Cupido Negro

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Era San Valentín, día odiado por algunos y amado por otros. A ella la verdad que le venía dando igual, a pesar de que le gustaba dar regalos, así como recibirlos, no le veía mucho caso cuando la festividad era para parejas; que sí, que todos dicen que es el día del amor, pero también de la amistad, estaba de acuerdo con eso por ello le traía un regalo a su mejor amigo y a su hermana, siendo sinceros ese día se disfruta más si tienes una persona especial que te preparé una hermosa sorpresa romántica.

En las clases era salir con un montón de chocolates, paletas o dulces en general porque siempre había una compañera que traía para todos, así nadie se sentiría mal, adoraba ese tipo de personas si no fuera porque aun no recuperaba la confianza en el nuevo mundo probablemente también sería así.

Ahora mismo salía de clases comiendo unos bombones que pasaba discretamente a la kwami escondida en su cabello, traía una bolsa con varios dulces que compartiría con el maestro y pasaría a buscar un regalo propio de él, tal vez un incensario, aun no estaba muy segura.

— Por cierto, _____ — escuchó la vocecilla de Floor —, ¿no aprovecharás para darle algo a Chat Noir?

— ¿Qué? — se paró en seco, algunas personas la miraron de soslayo haciendo que tosiera un poco y se colocara sus audífonos para fingir que estaba en una llamada —. Ya habíamos quedado en que no haría nada al respecto, Floor, su destino es estar con Ladybug.

La criaturita simplemente le miró decepcionada, no le agradaba el hecho de que la chica dejara ir como si nada a lo que parecía ser su primer amor. Si bien tenía un punto con todo ese tema de la leyenda, no debería abstenerse de intentar algo, no insistiría con el tema si no fuera porque cada vez que _____ dice "no importa si Chat nunca me corresponde, yo tengo mi deber" su mirada se apaga y la sonrisa fingida es casi imperceptible.

Frente suyo un hombre llevando un ramo de rosas le hizo suspirar con tristeza —. Al final soy espectadora y no protagonista, Floor.

Antes de recibir una respuesta una flecha atacó al hombre, pero no estaba herido, sino que comenzó a golpear el ramo contra la barda al lado suyo. _____ alzó la mirada confundida encontrándose con un akumatizado de alas con traje de color rojo y negro, un cupido a la inversa.

Sin tener tiempo de seguir sumiéndose en su miseria de un amor no correspondido, que ni siquiera sabía si era así por su negación a decir algo, corrió a esconderse y transformarse.

Persiguió al villano del día hasta Le Grand Paris pues ahí paró para apuntar a cierta rubia que siempre terminaba en esos problemas, qué sorpresa. Estando a punto de soltar la flecha, la pelirroja golpeó el arco con su bastón haciendo que le diera a una camioneta.

— Cuidado, angelito

— No soy ningún angelito, Birella — se volteó a verla molesto —. Soy Cupido Negro y no pararé nunca, ¡si a mi no me aman tampoco amaran los demás!

— Estamos en una situación similar, Cupido Negro, ¿me ves acaso desquitándome con los demás?

— Pues que tonta, ¡le romperé el corazón a todos! — tomó una de sus flechas y la apuntó — ¡Diles adiós a tus seres queridos que ahora los vas a odiar!

Y empezó a disparar, _____ usaba su arma para destruir las flechas mientras esquivaba buscando donde esconderse en lo que llegaban sus compañeros, quienes al final terminó encontrando en una situación algo comprometedora. Chat Noir callaba con un dedo a Ladybug, tratando entre tartamudeos de decir algo.

Se quedó parada observando la escena, su mirada se encontró con la verde, se le había bloqueado el mundo que no escucho la advertencia que este grito por el ataque detrás.

Nid de Chat | Chat Noir/Adrien x TnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora