Harry era un completo idiota.
Louis era su invisible secretario que se escondía tras sus enormes gafas, suéteres a cuadros y pantalones ajustados.
Harry nunca voltearia a ver a su secretario, menos teniendo la cantidad de omegas, betas y alfas que c...
Al volver a la empresa para continuar con su trabajo, todos los felicitaron por el reciente enlace, no pudiendo faltar el reclamo de los padres del castaño, quienes se enteraron por la lengua suelta de Niall.
Las siguientes semanas, Louis tuvo que soportar a su alfa persiguiendolo como si de un cachorrito tras de su madre se tratara, algo de lo que no se quejaba mucho que digamos.
Obtenían nuevas empresas interesadas en sus servicios, realizando trabajos a la perfección, recibiendo muchas halagos y agradecimientos que causaban que tuvieran mayor repercusión dentro de la industria de la publicidad.
Pasados varios meses, ya se encontraban realizando la organización de las fiestas navideñas y con ello la gran sorpresa que el alfa guardaba celosamente para su Omega, esperaba que Louis lo aceptara o la desesperación lo destruiría.
"Te preocupas demasiado, Lou estará encantado con tu sorpresa"
"¿Y si se arrepiente?"
"Imposible, debes dejar de sobre pensar las cosas y confiar más en el"
"Yo confío en él, es solo que..."
"Dime, hazz" Zayn se sentó frente a el rizado, mirándolo con atención.
"¿Y si algún día se arrepiente de estar conmigo? Recuerda lo cruel que fui con él, me comporte como un idiota" Harry suspiró pasando sus manos por su rostro.
"Sabes, tu problema es que no te has perdonado por lo pasado. Debes dejarlo ir, reconociste a tiempo tus errores y lo enmendaste. Eres un alfa enlazado ahora y eso nadie lo cambiará. Debes darte la oportunidad de ser feliz"
"Tienes razón, estos consejos que das son mejores que tus ideas idiotas de revolcarme con..."
"Si, si. Ya entendí, yo también te quiero mucho amigo" Zayn sonrió avergonzado, pero debe destacar que no habría podido dejar de ser un idiota si cierto omega, ojos color cafés, no lo hubiera rescatado.
"¡Regresamos!" Liam ingresó contento junto a Louis a la oficina del rizado, Harry no tardó en levantarse para abrazar a el Omega y pegarlo a su pecho.
"Nos tenemos que ir, lo están esperando a Zee. Nos veremos más tarde en su hogar mis niños" canturreo el castaño mientras sonreía, empujando a el alfa fuera de la oficina.
Louis habia estado inquieto todo el momento que estuvieron juntos y sabía que necesitaba de su alfa para apaciguarse. El castaño agradecia que entendiera lo necesario de ese momento a solas.
"¿Me dirás que es lo que te está pasando? Hace días estás raro y nervioso" Louis miró a el rizado aun apoyado en su pecho.
"No es nada malo cariño, tenlo por seguro"
"¿Me dirías si es algo que no puedes manejar?" Harry esbozó una sonrisa mostrando sus colmillos.
"Claro que lo haría. Te amo, Omega" el rizado no dudo en besar a el castaño, dándole la tranquilidad de que no había nada de que preocuparse.
Al separarse, Louis guardo rápidamente la bolsita rosada que había escondido celosamente de su alfa, en el bolso que descansaba en el sillón de la oficina. Liam a veces tenía ideas que lo hacían avergonzarse por de más.
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"Estaremos mañana a primera hora" Jay, la madre de Louis tenía todo preparado para asistir a la cena de navidad. Harry les había pagado una habitación cercana a la suya para que estuvieran más cómodos mientras se encontraban en la cuidad.
"Los estaremos esperando" el castaño sonrió al recibir un beso sobre sus labios.
"Llevaré los pijamas para que todos estemos idénticos"
"Mamá, ¿papá te dejo hacerlo?"
"Tu padre come de mi mano cachorro, no me menosprecies. Ya verás que todos nos veremos bonitos"
"No lo dudo. Entonces nos veremos mañana"
"Seguro, hijo. Mándale saludos a Harry, no vemos la hora de volver a verlo"
"¿Y a mi?"
"A ti también, no seas celoso. Nos vemos mañana, cuidense. Los queremos" la Omega se despidió con el chasquido de un beso antes de cortar la llamada.
"Yo no hice nada" habló el alfa con sus manos elevadas al recibir la mirada del Omega al terminar su llamada.
"Es injusto, mis padres te aman más que a mi"
"Solo están contentos del magnífico alfa que ganó el corazón de su cachorro" el rizado caminó hasta Louis, hasta rodearlo con sus brazos.
"Yo también soy magnífico" balbuseó con un puchero entre sus labios.
"Por supuesto que lo eres" Harry lo besó hasta que sus pulmones les reclamaron por un poco de aire.
"Voy a bañarme antes de ir a dormir"
"Claro, terminaré de ordenar la cocina. Ve precioso"
Louis sonrió antes de darse la vuelta recibiendo una nalgada que lo sobresaltó. Harry lo miraba ocultando una sonrisa, mirándolo con ojos de cachorro.
Su alfa era imposiblemente tierno, demasiado para su intento de seriedad. Louis siguió su camino hasta la habitación que compartían y tomó su bolso, el cual había dejado en su cama, sacando la bolsa rosa que había guardado y que Liam le había obsequiado.
Después de un buen baño merecido, jugueteó con la bolsa, tocando la delicada tela entre sus dedos al develarla, hasta que se decidió a colocarselo.
Deslizó por su tersa piel de sus piernas la braga con encaje negro hasta ajustarla a su cadera. Le asombro ver la manera en que la fina pieza parecía dibujarse en su figura, hundiéndose entre sus glúteos, remarcando su buen trasero.
Las tiras que aún colgaban de la braga fueron sujetadas a las medias transparentes que llegaban hasta sus regordetes muslos. Le lucían malditamente sexis al mirarse a el espejo del baño y eso le provoco mayor seguridad.
Por último se colocó la musculosa traslúcida que se adhirió a su torso, ocultando bajo el encaje sus pezones erguidos devido a la exitacion que se despertó en él al verse vestido de esa manera.
Respiró profundamente antes de animarse a abrir la puerta y quedarse quieto esperando por alguna reacción por parte del alfa.
Harry se mantenia de espaldas, acomodando las mantas y almohadones sobre la cama, volteandose al sentir a Louis salir del baño que se encontraba en su habitación, quedándose boquiabierto al ver la manera en la que estaba vestido solo para él.
Su mirada depredadora recorrió cada trazo de piel del castaño, luciendo el bello conjunto de encaje transparente que lo hacía ver mas sensual de lo que ya era.
"¿Te gusta, alfa?" Musitó al sentir el aroma del alfa espezarse, comenzando a sofocarlo.