. ¿Dónde más pasaríamos nuestro celo juntos?" Sonrió dejándolo de pie frente a el nido.
Louis descalzó sus pies y se adentro con cuidado de no mover ninguna prenda. El lugar era acolchado y acogedor. Quizo revolcarse y ahogarse en el aroma fuerte de su alfa en cada tela, pero antes de hacerlo, volvió a salir del nido.
"¿Pasa algo, cariño?" Harry pensaba que no había Sido de su agrado, que lo había hecho mal y Louis no se sentía seguro.
"Es solo... Yo quiero... Hazz" resopló con nerviosismo.
"Cielo, dime lo que sea. Estoy para escucharte" dijo con un nudo en su garganta y sus ojos acuosos.
"Quiero que veas algo primero, ¿Me dejas?"
Harry no comprendía nada, su lobo aullaba y rasguñaba su interior. ¿Había hecho algo mal?
"Claro, cielo" vaciló.Louis sonrió tímidamente y se apartó dándose espacio para lo que haría, su Omega estaba feliz pero nervioso. Se presentaría ante su alfa.
"Bien, cierra los ojos y no los abras hasta que te diga" los nervios se reflejaban en su tono de voz.El rizado procedió a taparse los ojos, agudizando su oído al escuchar movimientos y ¿Crujir de huesos?. No quería emocionarse demasiado al momento que una avalancha de pensamientos lo atacaron.
El silencio que se creó en el ambiente lo hizo tener ansias por demás, hasta que sintió un pequeño golpe en su pierna, como permitiéndole abrir los ojos nuevamente.
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Mi Secretario Perfecto
FanfictionHarry era un completo idiota. Louis era su invisible secretario que se escondía tras sus enormes gafas, suéteres a cuadros y pantalones ajustados. Harry nunca voltearia a ver a su secretario, menos teniendo la cantidad de omegas, betas y alfas que c...