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Louis se odio por haberse visto patético ante los ojos del rizado, quien sonrió con arrogancia.
"Jodido idiota" balbuseó apoyando con fuerza los papeles sobre la mesa, comenzando a firmarlos.

"Te escuché, Tomlinson"

"Listo" respondió sin importarle que lo hubiera escuchado. "Ahora vete de mi maldita casa" extendió los papeles a el alfa, quien tan solo lo miró y se giró dandole la espalda, mirando con detenimiento la casa del castaño.

Era chiquita, decorada minuciosamente pero sin recargarla mucho, con pequeños detalles que denotaban a simple vista quien era su dueño.

Fotos, flores, manteles, cortinas a tonos pastel al igual que la pintura verde de las paredes. La cocina-comedor, una sala de estar con un simple sillón de dos cuerpos y al fondo, dos puertas separadas por una mesita donde descansaba un florero, cuyas flores reconocía, aún cuando se veían casi marchitas, flores que le habia enviado a modo de disculpas, recibiendo tan solo una mirada de fastidio al estar delante suyo. Todo era tan acogedor.

"¿Hace mucho que vives aquí?"  Indagó volviendo su mirada a el castaño.

"No te importa, vete"

"No" acortó la distancia hasta tomarlo por la cintura como ya lo había hecho, de manera determinada y posesiva.
"No sabes lo frustrante que eres" dijo buscándolo con la mirada.

"Pues ya te sacaste ese peso de encima, suéltame" hizo el intento de alejarse, acto que no logro.

"No" gruñó.

"Sueltame Harry" los papeles escaparon de su mano, cayendo al el suelo al momento de pasarlas sobre el pecho del rizado, captando el pulso desvocado del mismo.

"No quieres que te suelte" sus dedos se enterraron entre la tela del hoddie del menor y su piel, robándole un jadeó de los labios del castaño.
"Me desesperas tanto. Eres tan arrogante y esquivo, pero lo que más me molesta es tu jodido aroma, tus ojos en los que me perderia y no me molestaría en encontrar la salida. Me molesta que seas tan delicado y dedicado en todo lo que haces, me molesta que seas tan malditamente perfecto"

Louis lo miró incrédulo y con lágrimas que se derramaron en silencio. Harry acarició con una de sus manos su mejilla, limpiando el rastro de sus lágrimas, aferrando la otra a su cintura.

"Me molesta todo lo que me haces sentir y pensar en todas las cosas que jamás imagine. Un cortejo, una bella marca en tu cuello hecha por mi" el rizado toco con sus dedos el cuello del omega, "...en una familia...bellos cachorros corriendo a nuestro al rededor" sonrió mostrando sus hoyuelos.

"Harry" Louis negó desviando su mirada.

"No me imagino una vida sin ti, Louis Tomlinson y eso me jode" el rizado levantó su rostro por el mentón, quería que viera y entendiera que sus palabras eran sinceras.

"Está jugando conmigo"

"Quiero jugar contigo...pero de una manera que sabes que te gustará" espetó sujestivo.

"Eres un asqueroso" sonrió entre lágrimas, golpeándolo en el pecho.

"Pero sabes que es verdad. Louis, no me alejes de ti, te necesito. ¿Me das la oportunidad de demostrártelo?"

Louis no encontró palabra para describir la avalancha de emociones que lo embargaron, pero no dudó en ponerse de puntas de pies para chocar sus labios con los del rizado, atandose con sus brazos a su cuello para acercarlos más

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Louis no encontró palabra para describir la avalancha de emociones que lo embargaron, pero no dudó en ponerse de puntas de pies para chocar sus labios con los del rizado, atandose con sus brazos a su cuello para acercarlos más.

Harry respondió al instante, adentrando su lengua en la boca del castaño, gimiendo ante el apasionado recibimiento.
No quería apresurar las cosas o parecer desesperado, pero al parecer el castaño se encontraba peor o igual que él, ya que no dudó en tirar de su saco para quitarlo de su cuerpo, siguiendo de inmediato con su camisa, aquella que se vió despojada de sus botones en el arrebato por querer sentir la tibieza de su piel.

Louis gruñó al sentir que el rizado se alejaba de él un momento, tranquilizandose cuando el mayor levantó su hoddie, arrojándolo lejos a penas pudo quitárselo.

"Te haré tantas cosas" rugió el rizado al ver el torso del Omega con su piel erizada. El verde en sus ojos se encontraban sumergidos en el negro de la exitacion que rodeaba el ambiente.

"Te dejare hacerlo" gimió el castaño, llevando sus manos a el cinto del rizado, forcejeando para quitárselo mientras sus labios volvían a fusionarse.

Harry avanzó mientras el castaño retrocedía, sin despegarse uno del otro, haciéndolos caer sobre el sillón. Louis jadeó ahogado al sentir la dureza del alfa  chocando contra su propia erección, su entrada derramando lubricante provoco su gruñido.

"¿Estás seguro de esto?". Harry miró por un momento a el castaño esperando su respuesta, pero Louis no respondió, solo tiro de su nuca, jalando de los rizos que se enredaban en sus dedos, arrasando con sus labios.

"Si no lo haces me enojare contigo lobito" dijo a penas se alejo de los labios del rizado, sus ojos brillaron mostrando galaxias que lo invitaban a perderse en ellas. Harry sonrió, despojando del pantalón a el Omega, revelando sus bragas negras con encaje.

"Eres tan jodidamente hermoso"

El rizado no tardó en sacarse sus pantalones, empujándolos con sus pies a cualquier lado, sonriendo al casi caerse por lo apurado que estaba.

Al estar nuevamente sobre el cuerpo del castaño, entre sus piernas, gruñó al sentir sus aromas fusionados. Sus dedos jugaron con la entrada apretada del castaño, mientras lamia y mordía la piel de su cuello y clavículas, hasta llegar a sus pezones.

"Ya estoy listo, follame alfa" gimió el castaño, arqueando su espalda cuando los dedos del rizado tocaron su punto sensible.

Harry alineó su polla ergida y se introdujo haciéndolos gemir a ambos, comenzando un Vaivén lento y constante. No tenía prisa está vez, quería tomarse su tiempo, disfrutar de ese tan ansiado reencuentro.

El castaño enterró sus uñas en la espalda del alfa, gimiendo sin verguenza, su cuerpo era presionado contra los almohadones en cada embestida, recibiendolas gustoso. El alfa busco sus labios, besándolo torpemente sin detener las estocadas.

Intentó acomodarse apoyando sus rodillas de manera firme en el sillón, pero una de ellas se deslizó fuera, haciéndole perder el equilibrio, callendo de costado al piso.

Louis en medio de la bruma, se vió despojado del peso que había en su cuerpo, desviando su cabeza hacia un costado.
Harry luchaba por reincorporarse.

La carcajada del Omega retumbó en la sala. "Pensé que...me cambiarias de posición" dijo aún riendo con sus manos en su estómago.

"¿Te estás burlando de mi, omega?" Tomó con sus manos los tobillos del Omega, acomodandolo casi sentado en el sillón, con su trasero en el borde de los almohadones, abriéndole las piernas, dejando a la vista la entrada del omega.

"No puedes echarme la culpa"  ahogó un jadeo al momento de sentir como el alfa volvía a llenarlo.

"Me encanta tu sonrisa" gruñó abriendo mas las piernas del Omega, logrando llenarlo aun mas, sin dejar de mirar sus ojos. Una imagen tan obsena.

"Oh, alfa. Más" gimió apretando su agarre sobre los almohadones. Las embestidas aumentaron así como el cosquilleo en sus vietres, sus extremidades siendo recorridas por una corriente que erizaba sus pieles bajo el sudor que los bañaba.

En el momento en el que el nudo estalló dentro del Omega, Louis lo hizo sobre su estómago, ambos gimiendo el nombre del otro con sus labios unidos.

El alfa se levantó con cuidado, acomodandolos en el pequeño sillón, sin dejar de besar los labios del Omega con pereza, pero con todos esos sentimientos que ya no podía ocultar.

"Hermoso mi Omega" gruñó apretándolo más entre sus brazos.

"Solo tuyo"respondió somnoliento, urgando con su nariz el cuello del alfa,







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Mi Secretario PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora