En el hospital:

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Poco a poco fui abriendo los ojos, y me encontraba en un hospital, de nuevo. Estaba sola, la habitación era muy parecida a la ultima en la que estuve. Ya se por que estoy aquí en el hospital, lo que mi hermano dijo ayer por la noche era cierto, ayer escuche a los doctores hablar sobre mi y un tumor, y dijeron que en Agosto me iba. Yo tengo 3 meses para aprovechar de mi vida. ¡Esto no es justo! ¡No se vale! Recuerdo que dijeron que el tumor se localizaba en mi pulmón derecho, y poco a poco empeorará... y como es maligno, moriré, en agosto, el mes de mi cumpleaños. Esto si es deprimente.
Miro la puerta abrirse lentamente para luego que se asome el rostro de Jacobo. Jacobo, el que evitó una caída dolorosa en el momento en el que me desmaye, sin duda escucho todo lo que dije y todo lo que dijo mi hermano ayer, me sentía tan mal cuando me dijo eso, hizo un pequeño agujero en mi corazón, y eso dolió.

-Hey, Liv, ¿te sientes bien?- preguntó con un tono amable y tierno. Asentí con la cabeza.

-¿Puedo pasar?- asentí otra vez, es bueno tener algo de compañia mientras me muero lentamente.

-Claro, pasa- le dije, casi sin sacar la voz, no se que tenía pero ahora mi voz estaba algo débil. Y empece a toser, me dolía mucho el pecho... recuerdo esa vez, en la que Jacobo me aplasto con su imponente cuerpo, me atragante y tosi como loca, y Jacobo me entrego un vaso con agua. Eso fue muy generoso de su parte.

-Liv, se que puedo confiar en ti, ¿puedo decirte algo?- se sentó en una esquina de la camilla en la que estaba acostada, y sin verme a los ojos, mirando al suelo, algo que me dan ganas de agarrarle los cachetes y reventarselos de tanto que los aprieto.

-Estas haciendo eso en este preciso momento. Dilo- dije con una sonrisa, pero él seguía sin verme e ignoro lo que dije, me empece a preocupar por el, estaba algo pálido, y ahora que lo pienso, su voz estaba muy apagada desde que entro. Como si al entrar hubiera visto un fantasma, no se por que se lo pregunte pero igual se lo pregunte.

-¿A que le temes?- por culpa de estar pensando en eso de los fantasmas, se me salió esa pregunta, río un poco, tratando de revivir el ambiente, pero Jacobo no me responde, tal vez si se tomó en serio esa pregunta y estaba pensando en algo. O tal vez, pensó en lo ridículo que sonó mi pregunta y decidió no responderla. Me miro a los ojos, los tenía llorosos. Y llego a escuchar una respuesta.

-Perderte- dijo lentamente, dijo sin quitar sus ojos de los míos. Me quede en shock, no sabia que decirle. Jamás  me han dicho algo parecido, y por pena, solo baje la mirada, Jacobo hizo lo mismo. Nos quedamos así por un par de segundos, no tan largos.

-Tienes algo en los dientes- comentó y de inmediato pase mi lengua por mis dientes, algo asustada, por el rápido cambio de tema.

-Caíste- dijo y sonreí...yo sabia que era una broma...sol fingí para que no se sintiera mal...

-Te quiero decir algo, Liv- dijo serio, y me dio un mini-infarto cuando dijo eso.

-Escúpelo-  le digo aun con la voz débil, y en ese momento, empezamos a escuchar voces que venían de la puerta, y luego unos pasos. Oh no. Mis padres no saben que conozco a Jacobo. ¡Ni siquiera saben que el existe! Mire a Jacobo con ojos saltones, el me miro igual -¿Que esperas?- le apresure.

-Okey, seré breve: me gustas y mucho- dijo y me sonrió, yo le devolví la sonrisa, dijo que le gustaba, ¡Ja! El no sabe lo que dice, soy bonita, lo admito y no es por presumir, pero como le voy a gustar a el, digo, el se ha acostado con tantas chicas hermosos que yo solo seria una imperfección en ellas. ¿O sea que para el yo soy mas bonita que todas? No, no, no no no, eso no es posible. Bueno... el punto es que le gusto y ya.

Solté una risa y cuando abrí los ojos Jacobo ya no estaba, me pare de la camilla y me acerque a la ventana, saque la cabeza y mi pelo se alboroto con el aire, mire hacia abajo y Jacobo se estaba riendo, ¡y estaba vivo! Luego salió corriendo y después se esfumo de mi vista, fruncí el ceño y empece a buscarlo con la mirada. Cuando derrepente escucho que alguien abre la puerta, mis manos sudan y mis piernas tiemblan, doy media vuelta lentamente y me encuentro con un doctor de pelo negro y ojos claros, casi de mi tamaño. Lo mire con la boca abierta y me pongo inquieta, no se que decirle.

-¿Liv? ¿Que haces viendo por la ventana?- me quede en blanco. ¡No se que decirle!

***

¿Cómo están amigas/os?
Perdón por la tardanza, es que según yo se podía publicar solo con Internet, y ahora que se que se puede sin Internet, así que ahora subiré más rápido.

En la imagen, quería escribir que se tomaron fotos, pero mejor pensé que fuera así, para tal vez un poco mas emocionante. En un capítulo en el que no tenga que poner una imagen les pondré la imagen de la ropa. Lo se. Necia con esa ropa. Pero quiero que la vean, no se me gusta mucho ese conjunto de ropa y quiero que lo vean! 😁

Bueno! Aquí termina esta nota de autora junto con este capítulo.
Bai! Los quiero! 😘

Nunca pensé... amarte tanto (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora