Reencontrar

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Toque la puerta dos veces, y espere.

—Adelante— dijo una voz masculina

Abrí la puerta y pase al despacho, pude observar que estaba sentado en escritorio, como siempre estaba con un traje de vestir, pero esta vez tenía unos lentes para leer puestos

Entre al despacho y cerré la puerta, el despacho era grande había un escritorio, y también era tipo biblioteca, me gustaba mucho ese lugar, se me hacía muy ejecutivo

—Aquí está su café Señor— dije acercándome al escritorio

—Ya te dije dime Nicolas— dijo con una sonrisa

—No me acostumbro— admití

Para mi era el señor de la casa, era el jefe de mi mamá siempre me enseñó tratarlo con respeto.

—Señor me hace sentir viejo— me comentó— además me caes bien Lali, por eso me podes Llamar Nicolas o Nico— dijo con buena onda

Yo solo medio me sonreí, y dejé la bandeja del café en su escritorio en la orilla , vi que en su escritorio habían dibujos muy bonitos de una casa, era como un plano pero esta muy bien echo

—Que bonito dibujo— le dije acercándome para verlo—¿usted lo hizo?— le pregunté apoyando mis manos en la mesa para verlo mejor

—Si lo hice yo, un amigo me pidió que hiciera un plano por que quiere remodelar su casa, entonces dibuje una idea para ayudarlo.

En el dibujo la casa era grande, tenía dos pisos estaba en blanco y negro pero se miraba, simple y linda, como me gustaría un día tener una casa así

—Está muy lindo el dibujo— dije admirada

—Gracias Lali, sabes que mi especialidad es dibujar edificios y ayudar a mi papá a crear construcciones nuevas dibujando pero me salió la casa— dijo sonriendo

La familia Lanzani tenían una empresa de construir edificios, de diseñar torres de apartamentos, el Señor Nicolas hacía unos planos muy lindos, aveces me los enseñaba y me quedaba admirada, y después los construían avece de la idea que tenía el.

—Señor Nicolas, me encanta la casa pero podias pintar el dibujo— le dije dándole una idea- así se mira mas vivo

—Solo le quería dar la idea a mi amigo, también quería cambiar el color de su casa pero no tengo idea de colores— movió de su silla

—¿De qué color es originalmente?— le pregunté

—Creo es de calor ladrillo pero dice que se mira muy antigua.

—Podes pintarla blanco así se mira más elegante, con tonos de rojo claro ¿tiene crayones?— le pregunté viéndolo fijamente

—Si— abrió una cajita que tenía en su escritorio u sacó un montón de crayones los vi y me sentí en el paraíso

—¿Lo puedo ayudar?— le pregunté tímida

—Claro lali— me sonrió

Estuvimos pintándola, con mucha dedicación, el me hablaba sobre su día en el trabajo y yo le contaba mi día en el colegio ya que era mi último año y ya me iba graduar, yo trabaja aquí en esta casa y estudiaba, por lo menos me dejaban ir a estudiar.

me agradaba el señor Nicolas, era un buen tipo, siempre fue bueno conmigo, nunca me a tratado mal.

—Que linda quedó— dijo Nicolás sonríendo, vi la casa tenía razón se miraba bien. Con los colores que le pusimos se miraba linda— tenes talento para esto Lali— dijo sonriendo

—Gracias...— intente decirle algo más pero la puerta del despacho se abrió

—Hola papi— dijo esa voz que cada día me molestaba mas

—Hola cariño— dijo Nicolás, toda su atención estaba en ella

—¿Que hace está acá?— dijo con el desagrado de siempre

—Hija se llama Lali— dijo Nicolás tranquilo— solo me estaba ayudando con algo.

La arpia de Eugenia solo movió su pelo perfecto rubio y me tiro una mirada odiosa

—Te estaba buscando mis amigas ensuciaron la alfombra de la sala de juegos anda a limpiarla— dijo con voz fuerte, acercándose al escritorio

—Bueno ya voy— dije bajando la cabeza— Adiós Nicolas— dije nerviosa—gracias por dejarme pintar con usted

—no hay de que Lali— dijo haciéndome una sonrisa con los labios

—Anda a limpiar no tengo todo tiempo— dijo Eugenia— es tu culpa si la macha no se quita.

Solo trague saliva, Nicolas no dijo nada solo le tiro una mala mirada a Eugenia, camine hasta la puerta
de reojo vi como Eugenia abrazaba a su papá, y él la recibía como todo el gusto del mundo, se me hizo un nudo en el estómago por claramente yo no sabía que como era esa sensación de abrazar a un papá.