El panorama parecía de terror, se encontraba pasmada sin saber que hacer, ¿qué había ocurrido?
Aquel día había empezado como cualquier otro, el amanecer anunció su comienzo y con él los cantos de algunas aves que poco a poco se mezclaban con el bullicio de la aldea la cual también estaba despertando. _____ despertó por los rayos del sol golpeando contra su cara, nuevamente se había quedado dormida leyendo sobre las joyas que tan bien se resguardaban en el lugar.
Talló su ojo mirando a su alrededor, analizando que día era y dónde se encontraba, tal vez incluso se preguntó quién era, su excusa era que ni siquiera recordaba cuando se quedó dormida. No tardó mucho en reaccionar pues después de un largo bostezo se levantó y empezó a arreglarse mientras miraba su calendario en la pared con una tranquilidad que no duro mucho.
— ¡Es el día! ¡Es el día! — se despertó por completo al darse cuenta de que era el día en que comenzaba su entrenamiento como escolta de los guardianes de los miraculous.
Su aldea era conocida por tener el templo donde habitaba la Orden de los Guardianes que era el lugar donde se resguardaban los miraculous, unas joyas preciosas que al ser activadas daban poderes dependiendo de la que se te fuera confiada. Ella no estaba interesada en eso, era bien sabido que un guardián tenía demasiada responsabilidad en sus hombros además de que eran entrenados desde la infancia, ya iba un poco tarde para eso.
Su caso era diferente, además de los guardianes existían las escoltas, podrían definirse como soldados del templo. Incluso había escoltas personales para los guardianes, pero eso se decidía por tu prodigio porque sí, los soldados eran escogidos casi del mismo modo que los portadores. Ella contaba con un collar que tenía un dije de pluma en color plata, que recientemente había tomado un color dorado pues eso indicaba que era hora de comenzar con el entrenamiento. Si se convertía en escolta personal de algún guardián, esta tomaría un color similar a un ópalo, pero era cosa de esperar si es que llegaría ese momento.
La chica de cabellos castaños recogidos en una coleta alta caminaba ya con su uniforme hacia el gran templo, paseando por su pueblo antes de. Escuchaba por ahí que ya había un nuevo guardián en la fase más pesada de su entrenamiento, el estar vigilando sin parar; sinceramente lo compadecía ella no se veía haciendo tal aburrida actividad y peor aún, sola.
Estaba esperando a su entrenador en el patio del templo, un viejo que se estaba quedando calvo por lo enojón que era, confundida porque ya se había tardado más de media hora.
— Se lo reclamaré la próxima vez que me diga "la puntualidad es una virtud que pocos conocen" — imitó su voz de forma graciosa.
Pero con parpadeo el ambiente cambió, los tonos rojos pintaban el entorno y el olor a humo se hizo notar. Miró con preocupación a todos lados mirando como las personas corrían de un lado a otro buscando proteger las joyas, así como defenderse de lo que decían era un sentimonstruo. Se quedó plasmada, ¿¡un qué!? ¡No tenía sentido! El miraculous del pavo real debería estar inactivo al no tener un portador oficial, corrió al lado contrario buscando regresar a casa estaba bien a ver sido escogida para la labor de proteger todo eso, pero al carajo, estaba preocupada por si todo el caos llegaba a la aldea y no pudiera proteger a lo más importante para ella, su familia.
Continuaba su carrera ya por el gran salón del templo justo n su edificio principal cuando éste comenzó a derrumbarse por el fuego, intentó esquivar todos los escombros, pero una columna cayó peligrosamente a su lado haciéndole caer y rompiendo la cadena del collar. Todo el ruido parecía haber desaparecido cuando lo notó más delante suyo, negándose a perderlo se tiró a por él justo cuando todo se derrumbaba y se sumía en la oscuridad.
Abrió los ojos dando largas bocanas de aire puro, no se había dado cuenta del humo que había inhalado. Miró de un lado a otro con temor y sorpresa.
— No creí que realmente funcionaría — una vocecilla captó su atención, mirando hacia el frente.
Un pequeño hombre estaba ahí, destacando la camisa roja con manchas blancas aparentando ser flores que vestía, pero lo más increíble para ella eran las criaturas que levitaban en cada lado de su cabeza. Una era roja con puntos negros y la otra verde con un caparazón, se sorprendió al darse cuenta de que eran kwamis podía apostar que, de la Mariquita y la Tortuga por sus características físicas, pero lo más sorprendente es que estaban fuera sin tener aparentemente un portador de sus prodigios.
— P-por... — batallaba en hablar no sabía si de la sorpresa o por el ardor en su garganta, la toz que le siguió le dio la respuesta.
— No te fuerces — habló con calma el hombre, apurándose en darle un vaso de agua para que se hidratara. — Mi nombre es Wang Fu, te explicaré todo.
La mirada fija de la chica le dio una señal para comenzar sabiendo que le escuchaba atentamente.
_____ no podía creer lo que escuchaba. Se encontraba casi 200 años después de que cerró los ojos por última vez, aquel sujeto había ocasionado el accidente de sus últimos recuerdos y destruyó todo lo que conocía, peor aún había perdido dos miraculous junto al grimorio , en un intento de recuperarlo usó el poder de la creación durante años siendo ésta su único resultado bueno. Ninguno entendía como lo lograron, pero le habían traído de vuelta, aunque lo único que la castaña recordaba eran sus últimos momentos en el pasado, nada más.
— Aún así, es un progreso — comentó en un tono tranquilo, aunque se notaba el optimismo pues había recolectado esperanza. — Ven, las cosas en el mundo han cambiado mucho desde la última vez que lo viste.
Aún procesando toda la información que le había dicho, dejó que el hombre le guiara a otra habitación para que se recostara y comiera un poco, incluso le presto ropa para cambiarse el sucio uniforme que portaba.
Cuando por fin quedó sola miró su mano derecha, no se había percatado que la mantuvo en puño todo el tiempo. La abrió con lentitud y sonrió al ver su collar dañado ahí, por lo menos el dije no se había roto pero no pudo alegrarse totalmente cuando se percató de un detalle, el color había vuelto a ser plateado.
Las lágrimas formaron ríos en sus mejillas hasta desaparecer, se recostó dejando el collar a un lado suyo y mirando el techo, sabiendo que su vida jamás volvería a ser la misma.
Esto es algo nuevo en mi perfil, jamás había escrito un rayita x personaje pero hace tiempo me vi de nuevo la serie de Miraculous Ladybug que mi imaginación voló por si sola.
No fue hasta ahora que me animé a escribir el pequeño lore que estaba imaginando, como sea, las observaciones son bienvenidas pues este tipo de fanfics está completamente fuera de mi zona de confort como escritora.
¡Espero les guste!
ESTÁS LEYENDO
Nid de Chat | Chat Noir/Adrien x Tn
Fanfic_____ es una chica que se prepara para ser próximamente una escolta de los guardianes de los miraculous, pero una serie de eventos la obliga a tener que aparentar ser una chica normal en el mundo moderno fingiendo no tener nada que ver con las joyas...