Capitulo 8:

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Jacobo se había ido, y ahorita estaba pensando si ir, o no ir. No sabia que hacer, una parte de mi dice que vaya, pero la otra me esta diciendo que si voy, que después no vaya a quejarme de las consecuencias. Pero, pensándolo bien, no había ninguna consecuencia, ¡¿Y quien diablos sabe si es una cita?! Cuando me dijo "te veo en el parque a las 4" se fue de inmediato sin dejarme decirle que no iba a poder ir.
El es un puto, no puedo creer que esté cayendo en su juego poco a poco, cada vez me esta haciendo más de su grupo, me refiero a que cada vez, ¡me esta haciendo parecer una zorra! Una zorra como todas con las que él ha estado, y yo no quiero ser una de esas personas, no quiero caer en su juego, yo le gusto a Jacobo, el no me gusta a mi. ¿Y si me convierten en un de sus novias, y me engaña? ¿Y si me vuelvo una zorra con la que todos se quieren acostar? Como la chica mas "sexy" del instituto, ella se ha acostado con mas de los amigos que tiene en Facebook. Y yo no quiero ser así, no me voy a dejar engañar, no voy a caer en su juego.
Pero... ahora que lo pienso, cuando antes solo lo miraba pero no lo conocía, cuando quería a una chica en su cama, solo le susurraba algo en el oído, y al tarde, esas dos personas estaba muy ocupadas.
Pero, ¡hasta me vino a pedir perdón! Jacobo no hace eso.
Tal vez moví algo dentro de el, y eso hace que me sonroje. Y si me quisiera en la cama, solo me lo hubiera dicho y ya.

He decidido que si voy a ir.

Tal vez el no quiere lo mismo conmigo que con las demás, y todo el mundo merece primeras oportunidades, en resumen: voy a ir solo para conocerlo mejor y no juzgar tanto de el cuando el tal vez quiere otra cosa... otra cosa en buen sentido.

Me puse unos jeans negros, mis Vans blancos, una blusa de manga larga, pero no de las que te quedan ajustadas, de esas que son flojas y te quedan algo grandes, la blusa era gris, pero tenía a Mickey Mouse y eso la hacia no tan aburrida, me agarre mi pelo en una media cola y me aplique brillo, ya que era muy pálida y el brillo me ayudaba bastante.
Baje las escaleras, me acerque a la puerta y en eso yo no soy la que la abro, mis papas llegaron justo en el momento en el que yo me iba a ir, cuando ellos abrieron la puerta con bolsas que traían del mercado, di un paso hacia atrás con cara de sorprendida.

-Hola cariño, ¿A dónde vas?- me pregunta mi mama con una sonrisa.

-Pues...-yo no quería que ellos supieran que iba a una "cita" con un chico, pero les dije de una manera muy diferente - Voy a ir comer con unos amigos- le contesto tranquila, aunque estaba sudando, si no me dejan, se que será mejor, pero como se va a sentir Jacobo cuando lo deje plantado.

-Hija, nosotros venimos con comida para hacerte un delicioso almuerzo-me dice mi papa entrando a la casa detrás de mi madre. Me quede sin palabras, no sabia como decirle a mis padres.

-Por favor, te lo suplico- le digo haciendo un puchero.

Me mira con cara de 'NoMeConvencistesNiUnaMierda"
Pero mi papa jamás se puede resistir a mis suplicas. Todavía tiene esa cara, en sus ojos pude notar decepción, después deja la bolsa que él tenía en la cocina mientras que yo lo sigo, sin dejar de hacer mi puchero. Además de que tenía curiosidad de lo que Jacobo me quería hacer, también era una buena persona, jamás me lo hubiera imaginado dándome un vaso con agua cuando estoy apunto de morirme de un ataque de tos. Así que creo, que él ha cambiado un poco.

O simplemente tu lo has cambiado.

Puede ser, pero no he estado el tiempo suficiente con el para que decida cambiar por completo.
Finalmente mi padre decide por dar una respuesta.

-Esta bien, pero no quiero retrasos- mire el reloj, de la cocina, 3:55- y lo sabes muy ...-le interrumpí, no quería llegar tarde.

-¡Esta bien papa! ¿Llego a las 6?-le dije saltando hacia el, a lo que él me agarro en sus brazos.

-5:30- siempre me peleo por la hora con mi papa.

-Papa, es un almuerzo- le digo rodando los ojos, me baje de sus brazos y lo mire a los ojos.

-5:50- dijo señalándome, como si fuera la ultima opinión. Lo pensé por un momento, 10 minutos antes no es tan malo.

-5:50 -le digo tirándome de nuevo a sus brazos, yo era más unida a mi padre.

-Ve a divertirte princesa- me dice de nuevo bajándome de sus brazos, levantó una ceja divertida.

-Eso haré- le digo con una sonrisa, me despido de el y de mi madre y salgo por la puerta de madera de la casa, pero para mi sorpresa, no voy a tener que ir caminando.

-Hola Olivia Colling- Jacobo me mira diertido.

Wow.

Jacobo tiene un Ferrari, repito, ¡UN FERRARI!

Su auto era de color azul metálico, estaba reluciente, no había nada manchado ni sucio, era el auto soñado. Mi boca formaba una "o" desde que salí de la puerta y vi a este hermoso auto. Miro a Jacobo y al auto varia veces, no puedo creer que Jacobo tenga un auto tan lujoso, obvio, si pensaba que tenía auto, pero no un Ferrari, ¡para mi que un Mercedes!

-¿Este es tu auto?-le digo sin mirarlo, mi boca seguía con esa 'o' al igual que mis piernas seguían el la entrada de la casa.

-Si, ¿te gusta?- me dice echándole un vistazo a su auto, el estaba recostado en su ato de brazos cruzados, como si estuviese esperando a que yo saliera.

-¿Tu que crees? -le digo, y porfin, mi vista ya no se fija en el auto, sino en esos ojos que me atraen. Al notar que yo lo estoy viendo con una sonrisa, inmediatamente se me vino a la mente el día en el que me dijo que le gustaba, y mis mejillas se tornaron rojas, y calientes, me pongo seria, y miro hacia el suelo, y empiezo a caminar hacia el como si fuera un perrito regañado. Me quede a unos metros de distancia de el, lo mire a los ojos. Nos quedamos viendo, así por unos segundos, yo estaba esperando a que el rompiera el hielo.

-Entra ya- me dice al ver que solo estoy parada esperando, sonrío al ver como se desespera, quito mis mano de mi cintura y rodeo el carro por la parta de atrás para llegar al asiento del copiloto, me sorprende que Jacobo también lo rodeo cuando el solo debía de girarse, abrir la puerta y entrar, pero rodeo el auto por delante y abrió la puerta antes de que yo la pudiera tocar, mis mejillas se tornaron rojas por la forma caballerosa en que me abrió la puerta para dejar entrar. No podía moverme, juro que mis tiemblas están temblando en este instante, no me moví a ningún lado.

-Adelante Olivia Colling, ¡Súbete!- me dijo como si fuera una niñita que no quiere ir al colegio porque le hacen bulling.

Asentí con la cabeza y me adentre en el asiento dejando que mi trasero se resbalara por el sillón de cuero negro. Jacobo cerro la puerta una vez que yo estaba cómoda, no deja jamás su sonrisa.
Cuando el vuele a rodear el auto, levanto mi mirada y pude ver como estaba vestido, él tenía un gorro de lana rojo, tenía una camisa azul y unos jeans negros con unos tenis deportivos. El juega mucho fútbol.
Finalmente, se sentó el asiento del piloto, cerro la puerta con candado, bajo la ventana, introduce las llaves del auto en el puerto y arranca, yo tengo el cinturón de seguridad puesto y ambas mano están en mi regazo.

-¿A dónde vamos?- le digo molestando al silencio.

-A pasear-

***

Nunca pensé... amarte tanto (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora