[Garrapata pegada]

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Era su último día en la isla de Maricela y estaba en el jardín con Liam y orquídea disfrutando del olor a mar, estaba bebiendo un té dulce de limón junto con unos bocadillos que parecían bombones solo que de leche sentado en una silla junto a la pequeña cuna de Liam escuchando jugar con una pelota que parecía maraca por lo mucho que tiritaba, era todo una maravilla y serían aún mejor si Orquídea dejara de masajearle los pies frente a los sirvientes.

—en serio, prince, ¿Realmente es necesario?—.

—¿Mmm?, ¿Que cosa?—.

—pareces un fetichista de pies, ¿Qué tanto haces?—.

—agh, no exageres, solo los masajeo, ¿Qué tiene de malo?—.

—¡Los masajes!, ¡Eso es raro!—.

—mm... hacerle masajes a mi prometido es raro... huh, no veo porque, solo te ayudo a calmar el dolor en tus piernas—.

—¿Pero debe ser en público?—.

—ah, ¿Ese era el problema?— orquídea soltó una risa suave dando un suave apretón en su pie derecho continuando con el masaje —sería malo si le hiciera el masaje a otra persona teniéndote aquí, eso sería malo, pero esto es....mm... Solo un momento de pareja—.

—por favor prince, ni que tuviera los pies tan mal—.

—rojos están, para mí se ven adoloridos y más por como tu cuerpo se tensa en algunas partes, ¿Ya puedo seguir?—.

—agh, bien, bien, diviértete—.

Lo dejo ser para evitar continuar contradiciendo a un necio, si tan mal ve sus pies que continuo manoseándoselos frente a los sirvientes, el emperador de este imperio manoseando los pies de su esposo, no, a su prometido en una casa a la que se va en unos minutos en compañía del príncipe heredero, era una escena divertida en muchos sentidos bajo su perspectiva de que los gobernantes se debían mostrar dignos ante el público.

—su majestad emperador Orquídea Prince Cala, el carruaje está listo para que lo embargue— anuncio un sirviente llegando ante ello.

Entrecerró los ojos y puso la taza en la mesa aguantando muy fuerte la risa que se le asomaba en los labios, no sabía que cada vez que algún sirviente se comunicaba con orquídea decían el nombre completo, tal vez porque Orquídea tan pronto los veía llegar los chitaba y les ordenaba que dijeran lo básico, tal vez se sentía avergonzado de que los interrumpieron a cada rato diciendo su nombre completo, pero es que era tan lindo.

—oh vaya, te están llamando Orquídea Prince Cala— dijo todo el nombre palabra por palabra resaltando el segundo nombre y apellido.

—nico, no, por favor—.

—oh vamos, es lindo, si quieres di mi nombre completo—.

—...es que no lo sé, nunca me lo has dicho—.

Ups.

—¿Nunca?, mierda- espera, ¿Y como me ibas a nombrar frente a todos cuando pregunten por mí?—.

—...¿Cómo mi esposo?—.

—eso ya, hablo de ¿Qué apellido ibas a dar?—.

—... supongo que el mío, ya que estaremos casados—.

—no jodas Orquidea, mi nombre completo es Nicolaik Velamar—.

—...huh, no tienen ninguna mención de flor en él—.

—obvio no, solo aquí usan eso—.

—mm.... Velamar, velamar...vela-mar—.

—si,si, muy bonito, no lo gastes—.

Lobelia- Tan cerca de devorar el marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora