-No soy una mujer libre, lo sabes.
Lo se, pero no puedo evitar no delatarme cada vez que te tengo cerca. No dejo de pensarte. Esto que siento dentro de mi se enciende al verte, al pensarte a cada segundo y admirar tu belleza me deleita.- La tome de...
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15 Septiembre 2017.
Yujin.
Estaba con mi madre terminando de organizar algunas cosas para la llegada de mi hermosa niña. La fecha de su nacimiento se acercaba, según el doctor indico que probablemente en una semana estaría dando a luz.
—Compramos cosas hermosas para mi nieta.— Mamá estaba mostrándome lo que había traído —Me hace tanta ilusión verte cargando a tu hijita, sabrás lo que sentí cuando te tuve en mis brazos.
—Ya quiero conocer a mi bebita.— Me acaricie la enorme panza —Se que seré muy feliz con su llegada.
—Tu matrimonio florecera, esta pequeña los va a unir más, ya lo veras.— Mamá estaba feliz y debo decir que yo estaba igual.
—Llego su tío favorito.— Vi a Jeongin en el umbral de la puerta de la habitación de mi bebé, estaba cargando un oso de peluche de gran tamaño.
—Jeon— Sonreí por su entusiasmo —¿Y ese peluche?
—Para mi hermosa sobrina, se que le encantará.— Abrazo al oso.
—Pero, Jeongin la niña aun no podrá apreciarlo o jugar con él.— Le dijo mamá.
—Servirá para decorar su habitación.— Lo acomodo en uno de los mini sofás de la habitación —¿Almorzamos?.
—Sí, tu hermana necesita comer.— Contesto mamá.
—¿Qué se te antoja?— Me pregunto Jeongin —Dime y te lo traeré.
—Kimchi.— Fue mi respuesta.
—Kimchi será, yo mismo lo prepararé.— Dijo mi hermano.
Bajamos a la planta baja y Jeongin fue directo a la cocina. Le informe a Yoori que mi hermano cocinaría hoy y que le facilitará las cosas para la preparación de los alimentos.
Mientras nosotras esperábamos en la mesa del jardín, me había cansado de estar parada y los pies estaban matándome.
—Qué bonita es tu casa hija.— Mi madre no había hecho más que observar cada detalle —No cabe duda que Minho se lucio al comprar esta casa para ti.
—¿Crees que hiciste lo correcto al casarme con él?
—¿Aun lo dudas?, estas por tener una hermosa bebé con él y aun estas dudandolo.— Me miro mal —Se que hice lo mejor para ti, para tu vida. Ahora estas casada con un buen hombre que puede darte todo lo que puedas querer y vas a ser madre de su hija.
—Sí, tienes razón.— Sonreí ligeramente —Se que todo va mejorando y no es como pensé en un principio.
—Eres la señora Choi, debes sentir orgullo de eso.
—No quiero desprenderme de mi apellido. Soy una Kang.
—Tomar el apellido de Minho puede darte cierto poder adquisitivo.— Dijo —Te lo digo yo, que llevo veintisiete años siendo la señora Kang.— Me mostró su mano derecha donde yacia su anillo de matrimonio.
