[Nueva vida]

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Una voz en medio del blanco hablo con una voz suave, sumamente dulce para sus orejas, volvió a mirar a su alrededor y se fijo en una bolita brillante de color amarillo con pequeños destellos violetas, de alguna forma que ni siquiera él estaba seguro, sabía que aquella bolita de luz era su hermano, pero no entendía por qué se veía así, ¿El también se vería de esa forma ante ella?.

"Niños del otro lado, he venido a ofrecerles algo a cambio de mi deseo"

—¿Oh?, ¿Pero que?, ¿Por qué nosotros?—.

"Es simple, deseo recuperar el cuerpo de mi hijo"

Se quedó estático en su lugar, tal vez escucho mal o las luces del más allá le estaban afectando, pero, ¿Realmente acaba de escuchar eso?.

"Lobelia, su alma y cuerpo han sufrido horrores, suficientes para una sola vida hacia una sola persona"

"Deseamos traerlo aquí, hacer que su mente y cuerpo retrocedan lo suficiente para desaparecer todo aquello"

"Naturalmente, ustedes no quedarán al vacío"

"Haremos un intercambio, el cuerpo de lobelia por los suyos"

—¡Espere!, ¿Cómo que los nuestros?, ¿¡Nuestros cuerpos!?—.

"Pensamos en tu solicitud y recuperamos los cuerpos de vuestro mundo, retrocedimos el tiempo en ellos y curamos todas las heridas"

"Obviamente, son caras vacías, pero son perfectamente funcionales tan pronto como se les introduzca un alma"

"Cabe aclarar, la segunda naturaleza está inactiva en ustedes, al fin de cuentas no son de aquí"

Sintió como algo tomaba su mano y la apretaba ligeramente, giro su mirada hacia la luz dorada que ya directamente brillaba en amarillo seguramente por l emoción.

—nico, nuestros cuerpos, volveremos a ser nosotros— la voz de Leyla destellaba alegría desbordante —estarás bien, todo el daño que recibiste desaparecerá de tu cuerpo, por favor Nico—.

—leyla, no nos van a reconocer allá—.

—si- si, lo sé, pero por favor Nico, ¿Realmente no extrañas volver a ser tu mismo?, tu mismo has mencionado incontables veces que te sientes como un extraño—.

Se quedó en silencio un momento pensando en lo que decía Leyla, es verdad, debía reconocer que en su mente ha cruzado más de una vez lo incómodo que se encuentra en ese cuerpo, volver a experimentar la pubertad, la falta de partes, en cierta forma la libertad de ser el mismo, este cuerpo es muy privativo.

—pero, ¿Orquídea?, ¿Hortensia?, ¿Begonia?, ¿Que pasa con ellos?—.

— hortensia estará bien, sabes que no estará sola, begonia también—.

—¿orquidea?, ¿Qué pasa con el?—.

—...Nico, ese desespero que tiene orquídea es propio del segundo género, es parte del instinto de buscar una pareja apropiada para reproducirse—.

Leyla lo tomo de los hombros y dió una suave caricia con los pulgares sobre la piel, se notaba que decir todo aquello le costaba.

—su conexión era con lobelia, no contigo, no eres tu a quien busca en realidad—.

—pero Leyla, el me llamo por mi nombre—.

—por que cree que es un apodo entre nosotros, pero para orquídea sigues siendo lobelia—.

Lobelia- Tan cerca de devorar el marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora