2 años
Este fue el tiempo que estuvo Orquídea lejos de la capital debido al desastre que significó los abismos emergentes y la dominación de estos, parte del primer año encerrado en un capullo recibiendo los cambios de su especie y adaptándolo a su naturaleza humana, su mente se había quedado completamente en blanco y cuando salió del capullo tardo varios días para recuperar sus recuerdos de gran parte de su vida, incluido los de sus últimos momentos, el dolor en su pecho había bajado, en un inicio pensó que su mente y cuerpo habían aceptado la perdida de a quien había seleccionado como su pareja, la idea le parecía dolorosa a un punto en que directamente le enojaba y con más razón atacaba a los abismos doblegando a los manejables y eliminando a los más molestos, no le encontraba sentido a su vida fuera de matar y dominar, prácticamente se movía en automático por el campo de batalla teñiendo su ropa de sangre.
Una noche todo eso cambio, sintió el pinchazo en su corazón mientras planeaba la siguiente estrategia contra el abismo del norte pensando en unirse al reino de esa zona casi por mero aburrimiento y por un cambio de ambiente, su mente se reactivó ante la sensación de dolor fantasma y ahí la realidad lo trajo de golpe, no es que estuviera aceptando la muerte de su pareja y en luto por ello, era que lobelia estaba en un lugar seguro y no estaba preocupado, simplemente estaba deprimido por no poder verlo.
¡Lobelia está bien!, ¡Su lobelia está bien!
Ante esta revelación envío un aviso a la capital sobre su regreso y preparo todo, no podía seguir alargando las cosas, si lobelia estaba vivo y hasta ahora sintió dolor significa que estaba en un lugar donde se sentía seguro, no en la capital eso era obvio, tal vez en algún pueblo o templo, debe estar ridículamente cómodo para que hasta hora recibiera una herida.
No importo la respuesta que le dieran allá sobre que hacer o no, ordenó a sus hombres preparar todo para el regreso mientras él se encargaba por sí mismo de aniquilar los últimos rastros del abismo ahí abajo, estaba emocionado con la idea de reunirse con lobelia que directamente no le importaba cuanto fuera a durar, esta vez lobelia no se iba a escapar.
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El ahora Archiduque Cala, Orquídea Prince entro a la capital con sus hombres tras de él en completo silencio mientras eran recibidos con aplausos por la gente de la capital, Orquídea montado en uno de los monstruos más pequeños bajo los estándares viéndose por encima de los caballos de sus compañeros, era una imagen distópica de la religiosa que tenían en la capital sobre los miembros de la familia real, su aspecto grande y acuerpado con algunas características de reptil, contrastaba con la del símbolo de los gobernantes la cual eran un león, Orquídea era como un dragón humanizado y claramente irritado por la forma en que miraba al castillo donde debía reunirse con su primo menor, el emperador.
Ignorando el ruido a su alrededor llegó hasta la entrada del castillo bajándose de su montura y caminando hacia las puertas del gran palacio, fue guiado por los caballeros a la orden del emperador, jóvenes soldados que entre ellos tenían alfas bajando la cabeza ante la presión que ejercen los ojos del archiduque.
—¡Archiduque Cala!, ¡Querido primo!—.
Grito el joven Edward Madreselva el emperador de 15 años tan pronto las puertas se abrieron y vio a su primo mayor, no habían tenido ninguna gran relación fuera de la sanguínea y el recordatorio de que si a él le llegará a pasar algo su primo tomaría el poder, por lo que quisiera o no el rechazo a quedarse solos era molesta por ambas partes, así que por ello a Orquídea quien era alguien que particularmente le desagradaba este tipo de espectáculos se le veía obligado a realizarlo para evitar que se especule de su culpabilidad en caso de que pasará algo.
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Lobelia- Tan cerca de devorar el mar
FantasíaNicolaik desperto en el mundo de fantasia que creo su hermana leyla en su, poseyendo el cuerpo de Lobelia Verbena un personaje que lo representa en ese mundo y un niño con un futuro muy turbulento. No quiere eso ni mucho menos morir en manos de algu...