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—Un elefante— gritó Candela

Bruno negó, e hizo otra minicama algo extraña extendió sus brazos y caminó raro

—Un zombie drogado— dijo Gastón

Yo reí ante su ocurrencia, Bruno volvió a negar

—Hijo pareces muerto— dije intentando descifrar que era su mímica

Gastón y candela rieron

—No— dije Bruno

—No podes hablar— le recordó candela

—El tiempo se acaba Brunito— le advirtió Gastón

Cuando oímos el sonido de la alarma

—Era un avestruz tío Gas— dijo agachando su cabeza triste

—Parecías de todo menos un avestruz lindo— le dije lavantadome del sillón y tocando su cabecita

Después se fue a sentar triste y pegó su cabeza en el respaldo del sillón.

—Admiti sos malo— dijo Candela riendo

—Cande— me advertí

Si, mi hijo era malisimo jugando mímica pero no había que decírselo tan directo

—Te toca Lali.

Gastón me dio la tarjeta y me tocaba ser un elefante Justo iba empezar pero mi celular sonó otra vez, lo había ignorado como tres veces, ya estaba cansada voy contestar

—Disculpen— dije agarrando mi celular, camine hasta salir al patio trasero de la casa de Candela

Leí quien el nombre de contacto

•Nombre desconocido•

Me extraño, que hasta hora me llamara alguien que no lo tenía agendado, era un sábado por la noche raramente me llamaban del trabajo.

No sé quién jode tanto, entonces contesta para decir que me dejarán de llamar

—¿Quien mierda...— dije pero la persona que me estaba llamando interrumpió

—Pequeñaaaa— gritó una voz— por fiiiin me conestaaas— gritó otra vez

Bufé ya sabía de quien se trataba.

—Te voy a colgar— le avise

—No, no quiero oirteeee.

Se oía música a su alrededor, creo que estaba en un boliche, me gritaba para hablarme.

—¿Como conseguiste mi número?— hablé bajo no quería gritar, no quería mis hijos y mis amigos me escucharan

—Vos me llamaste un día, y lo guardé— se oía más fuerte le música— también la tarjetita que estaba en tu abrigo.

Suspire cansada, la verdad ya no quería saber nada el, la última vez nos gritamos, por fin renunció bueno fue ayer, esperaba el lunes ya no verlo en mi trabajo.

—Ok Peter chau— dije intentando colgar.

Mi plan era ignóralo, no le iba a prestar más atención, no me una asustar su amenaza sobre Bruno

—Hey noo— gritó más fuerte— sabes me siento un idiotaa por vos, pasan los años y me sigo sintiendo idiotaa— dijo con un tono medio extraño— idiotaaa boludoo, un puto boludoooo

Un poco me reí

—¿Peter estás borracho?— le pregunté guardando mi risa—¿Estas en boliche?

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