𝐗𝐈𝐗

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ㅡ¿Pensaste que hacer en estos días? ㅡKieran se sentó a su lado, colocando un bollo de miel en la mano de Rhogus.

ㅡSí... Ya me decidí. Quiero verlos ㅡRespondió cabizbajo, mientras dejaba el dulce a su lado, sin apetito para comerloㅡ. Gracias por todo, otra vez.

ㅡSi de verdad estás agradecido... Entonces dame un besito ㅡKieran sonrió, con sus mejillas sonrojadas, mientras se acercaba a su rostro.

ㅡ¿No hay nadie? ㅡSusurró Rhogus, observando el jardín a su alrededor.

ㅡNo... Solo tú, yo y los tulipanes.

ㅡQué idiota... No robes mis frases ㅡRió Rhogus, sorprendido de que Kieran todavía recordara sus palabras después de semanasㅡ.Ven aquí, principito.

Rhogus lo agarró por el cuello de la camisa, acercándolo hacia él para besarlo sin importarles estar al aire libre.

A pesar del caos que había experimentado días antes al ver a su familia y sentirse ansioso en cada momento, pasear por los jardines junto a Kieran, conversando sobre su pasado y sus opciones para el futuro, logró disipar la nube de incertidumbre y temor que lo había envuelto, permitiendo que sus decisiones fluyeran con mayor claridad. Sabía que Kieran no permitiría que las cosas se torcieran y que siempre estaba ahí para rescatarlo, como lo había hecho tantas veces antes.

No solo Kieran había sido de gran ayuda para calmar sus emociones en estos días, sino que también el entorno había contribuido en ese momento para ayudarlo a decidir; el jardín, repleto de flores que brotaban con el comienzo de la primavera, con el sol calentando sus cuerpos, los murmullos de las fuentes y los susurros de la brisa acompañados del suave canto de los pájaros, los envolvieron en una burbuja de tranquilidad. Dentro de ella, con Kieran a su lado, se sentía seguro ante cualquier peligro.

El aire, impregnado de un aroma fresco y floral, acariciaba los sentidos de Rhogus, mezclándose con el perfume de Kieran, que parecía emanar de esas mismas flores. Con cada roce de sus labios, su aroma se intensificaba, como si el cuerpo de Rhogus se aferrara a sus sentidos para mantenerse unido a la realidad y evitar dejarse llevar por ese beso.

ㅡSuficiente ㅡKieran frenó el beso, sintiendo sus latidos aumentar junto a su temperatura.

ㅡNo aguantas nada ㅡRhogus rió y le dio un beso en la punta de la nariz, poniendo fin al momento.

Kieran sonrió, analizando la belleza de Rhogus de reojo, mientras intentaba concentrarse en el jardín. Sin embargo, su vista se desviaba constantemente, admirando su perfil, sin necesidad de ocultarlo.

Kieran notaba que, a pesar de lucir tan hermoso y mejor que hace unos momentos, sus ojos aún parecían apagados y tristes, mirando hacia el suelo como si todo su dolor estuviera oculto en su mirada.

Eso provocaba una sensación extraña en el príncipe; una ansiedad en el estómago al no poder ofrecer soluciones rápidas a su problema y tener que verlo en ese estado.

ㅡQuiero que vivas por ti ㅡKieran rompió el silencio, queriendo liberar esa sensación con palabrasㅡ. Haz cosas que te gusten, se feliz sin depender de mi presencia.

ㅡ¿Por qué me dices eso de repente? ㅡSonrió incómodo, sin comprender la situaciónㅡ. Suena como si te fueras a morir.

ㅡNo es eso ㅡSuspiró, colocando su mano sobre la de Rhogus, jugando con sus dedosㅡ. No me gusta que tu vida este vacía.

ㅡMi vida no está vacía, te tengo a ti.

Kieran frunció su ceño, dedicándole una mirada un poco molesta. Intentó ocultar que eso en realidad le gustaba, pero no era lo mejor para Rhogus.

El rastro del heredero [+18] (En pausa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora