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—¿La has lastimado? —me preguntó, apuntando en su cuaderno.

—No, nunca —confesé.

—¿Te han dado ganas de pegarle? —me preguntó, levantando la mirada para verme.

—Tampoco —confesé—. No quiero ser igual que él.

—Pero me has contado que a veces te enojas más de lo normal con ella.

—Sí, no la amo —le dije, viéndola y agarrándome las manos—. Solo estoy con ella porque necesito su ayuda.

—¿Pero no amarla significa romper el jarrón de tu casa después de haber tenido una pelea con tu esposa? —siguió apuntando en su cuaderno.

—Fue un ataque de ira —me expliqué, un poco ansioso.

—Ya hemos hablado de cómo controlarlo —paró de escribir y se quitó los lentes.

—Sí, lo sé, pero con Lali nunca me pasó. Nunca tuve un ataque de ira con ella, me acaba de pegar y no reaccioné, no sentí enojo ni nada parecido. Creo que me lo merecía.

La psicóloga me vio y soltó un suspiro.

—¿Ella es lo que te da paz? ¿Te dio paz encontrarla? —me preguntó, cruzando la pierna.

—Sí —confesé—, pero no quiero escucharme así —le conté.

—Sé que ella también ha pasado por cosas difíciles —apuntó.

Asentí y me quedé callado, creo que los dos la pasamos mal cuando nos separamos uno del otro.

—Lo sé —solté— cuando le intento hablar no puedo por que su cuerpo me distrae— me sinceré

—¿Ya lo hicieron? La encontraste hace poco Peter— me apunto con el lapicero.

—No aún no— sonreí pícaro— enserio quiero contarle todo pero no puedo por al segundo que la tengo enfrente ya tengo mis manos encima de ella.

La psicóloga me vio y soltó una sonrisa

—¿Ella se deja?— me pregunto

Yo asentí

—Y me siento bien— me acomodé de la silla—no nada parecido como me siento con Mery, con Mery siempre me siendo ¿enojado?

Ya habíamos hablado varias veces de Lali; nunca me cansaría de hablar de ella.

—¿Por qué piensas que tienes estos ataques de ira con tu esposa? —apuntó otra vez.

—Es ex esposa para mí —le recalqué—. Porque sé que estoy solo con ella por cosas del pasado. Quiero arreglar el presente para que esas cosas tengan solución en el futuro —expliqué—. Me reencuentra con mi pasado, creo que por eso me frustro.

—¿Estabas con ella también por la presión familiar? —puso su lapicero en la otra mano.

—La familia de Nicolás me acogió como uno de ellos, cuando no lo era. También les hice un favor —puse la mano en mi barbilla.

—Pero por ese favor te estabas limitando a tu propia felicidad —me explicó.

—Lo sé, me casé con ella y perdí lo que más me importaba en ese momento —suspiré—, pero ahora quiero recuperarla, explicarle, conocer a mi hijo. Quiero separarme definitivamente de Mery, ya no quiero fingir más..

*

—¿Entonces se cambia toda la junta directiva?— pregunto Agustin comiendo unas papas fritas

—Se supone— dije tocándome el pelo

—¿Cuando se hace el cambio?— preguntó Andres, estiró la mano

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